El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exige la aplicación de la Carta Democrática y la expulsión de Venezuela utilizando como base argumental a organizaciones no gubernamentales (ONGs) financiadas por grandes bancos y petroleras con intereses en Venezuela y en la búsqueda de echarle mano al petróleo y el arco minero.
Son ONGs las que están este entramado intervencionista contra el país. Es una copia de un formato global de intervenciones hacia naciones soberanas, como el caso de Libia o Siria, como los más recientes hechos sangrientos. En el caso de Venezuela buscan desvanecer las consecuencias del plan de golpe de Estado (2014) denominado "La Salida" que provocó la muerte de 43 personas y 878 lesionados, incluido un joven motorizado que murió degollado con una guaya puesta en una vía pública por grupos afectos a los dirigentes del plan, entre los que se cuenta el integrante de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien está purgando condena de 13 años por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir en la cárcel de Ramo Verde, en la que dispone de un amplio espacio dotado de servicios básicos y zonas para la recreación.
Estas ONGs operan con Open Society Foundations del especulador George Soros y la estructura financiera del Departamento de Estado, a través de la Agencia Internacional para el Desarrollo Internacional (Usaid), la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y el Instituto Internacional Republicano (IRI), entre otras. Y sobre las ONGs del país caben señalar Provea, Foro Penal Venezolano y los diversos observatorios, entre otros que funcionan como cinturón de transmisión para construir expedientes sin ton ni son, pero con un invenciones.
En esa línea es que es comprensible el informe de Almagro que remitió al Consejo Permanente de la OEA, con un enfoque manipulado y teledirigido para posicionar la tesis de la "crisis humanitaria" en Venezuela. Avalado también por Amnistía Internacional, Human Rights Watch, International Crisis Group y Freedom House, quienes se echan el prestigio de arrogarse matrices amañadas para que se ejecute la intervención en Venezuela, contraviniendo flagrantemente al derecho internacional el cual certifica la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en los asuntos internos de los demás Estados.
Son ONGs las que demandan en el manoseado informe, "ayuda humanitaria para solucionar la falta de alimentos y medicinas en Venezuela"; y en realidad utilizan ese subterfugio como una figura jurídica para intervenir la Patria Bolivariana, Zamorana y Chavista, como los han hecho en otros países bajo situaciones de desastre natural y conflictos de alta intensidad. Los ejemplos más notables de la puesta en práctica de ese adefesio jurídico son los casos de Haití y Somalia con el desembarco de fuerzas de ocupación dirigidas por EEUU.
Argumento que refuerza Almagro al precisar "el establecimiento inmediato de un canal para prestar asistencia humanitaria (con énfasis en los alimentos y la asistencia médica) al pueblo de
Venezuela", repitiendo con exactitud los testimonios que provienen de las ONGs que van más allá de lo sobrenatural en esta arremetida contra el pueblo de Venezuela. El odio de Almagro contra el pueblo venezolano es inocultable en ese intrigado informe.
Vale decir, esta figura de "ayuda humanitaria" está instrumentada en el componente de la "Guerra No Convencional", en la que debe confluir el conjunto de operaciones de sabotaje económico y político, en detrimento del pueblo, según el manual TC 18-01 de las Fuerzas Especiales del Pentágono. Es un método de agresión y de guerra. El punto clímax y determinante de todo el conjunto de operaciones de la guerra asimétrica en ejecución que envuelve lo económico, político, diplomático, el injerencismo, etcétera, confluyen en la toma del poder por parte de la derecha fascista entreguista y vende patria, un entreguismo que confluye bajo los dictámenes del imperio estadounidense.
Justamente el secretario del Departamento de Estado, Rex Tillerson (vinculado a la petrolera Exxon Mobil), y el Senado de EEUU, son los que la proponen como uno de los instrumentos de intervención contra el país, en declaraciones y resoluciones en las que se busca capitalizar el calificativo de "crisis humanitaria" bajo la doctrina jurídica internacional denominada Responsabilidad De Proteger (R2P, por sus siglas en inglés). Doctrina que fue elaborada por la ex diplomática estadounidense Samantha Power para justificar la intervención en países como Libia, donde se utilizó el pretexto de defender a la población civil del gobierno de Muammar Gadafi para finalmente bombardear y ocupar la nación africana. En definitiva se trata de la aplicación de la Doctrina de James Monroe (1823).
En ese mismo orden, hay toda una campaña de chantaje promovida por sectores de la derecha venezolana en el Banco de Desarrollo de América Latina, acción que busca bloquear a Venezuela al acceso a créditos ante este organismo, recursos que se emplearían en el desarrollo productivo del país. Voceros siguen instrucciones del Jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Kurt Tidd, jerarca militar ha promovido acciones para provocar una cesación de pagos de la deuda de Venezuela y Pdvsa. Tidd sostuvo encuentros con representantes de entes bancarios internacionales para arreciar el cerco financiero contra Venezuela, aun cuando Venezuela cumple con sus compromisos internacionales. A buen entendedor.
