Cuando en Francia pensaban que la alerta terrorista había terminado con el pitazo final de la Copa de Futbol Europea, el sangriento e inhumano atentado de Niza vino a tumbar las ilusiones de todo el continente caucásico.
Sucedió en Europa, cruel y doloroso. En un desafío dantesco a todos los organismos de inteligencia y contrainteligencia. Un mensaje preclaro a través de todos los medios de información que operan desde allá; la idea de que el terrorismo organizado puede actuar en el momento menos esperado, pero sobre todo donde se le pensaba que está más controlado.
Mientras la OTAN pierde su perspectiva en afanarse en hacer ver a Rusia como la amenaza para sus miembros, en lugar de buscar una alianza, una estrategia audaz que dé con las raíces de un ejército no convencional con una formación fanática que ha puesto en jaque a la seguridad occidental.
La Francia en crisis por la huelga laboral, la Europa crujiendo por la salida de Gran Bretaña no logran asimilar los golpes sistemáticos del terrorismo.
Los terroristas financiados por Occidente para acabar con gobiernos vanguardistas en Asia y África, pudieron organizar ejércitos sin más fin que el arrase de la humanidad. Sin banderas, por lo que al final todos son sus enemigos. Los terroristas no tienen aliados, no tienen fines, tienen formas demoledoras de actuar.
El terrorismo organizado, puede atacar compulsivamente como lo ha hecho en Siria, Nigeria, Libia, Egipto; pero también pacientemente como lo hace en Europa.
Europa está al tanto que el terrorismo ya no es una amenaza, no es algo que sucede allende las fronteras y se puede bombardear a capricho, sin estrategias comunes. Sabe que es un actor casi invisible, que acecha donde quiera, y ataca con furia cuando menos se espera.
El terrorismo que se instala en las grandes ciudades occidentales no cae con fusiles o bombas. Sus líderes saben que su principal arma es el miedo, el pánico que causa en una población que jamás se volverá a sentir segura en años, y la gente vivirá sin vivir tan solo para protegerse.
Si no se desarticula el terrorismo organizado en todos sus niveles, financieros, formativos e instrumentales, la humanidad verá detener su marcha hacia el futuro.