El escándalo propagandístico respecto de la creación por parte de Rusia de bases militares en América Latina y el Caribe no amaina. Instigadas por los centros de “guerra fría” en Estados Unidos, las mentiras acerca de bases “secretas” navales y de fuerza aérea de Rusia que operan en Nicaragua, Venezuela y hasta en Argentina, aparecen regularmente en los medios de difusión masiva. Con bastante frecuencia, este tipo de “informaciones” son acompañadas por fotografías del Tu-160 (Cisne Blanco) y del Tu-160MS bombarderos estratégicos; del acorazado nuclear “Petr Velikiy” (Petro El Grande) y del gigantesco caza-submarinos “Almirante Chabanenko”, que dejaron sentadas las bases para las visitas de cortesía de parte de unidades navales y de fuerza aérea de Rusia al continente americano el año 2008. El más reciente ejemplo, es la llegada del navío ruso de inteligencia electrónica “Viktor Leonov” que atracó en el puerto de La Habana.
En el mes de noviembre del 2013 la Asamblea Nacional de Nicaragua ratificó la decisión la del gobierno de permitir a unidades militares rusas, navíos de guerra y aviones de combate visitar la república durante la primera mitad del 2014. Sus tripulaciones también han sido autorizadas para participar en los entrenamientos profesionales del personal militar nicaragüense y a compartir con ellos sus experiencias. El documento aprobado también menciona a navíos de guerra y aviación militar de Cuba, Venezuela, México y Estados Unidos. En el próximo mes de junio, el gobierno de Daniel Ortega solicitará al parlamento extender el acuerdo por otros seis meses.
El Ministro de la Defensa de Rusia, Serguey Shoigu, recientemente anunció planes para aumentar el número de bases en el exterior. El ministro también mencionó que se estaban desarrollando conversaciones con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Vietnam, Singapur y las Seichelles. El Vice Ministro de la Defensa, Anatoly Antonov, explicó de esto modo la situación: “Cuando nosotros hablamos de aumentar la presencia de la marina rusa en América Latina, queremos decir principalmente crear las condiciones para simplificar el procedimiento para que nuestros navíos visiten los puertos de América Latina. Dada la enorme distancia desde las costas de Rusia, resulta razonable que tengamos interés en el reabastecimiento de alimentos y agua, como también organizar el descanso de nuestros marinos. En determinadas circunstancias, debemos también asegurarnos de poder realizar pequeñas y medianas reparaciones a nuestros navíos.”
El Presidente Ortega, se refirió a la perspectiva de la “presencia” de Rusia en las amistosas costas de América Latina, durante un discurso pronunciado ante militares nicaragüenses el pasado 6 del corriente. Ortega señaló que luego del regreso del gobierno Sandinista el año 2007 al poder estaba dispuesto a colaborar con cualquier país que contribuyera a fortalecer y modernizar su ejército. Estados Unidos no ha ofrecido al país ni la más mínima esperanza a pesar de las estrechas relaciones anteriores entre Washington y los gobiernos derechistas de Nicaragua, el Pentágono no ha hecho ningún intento serio para equipar al ejército nicaragüense con armamento moderno. Estados Unidos siempre ha considerado la ideología Sandinista como hostil. Esa es la razón por la que el gobierno de Nicaragua buscó a Rusia. Se han firmado acuerdos de largo alcance en la esfera de la cooperación técnica y militar. Según Ortega, la contribución de Rusia al proceso de rearme es “paulatina, confiable y extremadamente importante”, y era acompañada de una incondicional reserva de asistencia social para el pueblo de Nicaragua. Esto contempla el suministro de trigo, equipo agrícola, autobuses y automóviles. También se contempló la asignación de una considerable cantidad de dinero para asistencia humanitaria y otros menesteres, incluyendo la reparación de daños causados por desastres naturales.
Al analizar el discurso de Ortega ante los militares, el periódico conservador “La Prensa” que se publica en Managua, señaló que Ortega “está justificando la posible creación de bases rusas en Nicaragua.” He aquí una cita del discurso de Ortega: “¿Cuántos navíos de guerra norteamericanos han estado durante meses en nuestros puertos del Mar Caribe y del Océano Pacífico? ¡Navíos de guerra que se han hecho presentes en misiones de pacificación! ¿Y cuántos soldados y oficiales norteamericanos han desembarcado en nuestro país para instalar sus bases? Las bases extranjeras están prohibidas por la Constitución pero –en la realidad—se han seguido desplegando.
