El grito desesperado de Rigoletto, en la Ópera de Verdi, esa explosión, que expresaba su tremendo dolor, incontenible ya en su pecho, frente a la brutalidad y la impunidad, de los poderosos señores de la época , podría entenderse en sentido parecido, traducida en la Venezuela de hoy, frente a una exacción , desidia e impunidad , ejercida sobre la ingenuidad del pueblo trabajador venezolano, por los mismos cortesanos… hoy Burócratas, que ejercen el Poder.
El derecho al Poder, le venía al Duque de Mantua, el cortesano que traicionaba a Rigoletto, por el derecho de sangre feudal.
Hoy en Venezuela, el Poder lo ejercen los burócratas, por el voto de la mayoría del pueblo venezolano, que creyó al votarlos, en los ideales y el mandato del Comandante Chávez, el del camino al socialismo.
Pero Venezuela no es una Ópera, es un país real, viviendo un momento excepcional, en el concierto de los países de América Latina y siendo lo quieran o no, una vitrina ante todo el mundo de una experiencia social inédita, la intención de marchar al socialismo, emergiendo desde un sistema económico capitalista.
Cuidado compañeros Venezolanos!!!... los del Congreso del PSUV.
Que la Marcha al Socialismo, no se hunda en los bolsillos de los malos burócratas, como ocurrió, durante la Perestroika de la ex Unión Soviética.
Allí también, en un escenario lamentablemente muy parecido, a la Venezuela actual, el pueblo no participaba en las decisiones políticas, que hacían a su vida diaria.
Allí una camarilla de Burócratas, sus hijos y familiares, se había apoderado del Gobierno efectivo y de los recursos económicos del país, apoyados en la incapacidad e indecisiones, de un Gorbachov sin personalidad.
Y cuando consideraron llegado el momento, lo traspasaron directamente a sus bolsillos, despojando a todo el pueblo ruso, de 75 años de trabajo solidario, sin patrones privados.
A diferencia con la Venezuela actual, allí no tenían una Clase Media existente, pues no había la división clases sociales del mundo capitalista.
Entonces, los burócratas ladrones y traidores al socialismo, se vieron obligados a construir, a toda velocidad, una clase media, la que necesitan siempre los capitalistas.
En su caso, para que cumpla las funciones, de un colchón separador y protector, entre los más ricos y nuevos oligarcas, y la masa enorme de pueblo ruso despojado.
Venezuela tiene desde hace mucho esa Clase Media, cumpliendo esa triste función. Los burócratas venezolanos, están formados en esa Clase Media. Esto les facilita el despojo, que preparan para el pueblo venezolano.
La convivencia con el capitalismo interno, en manos de la vieja oligarquía venezolana y la presencia activa de una clase media, que introduce su típica confusión y ambigüedad, afectan la pretendida marcha al socialismo y facilitan la labor subversiva, de los burócratas empeñados en enriquecerse individualmente, lo más rápidamente posible.
Solo la participación activa, del pueblo trabajador venezolano, en las decisiones y actividades políticas, económicas y productivas, son las bases que convalidaran, las decisiones de un Congreso por el Socialismo.
El Congreso del PSUV , debería mirarse en el espejo de la Perestroika, para evitar caer en esa traición, a los ideales del Comandante Chavez y salvar, en primer lugar para el pueblo todo venezolano, y también para los demás trabajadores en el mundo, esa posibilidad de acceder al justo, solidario y humanista, porvenir Socialista.
Afectuosamente.
