La repentina operación quirúrgica de Fidel ha creado una conmoción mundial, a pesar de la proclama serena y fundamentada redactada por él mismo y transmitida ayer noche por la televisión. En Cuba esto ha provocado la natural preocupación por el estado de su salud y su recuperación, que todos esperan que sea pronta. Ha ocurrido, pues, algo inusitado en el líder máximo de la Revolución Cubana, pero que ocurre cotidianamente en las familias de todas partes del mundo.
Desde el punto de vista de las funciones inherentes a sus cargos y otras asumidas estratégicamente, ha decidido delegarlas temporalmente ya que debe cumplir con el plan médico de recuperación durante algunas semanas. Los cargos máximos en el Partido, el Estado y la Defensa han sido delegados a Raúl Castro, quien es el segundo titular en jerarquía de dichos cargos. Por tanto, se puede decir que ha ocurrido lo que todo el mundo sabe en Cuba y en todas partes o se debía saber, ya que esto no es un invento o decisión de última hora. Así se definió desde los primeros días del triunfo de la Revolución ante los planes de asesinatos contra Fidel, y luego de la institucionalización del país quedó refrendado constitucional y partidistamente. Numerosas veces Fidel se ha referido a esto, y es bueno que pasemos revista a sus principales enfoques al respecto.
En una reciente entrevista televisiva realizada en Argentina, con motivo de la Cumbre del MERCOSUR, dijo bromeando: “Cientos de veces han tratado de matarme y miles de veces me han matado”.
En una entrevista realizada por Mervin Dymally y Jeffrey Elliot en marzo de 1985, Mervin aborda el tema:
Evidentemente no se vive una eternidad…
CMDTE. EN JEFE FIDEL CASTRO. Me lo han recordado más de una vez esta noche: la vejez, los años, la muerte. (Risas). ¿Qué les interesa saber?
JEFFREY ELIOT. Quiero saber qué planes tiene para la sucesión, si es que tiene algún plan.
CMDTE. EN JEFE FIDEL CASTRO. Bueno, planes para morirme no tengo ninguno, desde luego.
MERVIN. ¿Y para un sucesor?
FIDEL. Previsiones sobre eso, sí. Les voy a decir, desde el principio de la Revolución, desde el primer año, y más cuando empezamos a darnos cuenta de que la CIA tenía planes de acortar mi vida, previendo esa posibilidad, un riesgo real, porque a veces se puede morir de un accidente, de un plan de la CIA, o incluso de una repentina enfermedad, de cualquier cosa, nosotros planteamos la designación previa de otro compañero, Raúl Castro, hoy Segundo Secretario del Partido, que sería el que inmediatamente asumiría la dirección. El compañero que se seleccionó, a mi juicio, es el más capaz por su experiencia y méritos revolucionarios: actuó destacadamente en el Moncada, estuvo con nosotros en la prisión, en el exilio, en la expedición y en las montañas. Fue él quien condujo el grupo de cuatro hombres armados que, al reunirse de nuevo conmigo, juntamos las primeras siete armas, e integramos más adelante el grupo de aproximadamente 12 que reanudamos la lucha, el que dirigió la primera columna que salió de la Sierra Maestra para crear el Segundo Frente Oriental, y el de más autoridad, experiencia y méritos para ocupar mi lugar.
El 28 de junio de 1987, Gianni Miná, entrevistó a Fidel, y la larga entrevista fue publicada en un libro titulado UN ENCUENTRO CON FIDEL. El tema aparece abordado de esta manera:
GIANI: Comandante, ¿su sucesor será su hermano Raúl?. ¿Qué cualidades posee él que usted no tiene y, a su vez, cuáles defectos tiene él que usted no tiene?
FIDEL: Oye, me vas a poner a hacer un examen comparativo entre dos hermanos. Yo creo que no sería correcto que me pusiera a hacer este tipo de examen.
