En los últimos doce años vienen sucediéndose acontecimientos políticos de gran trascendencia en los países que tienen gobiernos opuestos a la voluntad hegemónica de Estados Unidos y de la OTAN, sean de Latinoamérica, Europa, Asia o África y que harán modificar la visión clásica de Golpe de Estado que han tenido los politólogos e investigadores pues urge interpretar con mayor agudeza las nuevas modalidades y las formas de instrumentarlas por los gobiernos de Estados Unidos (EE.UU) y sus aliados (1). En esencia, ha sido la acción violenta de la minoría poderosa que pierde elecciones contra la mayoría popular que desde los años setenta irrumpió masivamente en los espacios de la política y comenzó a llevar a sus líderes hasta los más altos cargos de los Estados.
En respuesta a todo ello, las fuerzas neoconservadoras de raigambre fascista lograron asumir al inicio de la década de los ochenta del pasado siglo, el control político del país norteamericano que les favoreció para derrocar gobiernos legales, legítimos y democráticamente constituidos que obstaculizaban el alcance de sus intereses geopolíticos y geoestratégicos, y hacerlo de forma tal que no lo parezca, precisamente porque ya la opinión pública mundial está más del lado de la paz que de la guerra.
Fue a partir del gobierno de Reagan-Bush y el Comité de Santa Fé que el viejo complejo militar-industrial comenzó a ampliar su dinámica con el uso especulativo del capital financiero y el poder de la imagen y los símbolos para lograr imponer los intereses del militarismo imperial que después de tres décadas se fundió en lo que he denominado Complejo Militar-Financiero-Comunicacional (CMFC). Detrás de la popular imagen del vaquero pistolero se movió todo un aparato de subversión que contribuyó a desintegrar el campo socialista europeo para luego escoger como imagen a un afro norteamericano que le está facilitando la reconquista de África y quizás dentro de poco seleccionará a una mujer con la tarea de reconquistar para EE.UU muchos espacios que el imperio ha perdido en América Latina y el Caribe. Para esas fuerzas todo es deseable, más no todo les será posible.
El presidente legítimo es Yanukóvich
Estudiemos el más reciente caso del gobierno de Víctor Yanukóvich que para muchos líderes políticos, analistas, gran parte del pueblo ucraniano y para Rusia sigue siendo el Presidente legítimo de Ucrania por razones expuestas ante el Consejo de Seguridad de la ONU de parte de la diplomacia rusa y abordadas tanto por el propio Yanukóvich como por el Presidente ruso Vladimir Putin desde el pasado 22 de febrero en que el líder ucraniano viajó junto a sus familiares a territorio fronterizo Rusia-Ucrania, en aras de mantener su seguridad e integridad física.
Veamos las razones: Como primera razón encontramos que Yanukóvich fue privado del proceso constitucional establecido para proceder al cambio de gobierno siendo él un Presidente elegido democráticamente por la mayoría de los ucranianos desde las elecciones del 2009. Además, hay numerosas evidencias fílmicas y testimonios orales del uso de medios terroristas por parte de los grupos opositores de orientación ultranacionalista y fascista para conseguir una mayoría parlamentaria que decidiera, de forma inconstitucional, el cambio de gobierno.
Una segunda razón es que Yanukovich fue y sigue siendo víctima de una conspiración internacional dirigida desde el exterior donde actuaron políticos estadounidenses y europeos, como integrantes de ese CMFC, incluso para alentar las protestas, inducir ejecuciones de asesinatos, prometer recursos financieros, y crear las condiciones psicológicas necesarias entre la población pro-occidental para aceptar el camino del asesinato de Yanukóvich como vía de venganza para apartarlo del poder.
No es nada casual que el líder ucraniano sea el político que más procesos electorales ha ganado en la historia de Ucrania y que sea, a su vez, el único mandatario que ha sido víctima de dos golpes de Estado en ese país ex soviético, pues la asonada del 2004, a diferencia de la ocurrido ahora, fue dada desde el poder judicial, cuando el Tribunal Supremo dictaminó –sin claras evidencias y presionado por las fuerzas occidentales- un supuesto fraude cometido por el Partido de las Regiones de Yanukovich y le arrebató el poder para dárselo a Víctor Yuschenko, opción de EE.UU-OTAN. Aquel hecho fue la concreción en la práctica de la aplicación del manual de Gene Sharp por parte del Pentágono estadounidense que adoptó el nombre de Revolución de Colores. Hoy, este CMFC exhortó al Golpe de Estado preparado desde hace más de seis meses y concretado por el Parlamento ucraniano, llamado publicitariamente Euromaidán, otro de los engendros de la política exterior del Smart Power.