Los hechos son incontrovertibles y no arrojan dudas sobre la descabellada aventura golpista. Almagro, utiliza al último descontextualizado informe de Freedom House sobre "La libertad en el mundo en 2017", en el que calificó a Venezuela como un "país no libre" por carecer de una justicia independiente y por haber prohibido el referéndum revocatorio, pese a la invalidación de este proceso por la presentación de firmas irregulares por parte de la MUD. Esta malevolencias para destruir a una nación (Venezuela) libre y soberana son utilizadas para descalificar a un pueblo, porque de eso se trata, que tiene una Constitución, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), como base de la estructura del Estado Venezolano, en la que tiene como preeminencia la defensa y la difusión de los derechos humanos y el imperio de la ley.
Sin embargo, con argumentos cifrados en el pensamiento de la ultraderecha más aberrante y despiadada, Freedom House, junto a International Crisis Group, sostienen la hipótesis de la
manipulación e intervención del Gobierno para prevenir la realización del referendo revocatorio, para un cambio de "cabecillas" en el país. Esta tamaña canalla es la que la MUD utilizó en la ilegitima (por estar en desacato) Asamblea Nacional para solicitar "formalmente" una intervención en el país. De qué locuras estamos hablando. O es que acaso el pueblo se va a quedar de brazos cruzados ante esta criminal agresión por parte de Almagro y compañía.
Almagro en sus elucubraciones por colocar a Venezuela en el banquillo de los acusado, en su desmoralizada narrativa cita el trabajo de International Crisis Group, en el que aseveró que los medios constitucionales impiden para arremeter contra el presidente obrero Nicolás; aunque esta ONG de la misma manera exige elecciones anticipadas en Venezuela a través de la conformación de un gobierno de transición, apoyado por una mediación externa conformada por la OEA, la Unión de Naciones del Sur (Unasur), la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea. Que lógica la de estos endemoniados, prácticamente buscan dejar al pueblo venezolano sin territorio, al apoderarse de los espacios de la República Bolivariana de Venezuela.
Incluso, Almagro, en sus descontextualizados argumentos habla sobre la existencia de presos políticos y la aplicación de torturas especificadas por Human Rights Watch y Amnistía Internacional, sin citar ningún tipo de documentación oficial que compruebe esas incriminatorias aberraciones. Es decir, se citúa por encima de las estadísticas y los mismo documento sobre esa sensible materia elaboradas por del Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, sobre todo en relación al respeto y ampliación de los derechos humanos en Venezuela en los últimos años. Porque no habla de las diez mil muerte que han sido contabilizada por los gobiernos adeco-copeyanos del "puntofijismo". Vayan y reúnanse con "Misión Verdad", e inclusive con la propia Fiscalía General de la República.
La macada
Pues bien, la base soportada en el informe por el secretario general de la OEA para desconocer al Estado Venezolano y calificar al gobierno como "régimen no democrático" emana, de organizaciones no gubernamentales, que colocan su capital monetario y mediático para posicionar a Venezuela como un Estado relegado en la comunidad internacional, que necesita de una intervención excepcional para cambiar su sistema político.
Hay que apreciar quiénes son y quiénes financian esta agresión contra la Patria Bolivariana, Zamorana y Chavista, y caer en cuenta en los mercados que actúan. Recordemos que todo ese andamiaje forma parte del criminal sistema estructurado por el capitalismo salvaje.
Amnistía Internacional florece financieramente por Google, Open Society Foundations y la Fundación Ford y según su declaración de ingresos de 2014 y 2015. Los principales accionistas de Google son los bancos de inversión BlackRock y Vanguard Group; Open Society pagada por el usurero financiero George Soros y la Fundación Ford la empresa automotriz que lleva su nombre. La directiva de ésta última está presidida por Darren Walker, ex vicepresidente de la Fundación Rockefeller, e integra en su directorio a ejecutivos de Sony Corporation y ex integrantes de bancos como Morgan Stanley.
Human Rights Watch posee entre sus principales financistas a Open Society y la Fundación Ford. Entre sus directivos aparecen la embajadora de EEUU en Nigeria, Robin Sanders; el vicepresidente del banco Blackstone, John Studzinski, y distintos ejecutivos de empresas de servicios financieros como Monex Group de Japón, y sigue la lista de "chupa sangre" que le tienen los ojos a Venezuela.
Entre tanto, Freedom House, tiene entre sus donantes a la Usaid, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega y sus pares de Canadá y Alemania. Asimismo, aportan chatarra del dólar la corporación militar Loocked Martin, la automotriz Ford, United Technologies Corporation, Google y el banco Goldman Sachs. Entre sus ex directores, se encuentra James Woolsey, ex jefe de la CIA.
