Ha triunfado Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de la Argentina. Con ese triunfo se debilita considerablemente la alianza de países latinoamericanos que desde hace una década vienen promoviendo una política de integración continental desligada del gobierno de los Estados Unidos. A diez años de la derrota del ALCA y George Bush en Mar de Plata, el pueblo argentino ha terminado votando por sus verdugos, regresando al poder a los feroces neoliberales que en el pasado fueron soporte de los militares durante la dictadura, y que con Menem y De La Rúa acabaron con los derechos de los trabajadores y traficaron con las finanzas, las industrias y las riquezas de la tierra de San Martín.
Aventuro a enumerar algunas de las posibles razones de esta dura derrota política del proyecto que levantó Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández:
· La falta de definiciones radicales en el mismo gobierno de Cristina Fernández. Cierto que se enfrentó a las políticas neoliberales, pero su ejecución económica no superó al Keynesianismo y el Estado de Bienestar. Intentó ser chicha y limonada a la vez, y aquí tenemos el resultado. El pueblo ha seleccionado a uno que se presenta con definiciones más claras. Lo lamentable es que selecciona a un fiel representante del capitalismo occidental que encabeza Estados Unidos, y defensor a ultranza del modelo económico neoliberal que estrangula los derechos de los trabajadores en todos los países donde se ejecutan sus políticas de "ajuste".
· El mismo candidato Scioli ni siquiera se igualaba con la ejecución programática de Kirchner-Fernández. Su discurso era distanciado de la gestión presidencial y no incorporaba referencia alguna al proceso de integración soberana que se promueve en la CELAC, Mercosur, Unasur y demás instancias nuestramericanas, y tampoco se vinculaba a los procesos de transformaciones políticas que se han desarrollado en este siglo a lo largo de todo el continente latinoamericano. Scioli se presentaba como un zanahoria ni fu ni fa, bien lejos de cualquier posición revolucionaria.
· El peronismo en el poder se caracterizó por su sectarismo hacia los movimientos obreros, populares y revolucionarios que provienen de tendencias marxistas diversas. Creyeron que con ellos solos bastaban para gobernar al país, y se cayeron de la nube en que estaban montados. Algunos analistas de cafetín pretenderán culpar de la derrota a grupos de izquierda que llamaron a votar en blanco. Esa explicación para estúpidos no podrá ocultar que la responsabilidad de no haber diseñado un gobierno incluyente y una alianza electoral incluyente radica en el propio peronismo, en la propia Cristina, en el mismo Scioli.
Las consecuencias de esta derrota del proyecto kirchnerista-peronista están por verse. Ya Macri ha anunciado que pedirá la expulsión de Venezuela del Mercosur, y es seguro que su política hacia los organismos de integración se orientará al aniquilamiento de todas las políticas soberanistas que en su momento impulsaron Chávez, Lula y Kirchner principalmente.
Impactará fuertemente en las elecciones venezolanas, porque le da esperanzas a la derecha criolla que pese a su división y mediocridad mantiene posibilidades reales de conquistar la mayoría en la Asamblea Nacional.
Golpea también a la burocracia chavista, pues le demuestra que la historia también se devuelve, y las victorias fortuitas pueden trastocarse en derrotas amargas. Afortunadamente el 6D no se decide la conducción del país, aunque sus resultados pudieran abrirle la puerta a la derecha fascista para intentar de nuevo la retoma del poder.
Finalmente, este resultado nefasto para el pueblo latinoamericano es derivado por una parte de la estrategia del imperialismo y sus aliados criollos, pero también es resultado de los errores propios en el campo "progresista" y revolucionario. Veámonos en ese espejo. Hugo Chávez dejó un legado que espera el sueño de los justos, un Golpe de Timón que nadie se ha preocupado por ejecutar.
Hemos escrito kilómetros de propuestas sugiriendo la rectificación del gobierno de Nicolás Maduro. No como supuestos "guerreros del teclado" como pretende descalificarnos la burocracia. Hemos propuesto ideas desde nuestros puestos de combate diario en el movimiento obrero y en el sector universitario. En Aporrea se pueden leer muchas de esas ideas totalmente ignoradas por la burocracia chavista. Creo que este resultado electoral en Argentina es un nuevo campanazo para la rectificación urgente del gobierno bolivariano que encabeza Maduro. No se puede esperar para después del 6D. Pudiera ser tarde.