Mientras la Unión Europea y Estados Unidos se enrolan en campañas mediáticas y agresivas contra países que se han distanciado de las políticas trazadas por Occidente, naciones emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, integrantes del BRICS, avanzan por crear mecanismos económicos, sociales y financieros que beneficien no solo a sus habitantes, sino también a otros países del orbe.
Hagamos un rápido recuento de las acciones emprendidas por Washington y Bruselas en los últimos años contra gobiernos no afines: ataque e invasión de Afganistán por sus relaciones con Al Qaeda; la misma operación contra Irak porque supuestamente tenía armas químicas; similares acciones en Libia para eliminar al presidente Muammar al Khadafi,
Hostigamiento y bloqueo contra Siria por las diferencias de Bashar al Assad con Occidente; golpe de Estado en Honduras por haberse acercado al ALBA; acciones desestabilizadoras para intentar derrocar al gobierno venezolano; golpe parlamentario al presidente paraguayo Fernando Lugo; la misma receta contra el presidente Ucraniano Viktor Yanukovich. La lista es cuantiosa.
Contrario a esas agresiones, en diversas regiones del mundo se forman alianzas para mejorar la economía y las finanzas de sus países como el caso de los integrantes del BRICS que ya han dado los pasos para crear un nuevo banco multilateral que en 2016 iniciaría la entrega de préstamos.
Los integrantes de la agrupación económica negocian desde hace dos años la creación del banco, y en discusión se encuentran la asignación de capital per cápita, la repartición de cuotas para la fundación de una Reserva de Divisas, y la sede de la futura entidad prestamista.
Declaraciones de funcionarios rusos y brasileños destacan que el organismo financiero arrancará con un capital de 50 000 millones de dólares y podría empezar a otorgar préstamos en dos años. Su sede se decidirá entre Nueva Delhi, Shanghai, Johannesburgo o Moscú pues Brasil no se ofreció para acogerla.
Las Reservas de Divisas, contarían en un inicio con 100 000 millones de dólares e informaciones preliminares señalan que las cuotas se distribuirán de la siguiente forma: Rusia, India y Brasil proporcionarán 18 000 millones de dólares cada uno, Sudáfrica 5 000 millones de dólares y China 41 000 millones de dólares.
Durante los días 15 y 16 de julio, y tras concluir el Mundial de Fútbol, los líderes del BRICS, Dilma Rousseff, Brasil; Vladimir Putin, Rusia; Xi Jinping, China; Jacob Zuma, Sudáfrica, y Narendra Modi, primer ministro de India, celebrarán la VI Cumbre de la organización en la cual participarán las cinco principales empresas de cada país y sus bancos nacionales de desarrollo.
Asimismo, aprovecharán la ocasión para sostener un encuentro con presidentes de las naciones suramericanas como lo hicieron durante la V Cumbre del organismo en Durban, Sudáfrica cuando invitaron a líderes africanos.
Y lo más importante será la suscripción del acuerdo para el nacimiento del Banco de Fomento y Fondo de Reservas.
Estas dos instituciones que fundarán los cinco países emergentes aparecen como alternativas al Banco Mundial (BM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) creados en 1944 en la ciudad norteamericana de Bretton Woods como mecanismo de dominación de los países capitalistas.
Esos organismos financieros desde un principio, han estado bajo la supremacía de Estados Unidos y de Europa Occidental, los que ejercen un control financiero total sobre las naciones pobres del mundo, con empréstitos y exigencias de pagos injustos.
El poder del FMI se basa en que sus programas de ajustes tratan de imponer la confianza de los mercados internacionales de capital en el país deudor, como ha ocurrido recientemente en Grecia, Portugal, España, Irlanda y ahora Ucrania.
El subsecretario de la Cancillería brasileña, José Alfredo Graça Lima y el secretario ejecutivo de la comisión interministerial por la parte rusa, Vadim Lukov, precisaron que entre los propósitos del Banco se encuentra el de financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible de sus miembros y de terceros países fuera del grupo.
Los directivos del Banco evaluarán las finanzas de los deudores pero nunca intervendrán en sus asuntos económicos. El fin es proporcionar préstamos a un costo más bajo del que se obtiene en los mercados o en las instituciones financieras internacionales.
De esa forma, la entidad bancaria cubriría la creciente demanda de financiamiento de proyectos que los organismos multilaterales globales no han podido satisfacer y cuando lo hacen, exigen obligaciones y demandas que atentan contra la soberanía y la independencia económica de sus deudores.
Se prevé que en el futuro se adhieran al organismo financiero otros países y organizaciones. Al ser analizadas las nuevas solicitudes y previa aprobación de una comisión, los interesados deberán entregar una cuota de 100 000 dólares.
Resulta ya innegable la creciente influencia de las economías emergentes en el escenario financiero global, que desde Bretton Woods ha estado dominado por Estados Unidos y Europa Occidental mediante el FMI y el BM.
Aunque con el epíteto de emergentes, en total sus miembros cuentan con el 25 % del Producto Interno Bruto global, la mitad de la población del globo terráqueo, el 30 % de la superficie terrestre y el 35 % de las reservas de divisas.
Sus recursos naturales son abundantes que van desde petróleo y gas (sobre todo Rusia y Brasil) bauxita, oro, plata, manganeso, níquel, fosfato, platino, tungsteno, plomo, zinc, estaño, uranio, carbón, diamantes, energía eléctrica). Producen alimentos y sus economías son compatibles pues lo que le falta a uno, el otro lo tiene.
Con el progresivo desarrollo económico que estan teniendo esos países, el BRICS pudiera convertirse en un grupo que lleve al mundo hacia un sistema multipolar en contraposición a la unipolaridad actual.