Para Ortega, el fortalecimiento de la seguridad del país sigue siendo un objetivo estratégico. Mientras más poderoso sea el ejército, de mayor envergadura hará su contribución en la protección de todas las regiones del país y una vida más tranquila para el pueblo de Nicaragua en estos tiempos difíciles. Ortega hace especial énfasis en el fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico teniendo en mente que Nicaragua está situada en la encrucijada del traslado de la cocaína y de otros estupefacientes desde Colombia, Perú y Bolivia hacia Estados Unidos. Las fuerzas armadas de Nicaragua necesitan modernizar su capacidad operativa para incautar y destruir los envíos de drogas en tierra, aire y mar. Uno podría pensar que la Agencia de Control de Drogas, DEA, que desde hace tiempo operó en el país, podría haber colaborado con la modernización del armamento del país. Pero esta agencia se encuentra desarrollando la cooperación bilateral exclusivamente para sus propios intereses que son la expansión de la presencia militar norteamericana en el país.
Los métodos autoritarios practicados por la DEA están permanentemente alienando a los líderes latinoamericanos.
Esa es la razón por la que las estructuras idóneas de Nicaragua y de otros países de Centro América han reaccionado de manera tan positiva ante el proyecto ruso de entrenar al personal anti-narcóticos en una escuela especial abierta en la ciudad de Managua. Personal de expertos del Servicio Federal Anti-Narcóticos de Rusia enseña en esta escuela y el alumnado que asiste a ella procede de Nicaragua, El Salvador, Panamá, Honduras, República Dominicana y otros países de la región. Ya se graduó el primer grupo de agentes operativos. Estados Unidos está celoso del éxito que ha tenido la escuela en Nicaragua y en general en América Latina. Es por esta razón que Viktor Ivanov, Presidente del Comité Estadal Anti-Narcóticos y Director de escuela ha sido puesto en lista negra por el gobierno norteamericano.
Planes para la colaboración entre Rusia y Nicaragua para explorar el uso del espacio exterior están siendo considerados por el Pentágono como “muy sospechosos” en cuanto a su relación con su “componente militar”. Entre otras cosas, el acuerdo contempla la construcción de un sistema de monitoreo satelital GLONASS* en Nicaragua. A través de los medios de comunicación de masas controlados por la embajada norteamericana, esta adelanta una campaña hostil contra el proyecto, haciendo énfasis en su “probable” uso por parte de Rusia para labores de espionaje. Resulta irónica esta preocupación de la embajada en la cual la mayoría de sus funcionarios son empleados de servicios de inteligencia de Estados Unidos que intencionalmente trabajan contra el gobierno de Daniel Ortega.
Rusia está considerando el desarrollo de vínculos militares con Venezuela y Cuba sobre una base similar. Pareciera que en el futuro previsible, la cuestión de construir bases militares rusas permanentes aquí con infraestructuras en gran escala y personal militar destacado durante largos períodos de tiempo ya no será un problema.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha catalogado las informaciones sobre la creación de bases militares rusas en Argentina como un globo de ensayo. La única base costa afuera de Argentina está ubicada en las Islas Malvinas, las cuales están ocupadas por los ingleses. La Presidenta argentina, Cristina Fernández, se refiere a las islas como la “base nuclear” de la OTAN, “la más grande base en la actualidad al sur del paralelo 50.”
Los estrategas de la OTAN están planeando incluir a las fuerzas armadas de Colombia en las actividades de la alianza militar. En el mes de junio del año pasado, Juan Carlos Pinzón, Ministro de la Defensa Nacional de Colombia, firmó un acuerdo en Bruselas sobre cooperación e intercambio de informaciones con los miembros de la OTAN. El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo al respecto que el acuerdo había sido firmado “con la meta posterior” de ingresar a la organización.
Uno de los artículos aparecidos en el sitio web Aporrea.org comentaba que más temprano que tarde habrá una respuesta adecuada para la expansión militar global de Estados Unidos y de la OTAN. “Si Estados Unidos tiene incontables bases militares en el mundo, entonces resulta lógico suponer que otras potencias comenzarán a crear sus propios bastiones. Si Estados Unidos ha llenado Europa de misiles que apuntan hacia Rusia, luego resulta razonable que Rusia responda de manera apropiada. Estados Unidos es culpable de extender la violencia por todo el mundo en su empeño por preservar su hegemonía. Luego de su derrota en Afganistán, los norteamericanos están siendo forzados a retirarse del país sin haber podido instalar ningún bastión con misiles apuntando principalmente hacia Rusia, China, la India e Irán. Pero el mensaje es claro: Después de la II Guerra Mundial, el único agresor en el planeta es Estados Unidos.”
*GLONASS – Sistema satelital ruso de posicionamiento global
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Traducido desde el inglés por Sergio R. Anacona