La Cumbre de las Américas 2015, retorna al camino que señaló Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá (1826); hoy, a 189 años se presenta como la Cumbre de los pueblos que alzan las banderas de la emancipación, las luchas independentistas, anticolonialistas y antiimperialista. Bolívar despierta en el pueblo, como dijo el poeta Neruda, cada cien años, y con él un líder, Hugo Chávez, para dar la batalla, al decir de Martí, en las trincheras de ideas, que promuevan y convoquen la anfictionía de los Pueblos.
El Libertador de Naciones en 1824, propone para las Repúblicas nacientes, una confederación plenipotenciaria, en cuyos propósitos fundantes busca establecer alianzas defensivas y anticolonialistas, que en paz y guerra sea escudo [del] nuevo destino; orientar y «proveer los elementos de combate, para libertar a Cuba y Puerto Rico», bajo la forma jurídica del uti possidetis iuris, como principal objetivo de la Confederación entre las Repúblicas de la América hispana; ya impulsadas por Bolívar (1822), en el pacto de Unión, Liga y Confederación, que firma Colombia con Perú, Chile, México y Centroamérica.
La independencia de las islas de Cuba y Puerto Rico, con relación a España, se logra posteriormente; sin embargo, éstas, siguen siendo, olfateadas por los sabuesos de los Estados Unidos, como las adiciones más apetecibles para el sistema de estados del Norte colonialista; no obstante, los objetivos; por entonces, de la Confederación de Repúblicas, no fueron logrados en su totalidad; queda sentado el precedente en el «augusto Congreso de los Representantes de las Repúblicas…», como impulsor de las independencias de Cuba y Puerto Rico.
En el amanecer bélico del siglo XX, Puerto Rico, queda entrampado en la Ley 600, Commonwealth y, Cuba, azotada por el más tiránico bloqueo económico, desde 1960, resistiendo como ejemplo de dignidad y Patria rebelde del Continente. En el contexto actual, y, bajo los designios, avant la lettre, del preclaro Libertador Simón Bolívar. La integración de la República de Cuba, a la Cumbre de las Américas 2015, es un hecho contundente y luchado desde las políticas de integración latinoamericana, del palpitar cabalgante y revolucionario, tal el empeño de sendos líderes mundiales, Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, que en el siglo XX y XXI, sembraron para la nueva historia de Latinoamérica, la semilla definitiva para la emancipación de los pueblos.
La nueva fuerza revolucionaria de los países bolivarianos integrada en el ALBA, la CELAC y UNASUR, punta de lanza de las emancipaciones del siglo XXI, fue decisiva en cerrar filas, ante la postura de Washington y Canadá, quienes se negaron a darle cabida a Cuba en la VII Cumbre de las Américas, Panamá 2015; sin embargo; cabe resaltar, que es la unidad y la fuerza revolucionaria de los países progresistas de Latinoamérica, que en el siglo XXI, unidos en voluntad política y esfuerzos colectivos de integración, han permitido neutralizar las falanges imperiales del Gigante del Norte, reviviendo el espíritu del Libertador.
Los escenarios geopolíticos continentales, no son casuales en el Istmo, tienen su referente principal en Bolívar, cuando señaló la integración de los pueblos libres de la América Española, «en el centro del Globo» que fijó, desde el pensamiento meridional del Libertador en 1824, «la historia diplomática de América, una época inmortal», y que en el siglo XXI, reconoce a Cuba como miembro de los países del hemisferio americano, deuda histórica e espiritual del Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826.
¡Viva Cuba!
¡Vivan los pueblos de Nuestra América!
¡Viva el Istmo de Panamá!
Independencia y Patria Socialista
¡Viviremos y Venceremos!
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