Los diversos actos celebrados en Europa y Eurasia en conmemoración de la finalización de la Segunda Guerra Inter-imperialista a la cual fue arrastrada la Unión Soviética fue un momento histórico repleto de reflexiones y conclusiones diversas y hasta contradictorias que reflejan cuan tan presente se encuentran aún hoy esos acontecimientos y que tan relacionados con los mismos y sus actores es la actual situación geopolítica mundial caracterizada por la gran crisis sistémica del Capitalismo, la emergencia de nuevos actores y factores que amenazan desplazar a las viejas hegemonías y el estado generalizado de conflictos armados y tensiones internacionales provocadas por la estrategia del "Caos Controlado" que diseñan y desarrollan lo0s Estados Unidos de América en el peligro y vano intento por reimponer su dominio unipolar sobre el mundo posterior a la disolución de la Unión Soviética y, lo que no es menos importante, la proyección a lo largo de todo el presente siglo XXI que seguirán teniendo tan lejano acontecimientos bélicos y los actuales eventos políticos y militares que se le han derivado.
Aunque la historiografía oficial del centro Capitalista Mundial ha sostenido, aún hoy, que la Segunda Guerra Mundial fue un conflicto desatado por un líder paranoico, racista y antisemita alemán llamado Adolf Hitler, los estudios de las evidencias históricas no deja duda alguna que, en el centro de las causas de la más destructiva de todas guerras desatadas en el planeta Tierra, fue el insuperable conflicto entre las élites económicas, políticas y militares de la vieja Europa colonialista que no pudo resolver sus contradicciones para superar la crisis de crecimiento mediante el reparto territorial, económico y poblacional del mundo con la Primer Guerra Inter-imperialista Mundial (1.914-1.919), la cual condujo a la Gran Depresión de los años 20’s del pasado siglo XX, que profundizó los antagonismos de las burguesas gobernantes en Europa, los Estados Unidos y Asia e hizo inevitable la confrontación con una Alemana rearmada y revanchista pero que, por valoración ideológicas y estrategias militares, prefirió lanzar lo mejor de sus fuerzas y poder destructivo contra el Estado Obrero y Campesino de la Unión Soviética para luego culminar su proyecto hegemónico mundial con la victoria sobre los débiles ejércitos de las decrépitas realezas europeas y la menguada República burguesa de Francia; diseño estratégico que, felizmente para la Humanidad, no contó con la solidez de un Estado de los trabajadores, la experiencia militar de un ejército de trabajadores y la conciencia del pueblo ruso y demás pueblos de las Repúblicas Soviéticas que dieron el mayor sacrificio humano y soportaron la mayor destrucción material de cuantos pueblos participaron en esa contienda.
En ese marco, la visita a la ciudad de Moscú de la Canciller de Alemania, señora Angela Merkel un día después de los actos conmemorativos de la Gran Guerra Patria (como define el pueblo ruso su participación en la Segunda Guerra Mundial) y su entrevista con el Presidente Vladimir Putin, es una clara indicación de que una parte de las elites políticas burguesas alemanas hoy entienden mejor el real origen histórico y las enseñanzas derivadas de la Segunda Guerra Mundial, que no son otros que la responsabilidad de la burguesía alemana en la provocación del conflicto armado y la convicción que ayer, bajo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y hoy bajo la burguesa Federación Rusa, no es posible construir una Europa de Paz y un mundo de progreso sin contar con el apoyo de Rusia, en cuyo cobijo se encuentran 360 millones de personas, 9 millones de kilómetros cuadrados de territorio, una economía en franca expansión y articulación mundial con su socio estratä0gico de China y los países BRICS’s, las reservas petroleras y de gas más formidable del continente europeo y, una de las dos maquinarias militares y nucleares más potentes del planeta.
Por mucho que al liderazgo alemán actual le irrite la decisión democrática del pueblo de la República de Crimea y la Ciudad Autónoma de Sebastopol de reincorporarse a la Federación Rusa y la vergonzosa derrota militar de los ejércitos oficiales y las bandas fascista ucranianas a mano de las tropas de milicianos de Donest y Lugansk, declarando mediante referendo democrático su separación de la Ucrania de Poroshenko y la creación de República independientes; la señora Merkell no puede desconocer que, como lo sostuviera recientemente el exCanciller alemán Sroehder, en Europea no hay solución posible a los problemas sin la participación de la Federación Rusa, ya que Rusia, pese a todas la debilidades producidas con la disolución de la Unión Soviética sigue siendo un factor importante en la construcción de una geopolítica de Paz y Seguridad en el continente y un socio irremplazable para favorecer la recuperación de lesionada economía europea.
Esta nueva reunión en el Kremlin, entre la Canciller Merkel y el Presidente Putin, aunque confirmó las importantes diferencias en la visión e interpretación de los hechos históricos de la Segunda Guerra Mundial y los cercanos eventos sobre la crisis de Ucrania, pareciera demostrar, junto con las dos (2) reuniones de Minsk (Bielorusia) del Cuatripartito compuesto por Rusia, Alemania, Francia y Ucrania, que acordó del Alto al Fuego y la separación de las Partes Contendientes, que la actual dirigencia alemana está distanciándose de las posiciones agresivas y belicistas de los Estados Unidos sobre el conflicto en Ucrania, que conducen, inevitablemente, a una guerra en Europa, cuyos mayores perdedores sería la Unión Europea, por lo daños económicos, humanos y materiales que causaría mientras que, al igual que los Estados Unidos, tal contienda estaría muy lejos del territorio estadounidense. Quien saldría indemne de la misma.
Las duras enseñanzas de la historia le debe imponer hoy al liderazgo político el deber de oír a los pueblos y no a las elites burguesas y círculos militaristas que conspiran para llevar al mundo a una nueva conflagración universal con el bastardo propósito de sacar al sistema Capitalista de su profunda crisis terminal.