La tercera razón y no menos significativa para considerar a Víctor Yanukóvich como el Presidente legítimo de Ucrania es que fue electo democráticamente por la mayoría de la población del país y está en sus plenas facultades, por lo que solo el pueblo es quien debe decidir. Tan es así que el CMFC de EE.UU-OTAN trata de implantar la matriz de opinión de que Yanukóvich murió, a manera de hacer ilógica ante la opinión pública mundial la propuesta de Rusia de que se devuelva la estabilidad a Ucrania mediante un referendum nacional que decida la permanencia o no de Yanukovich al frente de los destinos del país.
El guión de los golpes suaves y las consecuencias graves
De cierta forma, el golpe de Estado en Ucrania es muy parecido al ocurrido en Venezuela en el 2002 contra el Presidente Chávez cuando la burguesía y EE.UU le quiso responsabilizar de unas muertes provocadas por francotiradores al servicio opositor contra la movilización antiChávez y también contra los chavistas con el fin de enfrentarlos, mientras cuarenta Generales y la Federación de Cámaras Empresariales imponían el Golpe de Estado, que vino a terminar cuarenta y ocho horas después, cuando el pueblo retomó el poder con Chávez al frente.
En Ucrania es el mismo guión pero aplicado en circunstancias diferentes, dadas las experiencias de las partes, tanto de los golpistas, como de Yanukóvich. Conociendo el apoyo popular a Yanukóvich, que no podía expresarse públicamente para evitar la confrontación y las muertes, los golpistas lo debían asesinar “para vengar la muerte de tantos inocentes”, y Yanukóvich conociendo eso decide alejarse apoyado en militares patriotas para pedir apoyo a Rusia ante la injerencia extranjera. Es cuando los conspiradores echan a andar el plan B que fue usar el Parlamento y aterrorizar a los diputados del partido gobernante, que muchos de ellos se escaparon con sus familias ante las amenazas de muerte, para obtener una mayoría dispuesta a violar la Constitución y sacar a Yanukóvich del poder.
De manera que lo ocurrido en Ucrania entre diciembre de 2013 y febrero de 2014 fue un largo proceso subversivo con participación extranjera (desde las injerencias de Barack Obama hasta las confesiones de Catherine Asthon) donde se propinó un Golpe de Estado, porque provino de uno de los poderes del Estado, apoyado en acciones anticonstitucionales, ilegales e ilegítimas ya que no cuentan con el reconocimiento nacional. Sobre todo porque para llevar cabo el control total del poder y la desestructuración política, se provocarán graves consecuencias sociales como las que se apreciaron en Kosovo, Serbia, Albania, Libia y Siria.
Desintegración o repotenciación
El posible regreso de Yanukóvich al poder, con los grupos ultranacionalistas fascistas detenidos o puestos bajo control de las fuerzas armadas ucranianas (ya que las fuerzas de seguridad fueron disueltas por el gobierno de facto) revertiría -ante todo- lo que ha comenzado a desarrollarse como consecuencia de la ilegalidad del gobierno encabezado por el empresario y especialista en guiones fílmicos Oleksandr Turchínov: la desintegración de Ucrania.
Ya es evidente que ante la opresión y represión que significará el gobierno golpista, las poblaciones de varias ciudades del sur y este del país, como Odesa, Jarkov, Donest, Lugansk, Zaporiyia y Jerson, entre otras, están manifestando su desacuerdo con el gobierno impuesto. En el caso de Crimea, como República Autónoma, sus autoridades decidieron nombrar su propio Ministerio de Defensa y tres poderosos regimientos militares acaban de jurar lealtad al gobierno de Crimea.
En razón de ello, es clave reconocer y difundir la verdad: Yanukovich fue víctima del uso del terror, ligado a movilizaciones violentas que mediante un plan de operaciones encubiertas, claramente urdido por ese CMFC estadounidense, crearon condiciones propicias para dar un Golpe de Estado con fachada constitucional.
