En el contexto geopolítico de América del Sur, la República de Chile transita con cierta incertidumbre por los meses finales de este año 2015. Este país sureño, que se extiende como una franja alargada, de norte a sur, haciendo frente a las aguas del Océano Pacifico, se aproxima a momentos de decisiones importantes y trascendentes.
Después que sus gobiernos postdictadura militar han logrado, durante más de veinte años, llevar adelante una gestión caracterizada por cifras llamativas de crecimiento económico y reducción de la pobreza, el país chileno se prepara para llevar adelante significativos cambios institucionales y jurídicos.
Están en el tapete de las discusiones temas como la reforma constitucional, la reforma tributaria, la reforma educativa, la reforma laboral, la despenalización del aborto, la reivindicación del pueblo mapuche, entre otros, que sin duda darán lugar al surgimiento de tensiones entre los diferentes actores políticos, sociales, económicos y militares de la sociedad chilena.
Los acontecimientos por venir configurarán un cuadro eminentemente geopolítico, donde saldrán a la luz las rivalidades de poder existentes en el territorio chileno. Actores políticos con visiones contrastantes de la centroizquierda (Nueva Mayoría: PS, PDC, PPD, PRSD, PCCh, IC, MAS) y de la centroderecha (UDI, RN, Evópoli, PRI), actores gremiales como los todopoderosos transportistas, actores sociales como el movimiento estudiantil y el pueblo mapuche, actores económicos como los empresarios agrícolas, forestales e industriales, y actores militares, darán rienda suelta a sus fuerzas contenidas durante ya casi 43 años, de la misma forma que lo hizo el volcán Calbuco, que hizo erupción este año, precisamente después de haber estado inactivo durante 43 años.