Colombia: ¿Respecto a que triunfó el NO?

Nos parece casi increíble, pero es cierto. Si, así como lo hemos visto se lo compartimos. Hay un empeño enorme porque el pueblo colombiano sea defenestrado a su máxima expresión. Incluso hasta un estudio ha sido revelado donde dicen que Colombia es uno de los países más ignorantes del mundo. Créanlo, nos quieren hacer creer que las direcciones políticas, así como los gobiernos o incluso los Estados, son absolutamente infalibles, pues “los que siempre se equivocan son los pueblos.”

El rotundo fracaso del gobierno de Santos y la cúpula de las FARC en el llamado plebiscito, se le quiere atribuir a la población, a partir del hecho concreto de lo que según fue una oportunidad perdida para lograr la paz. O sea, a los más de 50 años de guerra, masacres, persecuciones, vejaciones, pobreza y explotación que ha padecido la gran mayoría de los colombianos, se le ha pretendido añadir el efecto de “convidado de piedra” y como no se ha querido asumir tal desparpajo (62,3 de los electores no participó) entonces se le señala diciendo: “Ustedes no quieren paz”.

¿De cuál paz hablan? ¿Puede despacharse a través de una acción refrendaría de un acuerdo discutido en el extranjero, toda la complejidad que entraña la enorme crisis que vive Colombia en general, más el conflicto histórico? ¿Todos los que votaron por el NO rechazaron lo mismo que rechazó Uribe? ¿Todos los que votaron por él SI lo hicieron por las mismas causas de Santos y de la cúpula de las FARC? ¿Puede contar para algo el nulo vínculo con la gente de los factores proponentes del SI?

Votar por él SI era correcto sobre la base de ir avanzando en la resolución del conflicto armado que apenas es una arista de tantas, respecto a las razones de fondo que han sumergido a Colombia en un claustro total de necesidades y sufrimientos. Sin embargo no se podía desestimar que los acuerdos en lo sustancial eran independientes y ajenos a condiciones históricas y actuales contra las que los mismos guerrilleros en algún momento se levantaron y que ahora campantemente negocian asimilarse al orden para convertirse en políticos profesionales. No pasaron por alto para la ciudadanía los vicios de base que tenía dicho acuerdo, entre ellos, que quedaría en última instancia en manos del congreso la administración de lo firmado en La Habana.

El pueblo colombiano, así como nada ni nadie en el mundo, puede defender lo que no conoce. Es decir no se puede defender aquello de lo que no se es protagonista, de lo que no se participa. Por tanto no había confianza para acudir a dicho proceso consultivo, como no hay confianza en las castas políticas, como no hay confianza en el gobierno, como no hay confianza en el Estado. El triunfo del NO se da como respuesta o rechazo a un sistema corrupto, mafioso y asesino del que también es un gran protagonista Álvaro Uribe. Santos y Uribe son lo mismo, por eso es incorrecto endilgarle el triunfo del NO a éste último.

El triunfo del NO probablemente no fue lo más acertado desde una perspectiva popular, pero fue la forma que mayoritariamente encontró ese 37% que acudió a las urnas para expresarse y que no se le debe responder como lo ha venido haciendo esa izquierda continental justificadora de lo hegemónico según su conveniencia, que trata siempre a la gente con desprecio, obviando las reflexiones o procesos que cada quien o colectivamente se tiene. Esa izquierda a la que me refiero es la misma que cierra filas con Nicolás Maduro en Venezuela.

La paz en Colombia para nada está desechada, la cual por supuesto responde a que en algún momento pueda haber verdadera justicia social. Eso es un reto enorme de los casi 50 millones de habitantes que tiene aquel hermoso país y del cual se debe avanzar en consolidar un instrumento político novedoso y amplio, con organización, con democracia, autonomía, critica, desde abajo, empalmando con ese descontento y rechazo reinante hacia los cogollos del poder, como también el rechazo hacia viejos lastres que sólo llevaron a una gran cantidad de luchadores al fracaso.


 

Gustavo Martínez Rubio



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Gustavo Martínez Rubio

Militante de Marea Socialista y de La Liga Internacional Socialista (LIS).

 gmartinez2109@gmail.com      @gmartinezru1978

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