Las agencias de inteligencia de Estados Unidos han incrementado sus operaciones que apuntan hacia el derrocamiento del presidente de Bolivia, Evo Morales.  Todas las opciones están sobre la mesa, incluso el asesinato.  Barack Obama, que considera el debilitamiento del “bloque de estados populistas hostiles” como una de las victorias de la política exterior de su gobierno y pretende
esgrimir este éxito antes de terminar su período.

Washington también se siente amenazado en La Paz debido a la exitosa expansión de China en el país.  Morales está paulatinamente fortaleciendo las relaciones financieras, económicas, comerciales y militares con Beiyín.  Las empresas chinas en La Paz están prosperando a través de inversiones y préstamos y participando en proyectos con vistas a asegurar la posición de Bolivia en la modernización de la industria del transporte en el continente en los próximos diez años, gracias a los abundantes recursos gasíferos del país se convertirá en el núcleo energético de América del Sur.  

Evo Morales tiene el desarrollo de su país como la máxima prioridad y los chinos, a diferencia de los norteamericanos, siempre han considerado a Bolivia como un aliado y un socio dentro de una relación que excluye patrones dobles.

La embajada de Estados Unidos en La Paz ha estado sin embajador desde el año 2008.  El embajador norteamericano fue declarado persona non grata debido a sus actividades subversivas.  El encargado de negocios interino es actualmente Peter Brennan y agudos interrogantes se han planteado acerca de para qué agencia realmente trabaja.  Anteriormente estuvo destacado en Paquistán donde hubo que tomar “decisiones difíciles” en relación a asesinatos, pero la mayor parte de su carrera ha transcurrido principalmente en países latinoamericanos.  En particular, Brennan fue el responsable de introducir en Cuba el Servicio ZunZuneo  (programa ilegal conocido como el “Twitter Cubano”).  La USAID  fue la fachada para este programa de la CIA bajo el ingenuo pretexto de ayudar a informar a los cubanos acerca de eventos culturales, deportivos y otras noticias internacionales.  Una vez que ZunZuneo estuvo instalado hubo planes para utilizar este programa para movilizar a la población en preparación de una “Primavera Cubana”.  Cuando uno se informa acerca de Brennan uno a menudo se encuentra con la expresión “caballo negro”, Brennan está acostumbrado a conseguir lo que quiere a cualquier precio y su apretada meta en Bolivia (antes del término del período de Obama) lo está obligando a asumir grandes riesgos.

Anteriormente, Brennan de “destacó” a finales de la campaña por el referéndum sobre si se le permitiría al presidente Morales postularse a la reelección el año 2019 y también durante la votación misma.  La embajada norteamericana, fomentando el voto por el NO, movilizó su maquinaria propagandística, estimuló la participación de las ONG bajo su control y dedicó cuantiosos fondos adicionales para el montaje de protestas como lo demostraron muchas de estas que culminaron en la quema de fotografías del presidente Morales con la banda presidencial.  Una andanada descomunal de basura se lanzó contra el presidente.  Las acusaciones de corrupción fueron las más comunes a pesar de que Morales siempre ha sido muy abierto respecto de sus finanzas personales.  Habría sido muy difícil atribuirle la propiedad de una “cuenta de 43 mil millones de dólares” en un paraíso fiscal, como se lo hicieron a Hugo Chávez y a Fidel Castro.
Brennan también tiene acuerdos vigentes con Washington acerca de otras operaciones para comprometer al presidente Morales.  El agente de la CIA Carlos Valverde Bravo, bien conocido periodista de televisión y ex agente de los servicios de seguridad de Bolivia, lanzó un ataque.  En su programa televisivo Feb 3 acusó a la ex pareja de Morales, Gabriela Zapata, gerente comercial de la empresa china CAMC Engineering Co. de implementar oscuras negociaciones por un monto de 500 millones de dólares.  Simultáneamente comenzaron a circular insinuaciones en Internet acerca del involucramiento del presidente boliviano en aquellos tratos a pesar que el presidente Morales rompió toda relación con Zapata el año 2007 y no ha exceptuado nombre o cargo de individuo alguno en su lucha contra la corrupción.  

Las “denuncias” montadas por la embajada de Estados Unidos continuaron hasta el día mismo del referéndum.  El voto por el NO prevaleció a pesar de la tendencia favorable que aparecía en los sondeos.  Morales aceptó la derrota con nativa ecuanimidad pero en declaraciones posteriores al referéndum fue muy claro al señalar que la embajada norteamericana había agitado una campaña hostil.

