1. La Jornada Maya publicó que más de mil acarreados del PRI desde Yucatán irán a la cárcel por turismo electoral, es decir, porque en 2012 y 2013 fueron a votar a Quintana Roo con sus credenciales bien confeccionadas con domicilios falsos. Luego de recibir cada uno sus 500 pesos libres de trasporte, hotel y alimentación, podrían ir a comprar a las tiendas de esa "zona libre" y pasearse en la bahía chetumaleña. Todos los gastos de unos 25 autobuses que se estacionaron en diferentes lugares para no llamar la atención corrieron a cargo de los políticos de Quintana Roo. En esta ocasión se ha acusado como organizadores al diputado federal Francisco Torres y a la exgobernadora Ivonne Ortega. Sin embargo se ha declarado que ésta es una práctica común.
2. Las denuncias de las transas descaradas de votos del gobernador Peña Nieto para entregarlas a Calderón y de éste siendo presidente para entregarle al candidato Peña, del reportero de la revista Proceso, Álvaro Delgado pasaron desapercibidas y sin la mayor importancia. ¿Si los procesos electorales son tan puercos o cochinos en todo México, por qué se siguen haciendo como si fueran limpios? Porque alrededor de ellos se gastan millones o billones de pesos que van a parar a las arcas de los empresarios de la comunicación y la propaganda y de los altos políticos del Estado. Los procesos electorales representan un enorme porcentaje del presupuesto público porque es una gran feria que sirve para seguir mediatizando al pueblo y para desviar su descontento.
3. Y no es que los políticos Torres y Ortega sean particularmente corruptos. Aquí se aclara que no es la primera vez que decenas de miles de personas pasan a votar a otros estados y esos políticos no son los primeros ni los últimos en usar esa práctica aunque cuesten mucho dinero. No hay que olvidar que una gubernatura produce para hacer esos gastos y 50 más; que todos los partidos pueden hacerlo si cuentan con el dinero y los contactos para fabricar credenciales, nóminas y funcionarios que se hagan de la vista gorda de esas grandes tranzas de votos. Puta si dos presidentes de la República lo hicieron y las denuncias contra ellos están documentadas, parecería cinismo que ahora se castigue a funcionarios menores "por tan poca cosa".
4. Lo del PRI preguntan: ¿De qué se asustan PAN y PRD si ellos hacen cosas peores, firman por ejemplo acuerdos de alto nivel para conseguir que el presidente los beneficie y siempre están en el juego de lo mismo? La realidad es que deberían guardar silencio porque estamos en el mismo barco que de hundirse no habrá nadie que se salve. Por ello siempre le dijimos al presidente antes de firmar el pacto por México, que ningún partido –menos el PAN y el PRD- puede ser de confianza. No hay nada ilegal en lo hecho porque ya son prácticas que llevamos varias décadas haciéndolas y sólo los tontos se asustan. Si nos siguen denunciando entonces nosotros haremos lo mismo porque la lucha es pareja y no pueden pasarse de vivos.
5. Lo seguro –señalan los priístas- es que no permitiremos que los yucatecos sean castigados por la simpleza de ayudar a ganar una elección. No es democrático pero hay que convenir que ningún partido puede hablar de democracia cuando todos sabemos cómo se mueven dentro del aparato financiero que nunca ha vivido de las cuotas de sus militantes sino de lo que el gobierno les entrega con intermediación del INE y de los gobiernos de los estados. Además Yucatán, Quintana Roo y Campeche pertenecen a la misma Península maya. Se duda en que haya algún castigo o algunas sanción contra todos aquellos que sacrificando su tiempo fueron a apoyar a nuestros compañeros de Quintana Roo igual de luchadores que nosotros. (27/II/17)