En días anteriores me encontré con una noticia que además de despertar mi inquietud en el área internacional, trajo a mí una fuerte preocupación en mi sentido humanitario y socialista. En la recién independizada Sudan del Sur (2011) hubo una despiadada masacre (Bentiu), donde rebeldes asesinaron a cientos de civiles, basándose en principios étnicos, esto fue en la mezquita de Kali-Balle en la cual había refugiados entre hombres, mujeres y niños. Hay que recordar que este conflicto comenzó en diciembre 2013, cuando un grupo de rebeldes partidarios de Riak Mashar intentaron derrocar al gobierno del actual presidente Salva Kiir. Luego de toda esta discordia el pasado 23 de abril el Gobierno y los rebeldes firmaron un acuerdo de alto al fuego y además representantes de la ONU acordaron viajar a la zona afectada, ahora bien ¿qué hay más allá de la tragedia?
La UNICEF ha informado que en la región existen unos 740.000 niños con alto riesgo de inseguridad alimentaria, creando escenarios de desnutrición severa, sumándose el deficiente acceso al agua potable y las posibles enfermedades infecciosas que vendrían a futuro. Este organismo ha solicitado 38 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria de los cuales, solo han recolectado 4,6 millones, creo que el mundo está más pendiente del mundial de futbol, de la farándula o simplemente de cosas superficiales sin entender el grave problema que afronta los pobladores de esta región, sin contar lo terrible del abuso infantil en lo que se refiere a los niños soldados, infantes que son reclutados por los rebeldes para usarlos en sus combates. Existe un campo de desplazados en Awerial (Centro de Sudan del Sur), en el cual las temperaturas son mayores a 40°, sin techo donde cobijarse y expuestos a cualquier condición infrahumana. Ya se habla de 1.080.000 desplazados, la ayuda recabada no cubre ni la quinta parte de las necesidades de esta población.
¿Qué podemos hacer por Sudan del Sur como ciudadanos del mundo? Podemos ayudar a difundir esta información que muchas veces la ocultan los medios privados, la cual por cierto los artistas que ganan millones de dólares y que estaban muy preocupados por Venezuela no se han pronunciado al respecto. Hagamos esta situación lo más visible que se pueda para presionar a los gobiernos a que asuman compromisos en cuanto a la ayuda humanitaria que necesitan estos hermanos.