No debe olvidarse que son las mismas fuerzas que desde 2001 en EE.UU, con el clan Bush-Chenney, violaron varias veces la Constitución de los propios EEUU y ahora, con generales del Pentágono experimentados en las guerras del Medio Oriente, dirigen a pelotones de mercenarios en sus acciones desestabilizadoras por el mundo, contando para ello con senadores fascistoides e injerencistas, tal y como se vieron en las protestas de Kiev, que luego de apoyar a los cabecillas subversivos y casi sobornar a algunas autoridades dieron órdenes a sus marionetas de ejecutar la fase final del Golpe con hechos criminales que enardeciera al “enjambre social”(2) encargado de invadir y ocupar las instituciones públicas.
Recuérdese que el senador John McCain, presente en la Plaza Maidan de Kiev durante las protestas, es el congresista que más dinero recibe de las corporaciones militares-financieras-comunicacionales y por ello es de los más publicitados en el mundo. Hace pocas horas, irritado ante el giro que van tomando los acontecimientos en rechazo al gobierno de facto en Ucrania, McCain responsabilizó a Obama por lo que llamó “política exterior incompetente” y porque “nadie cree ya en la fuerza de Estados Unidos", según publicó el influyente diario The Washington Post.
Lo ocurrido en Ucrania no hace sino demostrar que esas fuerzas de intervención solapada logran causar muertes entre la población civil para luego presentarlas a la opinión mundial como víctimas de un supuesto dictador que solo en las agencias de prensa occidentales es reconocido como tal pues se han referido a líderes con desempeños gubernamentales favorables a sus pueblos como fue el caso de Gaddafi en la entonces próspera Libia, el caso de Bashar Al Assad en la emergente Siria y ahora el caso de Yanukovich en Ucrania, precisamente en el momento histórico que este líder ucraniano concretaba y ejecutaba acuerdos multimillonarios con China (2010) y con Rusia (2013) para llevar a cabo proyectos económicos de gran envergadura e impacto social. No es casual que los tres fueron o son casos de alto interés geopolítico de EE.UU.
Intereses y objetivos imperiales en acción
A mi juicio hay cuatro grandes intereses geopolíticos del Complejo Militar-Financiero-Comunicacional que dirige al gobierno de Barack Obama y a los aliados de EEUU en torno a Ucrania:
En primer lugar, el CMFC busca reducir las relaciones y vínculos militares, financieros y energéticos de Rusia con Ucrania que por su posición estratégica central entre la Eurozona y Eurasia podría dar un giro importante a la correlación internacional de fuerzas manifestada en el conflicto en Siria donde EEUU sufrió un rotundo revés y ahora busca revertirlo con el país de los cosacos. Recuérdese que las movilizaciones opositoras en Kiev se avivaron después del acuerdo bilateral entre los presidentes Yanukóvich y Putin del pasado 22 de diciembre del 2013 que proporcionaría un apoyo considerable a la gestión gubernamental ucraniana.
En segundo lugar, también busca reducir las relaciones y vínculos militares, financieros y energéticos de China con Ucrania que desde septiembre del 2010 se fortalecieron con la visita oficial de Yanukovich a Beijing interesado en alcanzar una asociación estratégica con China y firmar una Hoja de Ruta de dos años para la cooperación energética, espacial y financiera mediante un crédito de 8 mil millones de dólares.
En tercer lugar, asentada la OTAN en Ucrania, el gobierno de los EE.UU actuaría con mayor libertad en la desestabilización subversiva y bloqueo de Bielorrusia que comparte miles de kilómetros de su frontera sur con el norte de Ucrania y que está en constante asedio del CMFC debido a la posición socialista y de apoyo a otros pueblos del líder bielorruso Alexander Lukachensko. Recuérdese que en la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), las repúblicas de Ucrania y Bielorrusia fueron dos de las cincoo repúblicas de mayor significación para el surgimiento y posterior consolidación del nuevo estado multinacional soviético.
En cuarto lugar, ese CMFC tiene mucho interés en tomar el control armamentístico de Ucrania ya que ese país tiene parte del liderazgo mundial de la tecnología y la producción de misiles, también de drones, lo que sería restado a Rusia y a China, y al mismo tiempo le permitiría mayor dominio del negocio de la guerra en que se fundamenta esa compleja estructura de organismos y asociaciones internacionales, industrias militares y de alta tecnología, bancos, televisoras, periódicos, websites, ONG, consultoras y calificadoras de riesgos, entre otras instituciones que estructuran al CMFC.