La investigación sobre Gabriela Zapata reveló que ella había capitalizado su previa relación con Morales para favorecer su carrera.  A ella se le ofreció un cargo en la compañía china CAMC y adquirió una vivienda de lujo en un barrio exclusivo de La Paz haciendo gran ostentación de su “relación” con el líder boliviano, aunque él no tuvo ninguna participación en esto.  Esta fue la misma razón por la que ella trató de iniciar una relación personal y de negocio con el jefe del gabinete presidencial, Juan Ramón Quintana.  Quintana ha negado categóricamente haber conocido jamás a Zapata.

De manera gradual, todas las evidencias fabricadas por la CIA se desintegraron.  Zapata se encuentra ahora testificando y su abogado huyó al extranjero debido a que su relación con los norteamericanos fue denunciada.  El agente Valverde Bravo huyó hacia Argentina.  Las acusaciones contra Morales están siendo lanzadas desde allá con renovados bríos.  El ataque continua.  Todo resulta muy lógico, una mentira repetida muchas veces es un arma efectiva dentro de esta nueva generación de guerra informática.    El más reciente ejemplo es la suspensión de Dilma Rousseff quien fue acusada de corrupción por funcionarios ¡Que el gobierno de Rousseff había certificado como corruptos!   

Estos últimos meses, las fuerzas armadas norteamericanas han estado aumentando su presencia en Bolivia.  Por ejemplo, el coronel Felando Pierre Thigpen visitó el Departamento de Santa Cruz donde existen fuertes tendencias separatistas.  Thigpen es conocido por estar involucrado en un programa conjunto del Pentágono y la CIA para reclutar y entrenar un potencial personal para la inteligencia norteamericana.  En comentarios publicados por blogueros bolivianos y en publicaciones acerca de Thigpen se indica que el coronel fue enviado al país en vísperas de los eventos relacionados con “el inminente cambio de un gobierno que ha perdido su potencial, como también la necesidad de reclutar personalidades jóvenes alternativas para una nueva estructura de dirección política.”  Algunos comentarios indican que Thigpen se encuentra supervisando el trabajo del diplomático Peter Brennan y de Erick Foronda, asesor de prensa de la embajada de Estados Unidos.

La embajada replicó los comentarios señalando que Thigpen había llegado a Bolivia “por su propia iniciativa” pero que no es ningún secreto que fue invitado para “trabajar con la juventud” por las ONGs que coordinan sus actividades con los norteamericanos: Fundación para el Liderazgo y Desarrollo Integral (FULIDEI) , la Red de Transformación Global (RTG), la Escuela Boliviana de Héroes (EBH) y otras.  De tal modo que la labor de Thigpen no es de ningún modo improvisada sino más bien que está dirigida a enfrentar al gobierno de Morales.  En términos locales, el partido Demócrata Cristiano le brinda cobertura política.

Los planes de Estados Unidos para desestabilizar a Bolivia le fueron provistos al gobierno de Morales por un país amigo desconocido, estos planes incluyen un cronograma paso a paso de las acciones programadas por los norteamericanos.  Por ejemplo, “organizar huelgas de hambre  movilizaciones masivas, fomentar conflictos dentro de las universidades, organizaciones civiles y comunidades indígenas, como también dentro de las instituciones del estado.  Desarrollar relaciones amistosas con oficiales militares retirados y en servicio activo con el objeto de erosionar la credibilidad del gobierno dentro de las fuerzas armadas.  Resulta absolutamente esencial entrenar a los militares para un escenario de crisis de manera que en un ambiente de creciente conflicto social, ellos encabecen un levantamiento contra el régimen y apoyen las protestas con el objeto de asegurar una transición pacífica hacia la democracia.”

Los primeros frutos de este programa han sido el surgimiento de protestas sociales (marchas de ciudadanos discapacitados se organizaron a sugerencia de la embajada de Estados Unidos)  aunque el gobierno de Evo Morales ha evidenciado una mayor preocupación por los intereses de los bolivianos de bajos ingresos que cualquier otro gobierno en la historia del país.

El alcance de la operación para el derrocamiento del presidente Morales –financiado y dirigido por los servicios de inteligencia de Estados Unidos—continua su expansión.  El mayor adversario de Estados Unidos en América Latina ha sido sentenciado a un destino “neutralizador”.  Vociferando contra Evo Morales la oposición radical se ha referido abiertamente al hecho que desde hace mucho tiempo la región no ha sabido de una desastre aéreo digno de mención que comprometa a un político que ha sido hostil con Washington.

*Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona