Nguyen Tat Thanh quien posteriormente habría de ser conocido en todo el mundo como Ho Chi Minh, es uno de los luchadores revolucionarios que más ha calado en el corazón de nuestro pueblo. Nació en Annam el 19 de mayo de 1890. Estudió en Hué y Saigón, hasta que en 1912, con apenas 22 años de edad emigró a Europa y 28 años después regresaría a su país para derrotar a los Estados Unidos y sus fuerzas militares, las más poderosas conocidas hasta ahora en nuestro planeta.
Su nombre Ho Chi Minh, que significa El que ilumina fue el nombre que le dio el pueblo vietnamita cuando ya como jefe de las fuerzas revolucionarias se colocó al frente de la vanguardias.
Ho Chi Minh, fue miembro de Partido Comunista de Francia, fundador de Partido Comunista de Vietnam (1930) y del Frente de Liberación de Vietnam – Viet Minh (1940), luchó contra la ocupación japonesa. En 1945 decretó la creación de la República Democrática de Vietnam y ese mismo año venció a las tropas coloniales francesas.
Posterior al desalojo de las fuerzas coloniales francesas vino la ocupación estadounidense, con sus más de siete millones de toneladas de bombas y cien mil toneladas de tóxicos, en la guerra química más cruenta de la historia de la humanidad; el resultado de la invasión norteamericana a Vietnam fue de 4 millones de muertos.
Mientras los Estados Unidos llevaba a cabo esa despiadada masacre en Vietnam, "el concierto de naciones libres" nunca tomó partido por los millones de seres humanos que conformaban la población civil diezmada día a día. Fue durante la guerra de Vietnam cuando en la Organización de las Naciones Unidas comenzó a aplicarse el doble rasero en la interpretación de la defensa de los derechos humanos. Situación que se hace evidente en nuestros días; un rasero similar al que aplicaron al pueblo vietnamita aplican hoy día al pueblo palestino, al pueblo sirio, etc.
Sin embargo, por encima del inmenso poderío militar y mediático de los Estados Unidos la figura del camarada Ho se convirtió en un emblema de lucha para los revolucionarios del mundo entero y donde quiera que hubiese un hombre había un puño alzado en señal de protesta contra la criminal ocupación norteamericana de los territorios que conformaban la república títere de Vietnam del Sur.
Gracias a ese profundo sentimiento de solidaridad que Ho Chi Minh despertaba en todos, en 1964 en Venezuela tuvo lugar una acción heroica en apoyo al combatiente Nguyeh Van Troi quien fuera apresado por soldados de las fuerzas pronorteamericanas de Vietnam del Sur cuando se aprestaba a minar un puente en Saigón por donde pasaría el Secretario de Estado Robert MacNamara.
Para evitar la ejecución Nguyeh Van Troi, un comando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) en Venezuela secuestró al coronel Michael Smolen - Segundo Jefe de la Misión Aérea Norteamericana en nuestro país.
Los guerrilleros venezolanos ofrecían la libertad de Smolen a cambio de la liberación de Nguyen Van Troi. Las autoridades norteamericanas dieron la orden de suspender la ejecución Nguyen Van Troi, pero en cuanto Smolen fue liberado en Venezuela se libró en Vietnam la orden de ejecutar a Nguyen Van Troi, quien fue torturado durante meses y finalmente fusilado por soldados sudvietnamitas el 15 de octubre de 1964, a las 9.50 am.
Muchos años después en la URSS, unos estudiantes vietnamitas me contaron lo que ocurrió el día en que llegó a Vietnam la noticia del secuestro en Venezuela del Segundo Jefe de la Misión Aérea norteamericana: "¡Ese día se agotaron los mapas en todas las librerías del país, todo el mundo salió corriendo hasta la librería más cercana; querían saber dónde quedaba Venezuela, el lugar donde un grupo de jóvenes arriesgaban su vida por Nguyen Van Troi. Eso todavía lo recuerda la gente!", me lo decían, dejando ver en sus ojos un brillo emocionado.
Y aquí en Venezuela no hemos perdido el recuerdo de aquél muchacho 19 años de edad cuyas últimas palabras fueron las mismas que pronunciamos hoy:
¡Viva Vietnam, viva Ho Chi Minh!