Lo que ocurrió es que al principio de la Revolución nosotros conocíamos los planes de la CIA para asesinarme, un método, algo que han tratado de hacer durante mucho tiempo, y, lógicamente, había que tomar algunas medidas preventivas. En aquella época se hablaba mucho de que Raúl era más radical, todas aquellas cosas. Yo llegué a la conclusión de que realmente, en aquel momento, en aquellas circunstancias, ante el pueblo había que explicar que la eliminación física mía no liquidaría la Revolución y que inmediatamente habría otro jefe revolucionario. Y en mi opinión, el compañero que estaba más preparado de todos, al que conocía muy bien, para realizar esa tarea, era el compañero Raúl. Desde entonces se estableció ese precedente y se creó el cargo, incluso, de Segundo Secretario del Partido.
Pero el prestigio y la autoridad del compañero Raúl son muy grandes en el seno del Partido, del pueblo, de la Asamblea Nacional, y en este momento pienso que él sería la persona más indicada. ¿Qué ocurriría si a mi me pasa algo? Con toda seguridad el Comité Central del Partido y la Asamblea Nacional lo ratifican para que ocupe el cargo mío. Pregúnteselo a cualquier ciudadano, sin duda que lo diría.
Este año 2006 apareció publicada la entrevista que Ignacio Ramonet hizo a Fidel, y que ha sido publicada en un libro. He aquí lo tratado sobre este tema:
FIDEL. Ya casi me está preguntando por la sucesión.
RAMONET. Sí, sí, por la sucesión.
FIDEL. Bueno, mire, al principio, con todos esos planes de atentados, yo tenía un papel decisivo, papel decisivo que no tengo hoy. Hoy tengo, tal vez, más autoridad y más confianza de la población que nunca.
Nosotros, ya se lo dije, estudiamos todos los estados de la opinión pública. Seguimos con un microscopio los estados de opinión. Y le podemos decir los estados de opinión en la capital, por ejemplo, y en el resto del país, y le puedo presentar todas las opiniones. Aunque sean adversas. La inmensa mayoría nos son favorables.
El nivel de autoridad, después de cuarenta y seis años de lucha y experiencia, es más alto de lo que era. Es muy alta la autoridad de aquellos que luchamos y que hicimos la guerra, condujimos al derrocamiento de la tiranía y a la independencia de este país. (...)
RAMONET. Si usted, por cualquier circunstancia, desapareciera, ¿Raúl
sería su sustituto indiscutible?
R. Si a mí me pasa algo mañana, con toda seguridad que se reúne la Asamblea Nacional y lo eligen a él, no le quepa la menor duda. Se reúne el buró político y lo eligen.
En la PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA, Fidel
Como nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como esta por el Gobierno de los Estados Unidos, he tomado la siguiente decisión:
1) Delego con carácter provisional mis funciones como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el Segundo Secretario, compañero Raúl Castro Ruz.
2) Delego con carácter provisional mis funciones como Comandante en Jefe de las heroicas Fuerzas Armadas Revolucionarias en el mencionado compañero, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
3) Delego con carácter provisional mis funciones como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba en el Primer Vicepresidente, compañero Raúl Castro Ruz.
4) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Salud Pública en el Miembro del Buró Político y Ministro de Salud Pública, compañero José Ramón Balaguer Cabrera.
5) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Educación en los compañeros José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo Hernández, Miembros del Buró Político.
6) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional de la Revolución Energética en Cuba y de colaboración con otros países en este ámbito en el compañero Carlos Lage Dávila, Miembro del Buró Político y Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.
Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he venido haciéndolo personalmente, por los compañeros Carlos Lage Dávila, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco Soberón Valdés, Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, y Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores, quienes me acompañaron en estas gestiones y deberán constituir una comisión para ese objetivo.
Nuestro glorioso Partido Comunista, apoyado por las organizaciones de masas y todo el pueblo, tiene la misión de asumir la tarea encomendada en esta Proclama
Como conclusión de lo anteriormente expresado, queda claro que tal como se han producido los acontecimientos con la intervención quirúrgica del compañero Fidel y su proclama al pueblo, en Cuba, salvo el natural deseo de que su convalecencia sea corta, hay plena tranquilidad y todo en la proclama expresa la verdad y el sentido de la responsabilidad que siempre han estado presentes en Fidel.
Por eso, a los amigos de Cuba en el mundo, fe y confianza, y a los enemigos que no se embullen ni se hagan falsas ilusiones. PORQUE SIMPLEMENTE ¡ESTÁ EN BUENAS MANOS LA BANDERA!