Alcanzados esos intereses-objetivos con la deposición definitiva de Yanukovich, pues aún no es definitiva, entonces entraría la OTAN a reforzar su papel militar para garantizar que los dos objetivos anteriores siempre se cumplan.
La defensa rusa de Ucrania ante la agresiva OTAN
Y ello es precisamente lo que Rusia no debe permitir, ante todo por el historial criminal de esa organización militar como es la OTAN que no tiene escrúpulos para contratar a Compañías Militares Privadas que ejecuten la parte más sucia y peligren entonces millones de vidas de rusos y sus descendientes, y porque con Ucrania en manos de la OTAN se debilitaría la frontera sur rusa al cerrarse más el rodeo nuclear que EE.UU lleva a cabo contra Rusia y que pone en peligro la paz mundial con un posible holocausto que acabe con la especie humana.
De manera que Rusia, con su decisión de tomar parte, junto al pueblo ucraniano, solicitada por el Presidente legítimo Víctor Yanukovich, en trazar el mejor destino para esa Nación, se planteó dos claros objetivos: uno humano y otro geopolítico, de naturaleza pacífica y mundial. Pudiera considerarse que la participación militar de Rusia forma parte de un contragolpe de las fuerzas políticas de Yanukovich más que una decisión unilateral rusa de ambición de poder como quiere hacer ver EE.UU a la comunidad internacional.
Si tenemos en cuenta todo lo anterior, la fuerza militar y moral de Rusia para actuar en defensa de Ucrania no se contradice con los intereses de las mayorías de la población ucraniana, así lo quieran tergiversar los medios de comunicación del CMFC. Tampoco es motivo de gran disgusto para varios potentes miembros de la OTAN, lo cual es un factor negativo para los objetivos de EE.UU de llegar a un acuerdo trasatlántico para enfrentar militarmente a Rusia que de hecho es también enfrentar a China. Es obvio que muchas debilidades económico-financieras y políticas europeas aumentarían de producirse una guerra de ese tipo.
En razón de ello, la solución estratégica que deberá buscar Rusia no debe limitarse a la región de Crimea, que es con lo que EE.UU-OTAN se contentaría antes de salir con las manos vacías de Ucrania, pues hay otras regiones del este y sur de Ucrania como mencionamos anteriormente dispuestas a enfrentar al gobierno impuesto por el golpe de Estado.
Además, Rusia conoce ampliamente y así lo difunde que toda la movilización opositora en Ucrania contó con decenas de extranjeros entre sus cabecillas agitadores. Según las declaraciones de uno de los mercenarios capturado en la frontera con Rusia, en la Plaza de la Independencia de Kiev habían no menos de sesenta estadounidenses y cuarenta alemanes actuando como gestores de las protestas y coordinando a mercenarios de origen polaco, turco, afganos y de otras nacionalidades del Medio Oriente para someter a la fuerza y aterrorizar a la población civil y de seguridad ucranianas.
De manera que considero que Rusia logrará evitar la desmembración de Ucrania como objetivo alternativo de EE.UU ante la imposibilidad de este de hacerse con el control de todo el territorio. A diferencia de la época de la Yugoslavia post Tito, en Ucrania hay un claro líder histórico ganador de dos elecciones y una Rusia en proceso de renovación social que cuenta con unos poderosos aliados como son China, India, Brasil y Suráfrica unidos en el BRICS y otro grupo de países unidos en la Organización de Cooperación de Shanghai.
No es poco significativa la respuesta de Rusia a las amenazas de sanciones del gobierno de EE.UU al señalar que serían decisiones recíprocas las que tomaría Rusia de ser afectada por medidas codignas de EE.UU.
La opción del referendum nacional
En las perspectivas de los acontecimientos en Ucrania debe volver a recordarse que Yanukovich ganó elecciones continuadas desde que se inició como Gobernador de la provincia de Donetsk en 1997 y luego fungió como Primer Ministro del 2002 al 2004 en donde demostró su simpatía y alianza con Rusia. Ello fue reconocido por la mayoría de la población ucraniana.
