Luego de que los resultados electorales favorecieran al presidente Juan Manuel Santos en su segunda reelección electoral este no le da una salida a la situación social que vive el país. En primer lugar Santos representa los intereses de la oligarquía colombiana y estos intereses no son más que mantener el estatus quo a la que se ha mantenido a la población colombiana, Santos como buen representante de la oligarquía mediática de Colombia le sac{ó el mayor fruto a las negociaciones de paz y así mismo durante meses manejo el tema de la paz como bandera electoralista. Fue este punto y más ningún otro que colocó como vencedor a Santos ya que sus propuestas sociales no son más que una falacia y estas jamás se aplicaran para beneficiar al pueblo pobre de Colombia al contrario solo le dará la continuidad a la oligarquía para ejercer las políticas neoliberales que se han venido aplicando en Colombia durante los últimos treinta años.
Otro interés que surge de la continuidad de Santos en el poder es el de las grandes corporaciones petroleras las cuales les interesa más trabajar con un gobierno que juegue a lo mediático, que otro que confronte directamente a enemigos comunes pero que pone en riesgo a los intereses estadounidenses en el país. El elemento de los señores de la guerra; las grandes corporaciones de armas del departamento de estado y el gobierno sionista de Israel los cuales mantienen relaciones directas con el gobierno de Santos y estos no van a permitir que la promesa del candidato vencedor de una paz se logre en el país ya que estos mismo señores y los grandes ricos que ostentan el poder en Colombia son los grandes beneficiados en la continuidad de la guerra, enmarcada desde hace un tiempo en el Plan Colombia y la permanencia de las bases militares gringas en todo el territorio colombiano es una muestra clara de ello.
La pelea ente Santos y Uribe no es más que otro circo montado por el Departamento de Estado con la única finalidad de legitimar las políticas dirigidas por el Banco Mundial y sus amos en Washington y esta forma de legitimación se dio en el voto. Entendiendo que Santos no representa los intereses del pueblo colombiano esta forma mediática, como experimento de la CIA arrojó un buen resultado y fue el de hacer creer a la población que la alternativa a los males que sufre el país era votar por Santos; y es tanto el veneno mediático introducido por los medios, que hasta un sector de la llamada “izquierda” que juega a la política colombiana llamo a votar por el ex subalterno de Uribe Vélez. Así como también, otros que ya piensan sentarse en cargos burocráticos para satisfacer sus necesidades burgueses. El candidato perdedor no es más que un títere de la burguesía más reaccionaria de Colombia aliada al narcotráfico y al paramilitarismo impulsado, desarrollado y perfeccionado por Álvaro Uribe Vélez, entonces no hay diferencia en lo absoluto de ninguna forma de estos dos señores de la guerra incrustados en la política montados en un show mediático más que por dar una alternativa viable para el hermano país y que la igualdad política de estos de Uribe y Santos es la misma y ambos garantizan por cualquier medio que los deseos depravados de la casa blanca se cumplan.
