El mundo al revés de Eduardo Galeano, se quedó en el pasado con los desplantes de los genocidas del norte, que siempre se están "preocupando", por lo que ocurre en el mundo, pero jamás se preocupan y mucho menos se ocupan de lo que ocurre en su país y en los que han tenido la desgracia de recibir la vista de sus criminales cachorros, que dejan a su paso muerte y destrucción, junto a las perdurables crisis sociales, como la actual, que tiene como escenario Europa.
La señora Hilary Clintón, ahora, al igual que Barack Hussein Obama y su pandilla está preocupada por lo que ocurre en Venezuela, porque según ella es lamentable, porque a su juicio se han perdido la llibertad y las oportunidades de los venezolanos y, todo por culpa de los líderes actuales que acabaron con la democracia más perfecta de América Latina.
Se ve que la señora Clinton, defiende a quienes como ella entienden por democracia, pisotear a los pueblos, saquear países y asesinar a quienes se opongan a sus designios. De allí su preocupación por Venezuela. Esa misma preocupación la tuvo ella por Libia, donde luego que sus sicarios, asesinaron al presidente Mohamar Ghadafi y caotizaron a ese país, lo celebró, diciendo a la prensa: Bueno, llegamos, miramos y el murió, acompañado de una carcajada..
Pues bien señora Clinto, desde aquí le decimos que Venezuela, no necesita de sus groseras e insolentes opiniones, porque los problemas y lo que haya que hacer en este país es cuestión de nosotros los hijos de Bolívar, herederos de Chávez, de Miranda, de Guacaipuro, Ezequiel Zamora y tantos ejemplos que tenemos para nuestra felicidad.
Usted señora Clinton no se preocupe, ocúpese de: las matanzas de civiles, que a cada momento ocurren en su degenerado país, como consecuencia de la descomposición social, producto de gobiernos criminales, invasores, saqueadores y genocidas, que están enloqueciendo a sus compatriotas, que desde que están en el vientre de sus madres, el único mensaje que reciben es el de la muerte y el robo. De los millones de niñas y niños que mueren de hambre cada año, como consecuencia de las políticas hambreadoras que impone su sistema capitalista salvaje. De los miles de indigentes que las políticas de los gobiernos, incluyendo al de su esposo, han dejado después de arruinarlos y colocarlos en situación de calle, para proteger a los banqueros corruptos y las transnacionales carroñeras que van por el mundo sembrando terror y matando al planeta. Ocúpese de los crímenes de lesa humanidad, que sus soldados cometen en el mundo entero y particularmente en Guantánamo, territorio robado a Cuba y utilizado como centro de inhumanas torturas contra indefensos e inocentes ciudadanos, secuestrados por ustedes en el mundo entero.
Ocúpese de dar respuesta a las miles de familias que están quedando en la ruina y enfermas en su país, como consecuencia de la irresponsable política puesta en boga por su jefe Obama para barrer los precios del petroleo. Seguramente que el Fracking, de mister Obama, no le ha tocado su finca, pero sí, las de los granjeros de Maryland y otras pobladores de sectores rurales, que cada día ven morir sus sueños, sin derecho a nada, porque las transnacionales, les montan los taladros en los patios de sus casas sin pedirles permiso y no hay forma de reclamar en esa su DEMOCRACIA, señora Clinton.
Ocúpese de los millones de huérfanos que sus cachorros han dejado en Afganistanh, Irak, Libia, Siria y en América Latina y el Caribe, producto de las invasiones ejecutadas por sus gobiernos. Ocúpese de presentar excusas y de indemnizar a las víctimas de Chorrillo en Panamá.
Finalmente señora Clinton, triste y lamentable, fue el papelote que usted hizo, cuando su esposo el carismático y saxofonista Billy, hacía de becerrero en la Casa Blanca, que por poco le cuesta el cargo. Vaya a lo suyo, a lo interno en su país, que bastante grave y delicada es la situación, que confronta, moral, económica, política y espiritualmente. Por todo esto señora candidata presidencial, no se preocupe ocúpese.