Recuérdese que de Ucrania surgieron como líderes de la URSS, Nikita Krushov y Leonid Brezhnev quienes de una u otra forma, y con uno u otro impacto, incidieron fuertemente en los procesos de descolonización y auge de los movimientos de liberación en los países colonizados o neocolonizados, con el entorno de la llamada “Guerra Fría” que impuso el poderío estadounidense alcanzado en la post 2da guerra mundial.
De manera que la propuesta soviética de hacer un Referendum Nacional apoyada totalmente por Yanukóvich resulta la mejor opción para el pueblo ucraniano que ha sido víctima de los grupos neo nazis y ultraderechistas que tratan de mantener aterrorizada a la población pero que no podrán convencer al ejército ucraniano de hacer lo que ellos deseen. Todo ello lo conoce Rusia y también EE.UU-OTAN.
Los medios transnacionales de la comunicación
De aquí que en estos momentos la batalla diplomática adquiere mayor relevancia aunque los medios occidentales incrementen sus programas de mentiras y engaños sobre lo sucedido en Ucrania e insistan en que Kiev “amaneció con un nuevo gobierno” lo mismo que dijeron cuando el golpe de Estado en Venezuela.
Los medios de comunicación occidentales han tenido un papel de absoluto lacayismo conspirativo pro-imperialista pues desde un inicio construyeron una imagen de movilización opositora “noble” y “pacífica” en la Plaza Maidán en Kiev, y cuando lo lograron, y comenzaron las operaciones encubiertas criminales de los mercenarios, incluso contra medios de comunicación rusos, los Medios Occidentales escondieron todo ello y construyeron la imagen de “las pobres víctimas” del supuesto dictador Yanukovich para después construir la imagen virtual del dictador criminal fugado y del “nuevo y esplendoro” gobierno de Alexánder Turchínov, un personaje con funciones parecidas al golpista de Honduras, Roberto Micheletti, o al golpista paraguayo Francisco Franco.
Ha sido todo un guión mediático-terrorista aplicado anteriormente en Yugoslavia, Panamá, Venezuela, Honduras, Paraguay, Libia, Siria y en otros países asiáticos y africanos, pero con consecuencias diferentes, en virtud de correlaciones de fuerzas distintas, dadas por las dinámicas político-económico-sociales internas de cada país.
Dicho lo anterior debo volver a resaltar que ante la supremacía de la fuerza militar pacífica de Rusia y sus aliados militares internos en Ucrania que son bastantes, la acción diplomática en la ONU y la difusión rusa a través de las redes sociales y teléfono celulares resulta imprescindible por lo que la confrontación entre los medios occidentales y los medios opuestos a la guerra impulsada por la OTAN se incrementará y cada vez más quedará en evidencia la conspiración internacional contra Ucrania que ha contado con fuerzas militares mercenarias, fuerzas financieras al servicio de EE.UU y las redes de medios transnacionales de comunicación que construyen realidades virtuales para fortalecer las acciones del Complejo MFC y alcanzar sus objetivos desestabilizadores y afincar las posiciones alcanzadas.
Entonces, de lo que se trata es de que las fuerzas que claman por la paz aúnen esfuerzos, coordinen mejor la preparación antiterrorista, empleen sus recursos mediáticos para revelar la verdad de lo sucedido con mucha mayor fuerza que antes, articulándose más e intercambiándose más información fidedigna y veraz para que los pueblos del mundo sepan qué está pasando realmente y qué es lo que no se debe dejar hacer para evitar que la OTAN comience a bombardear como lo hizo cruelmente en Yugoslavia o en Libia y se siga asesinando a la democracia.
NOTAS
(1) Un interesante artículo publicado recientemente es el de Umberto Mazzei publicado en www.worldpress.org y reproducido por Aporrea.org donde su autor recuerda la obra de Curzio Malaparte con su clásico “Técnica del golpe de Estado” (hecha en 1931 y editada por Editorial Planeta en 2009). Otra interesante obra sobre este tema es la de Carlos Barbé “Colpo di Stato” publicada en Politica e Societá, Florencia, La Nuova Italia, 1979, vol I.
(2) La técnica golpista del “enjambre social” presupone el uso de internet y del celular, dos instrumentos apoyados en satélites que son del dominio total de los sectores militares y de grandes corporaciones controladas por el Pentágono.
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