Por muy difícil que pareciese ser la situación, y luego de conocidos los desalentadores resultados del pasado domingo 2 de octubre en el plebiscito por la paz en Colombia, la situación con respecto a la paz en nuestra región suramericana y quizá a nivel mundial, se vislumbra bastante comprometedora, por cuanto, la voracidad de unos pocos sobre muchos, en pro de sus más oscuros intereses, jugó un papel importante en este resultado.
De nuevo la figura dantesca de Álvaro Uribe ligada con toda seguridad al imperio más perverso sobre la faz de la tierra, dan al traste con una iniciativa tendente a terminar de una forma más humana, con la guerrilla más antigua del continente y surgida la misma a raíz del vil e injusto asesinato, del abogado y líder colombiano Jorge Eliezer Gaitán.
De acuerdo a los resultados aportados por la Registraduría del Gobierno colombiano, de 34.899.945 de colombianos apenas un escuálido 37,280179094 concurrió a las urnas electorales, mientras 21.899.183 de sus hermanos dejaron de asistir al plebiscito, significando una elevada, clara y contundente abstención, ubicada en el 62,719820906 %.
De ese minoritario porcentaje de votantes y según Agencias Bogotá un 50,22% se inclinó a favor del no pedido a gritos por Álvaro Uribe durante su feroz campaña de odio visceral, mientras un 49,77 voto a favor de la paz, es decir, por el Sí, de modo que al Presidente Manuel Santos, la cosa se le pone difícil, desde luego, y viendo el fondo e implicaciones de este largo proceso, no le queda otro camino que seguir abogando por la paz en Colombia, tal como lo ha pedido el Papa Francisco y quien estaría dispuesto a viajar a tierra colombiana.
Aunado a este incuestionable hecho, cabe agregar y según el propio País de España, en ese país asistieron al acto apenas 7.138 de los colombianos residenciados con derecho a sufragio, ósea un 8,33%, y la respuesta por el sí fue aplastante sobre el no, ósea 68,63 % contra el restante 31,36 % a pesar de la campaña rechazando la Paz, emprendida por el Paraco y Ex presidente colombiano Álvaro Uribe.
Se puede afirmar que por la paz apostó mucha gente, muestra de ello y según Agencias Bogotá, desde el pasado 24 de agosto, la Plaza de los Hippies en Bogotá se había convertido en un punto de encuentro de los que abogaban por la paz, quienes habían estallado en alegría, a partir del momento se produjo el encuentro entre los jefes de los equipos negociadores, Humberto de la Calle, del Gobierno; y Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", de las FARC. Desafortunadamente y luego de conocerse los resultados de este domingo 3 de octubre esa alegría se transformó en llanto y tristeza.
Hasta este momento no parece existir conexión alguna entre ambos eventos; el plebiscito colombiano y la paz mundial, pero desafortunadamente, el imperio coloca sus mejores fichas con el objetivo de lograr sus intenciones más macabras y dentro de este orden de ideas, no podemos echar en saco roto que nuestro país, continua bajo el asedio permanente de este imperio siniestro, empecinado en apropiarse de todas las riquezas del planeta, incluidas las reservas petroleras, más grandes del mundo.
Muestra de lo anterior son las 7 bases militares norteamericanas militares en Colombia y avaladas por el paraco mayor de Álvaro Uribe y quien de haberse impuesto el sí, tenía mucho que perder incluso la libertad, por los delitos hasta ahora cometidos contra cientos, con miles de campesinos vilmente asesinados bajo los supuestos de ser guerrilleros, pero el fondo era despojarlos de sus tierras, ello constituye sin duda alguna crímenes de Lesa Humanidad.
De modo que la actuación de esta gema y paraco, no podía ser de otra manera, a través del chantaje, la manipulación, el engaño y el dinero, pues el narcotráfico da para mucho, lograr quebrar la moral de muchos, utilizar el miedo como arma sicológica, para llegar a este escuálido resultado, por cuanto, no se puede afirmar que fue un amplio resultado, todo lo contrario Álvarito, ahora es cuando las cosas se le tornan difíciles.
Ahora bien, cabe afirmar que fue un logro del imperio, pero tenemos una contrariedad que se llama Francisco, quien en este largo proceso y otros separados del mismo como Siria por ejemplo, ha sido un verdadero defensor de la paz, contrario a muchos sectores dentro de la iglesia, que parecen comulgar con la guerra, por ende, cabe afirmar que dentro de la iglesia católica, parecen existir dos claras corrientes; la que defiende la vida del ser humano sobre la tierra y la que aparenta quererlo debajo de ella.
Es por este pequeño detalle que surgen muchas incertidumbres, por cuanto, el Papa Francisco estaba dispuesto a viajar a Colombia y de hacerlo de ese modo, podía contribuir a lograr la paz definitiva, pero existe un sector muy peligroso, extremadamente peligroso, que no le conviene una visita del Papa a Colombia y esta controversia, puede ser el arma perfecta, para la escalada Dios no lo quiera, hacia una tercera guerra mundial.