Mientras que International Crisis Group recibe dinero de la Usaid, los gobiernos de Australia, Canadá, Alemania, de George Soros, la Fundación Rockefeller, de acuerdo a su último reporte de ingresos de 2014. Además, entre sus financistas, se encuentran Chevron Corp, Exxon Mobil y ConocoPhillips, todas con intereses en la Faja del Orinoco y el Esequibo venezolano, en el caso de la segunda corporación mencionada. En su directorio destacan ex altos diplomáticos de los EEUU y Francia, y académicos con experiencia en otras ONGs.
En fin, un gran fondo de grandes corporaciones se ha puesto en marcha para financiar operaciones políticas, mediáticas, financieras y diplomáticas contra Venezuela, pensando que después de un hipotético golpe recuperarán su inversión. El informe de Almagro es el producto mejor elaborado de esa inversión, aunque eso no conlleve automáticamente a un apoyo regional a la propuesta de su operador político.
Estos datos muestran en su dimensión cómo estas ONGs determinan el estatus, el perfil y la percepción que han elaborado en un esquema de bajas pasiones criminales contra Venezuela, y cómo operan, donde ha trascendido que la chatarra del dólar le está lloviendo a Almagro,200 mil semanal para gastos pomposos.
Queda develado el andamiaje de complicidad y financiero que utiliza el capitalismo salvaje para ir contra naciones libres y soberanas, enarbolando banderas en las que se muestran, tanto instituciones como el componente humano, como almas de Dios inmersas en la más profunda ética y moral. Juzgue usted.
PNUD: Venezuela tiene un alto Índice de Desarrollo Humano
Y, como si fuera poco, en esta patraña de Almagro debemos decirle: El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) divulgó un informe en el que ubica a Venezuela como uno de los países con un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH).
El IDH es un indicador científico que aplica el Pnud para medir avances de la esperanza de vida, alfabetización y calidad de vida digna de la población. La medición total del IDH es determinado mediante una banda entre cero y uno. Mientras más cerca del uno, mayor es el IDH del país evaluado.
En el informe, Venezuela destaca con un puntaje de 0,767 por encima de Brasil (0,754), Perú (0,740) y Colombia (0,727).
Venezuela ha mantenido una política de protección de los derechos sociales del pueblo, pese a los planes desestabilizadores de la derecha nacional, en alianza con sus agentes internacionales, que incluye la puerta en marcha de una guerra económica (caracterizada por el acaparamiento, sobreprecio, contrabando de alimentos, y etcétera); un bloqueo financiero internacional (bloqueo de cuentas para la importación de insumos y rubros prioritarios, uso partidista del riesgo país); y falsedades para sembrar duda entorno a la solvencia de Venezuela en el pago de sus compromisos internacionales.
Hacía donde está la mirada de estas sabandijas
El capitalismo salvaje es el sistema más emblemático y destructor que sucedió la abolición del feudalismo, su partero. El capitalismo, es la patria territorial del dominio pudiente que controla al mundo sin fronteras desde los directorios de los bancos y corporaciones trasnacionales. El capitalismo es la representación nacional de un poder mundial que es dueño hasta del universo, incluyendo al Estado norteamericano, y de muchos otros Estados con sus recursos naturales y sistemas económico-productivos. Controla el planeta desde los bancos centrales, las grandes cadenas de poder mediático y los arsenales nucleares militares.
El poder hegemónico que ejercía el imperio estadounidense está resquebrajado, toda vez que han emergido otras potencias como, por ejemplo, la China, Rusia, la India, que le han vulnerado el dominio imperialista a EEUU. Este escenario internacional hoy plurinacional de alguna manera favorece a Venezuela como potencia mundial energética en materia petrolera, en consecuencia el anhelo yanqui por echarle mano al petróleo pese a su poderío armamentista es un asunto que lo colocaría en jaque ante otras potencias amigas de la Patria de Bolívariana, Zamorana y Chavista.
De otro lado, entrando en el tema petrolero, el destino de las economías del mundo sigue y seguirá atada al desarrollo de fuentes de energías como el petróleo y el gas. Hidrocarburos apetecibles por el imperio que ni siquiera podrá controlar al colocar a Venezuela en un supuesto "arco de inestabilidad" o zonas o territorios del mundo que el Pentágono denomina como "la de mayor conflictividad". Causalmente son espacios territoriales donde el pulseo por los recursos está en vigor a través de injerencias abierta.
El Oriente Medio, África América Latina son el epicentro de las turbulencias de alta intensidades aunque con diferentes componentes criminales. Por ejemplo, existen conflictos bélicos abiertos en el norte de África y Oriente Medio, en América Latina el control formal de los hidrocarburos ejercidos por los gobiernos progresistas del hemisferio en el ejercicio de su soberanía, el injerencismo gringo ha operado mediante los golpes suaves implementado con guerras no convencionales o asimétricas.
Entre tanto, en estos escenarios de conflictividad, Venezuela se mantendrá en el ojo del huracán. Claro está, América Latina, suministra el 25 % de todos los recursos naturales y energéticos que
necesita el imperio. Además, en sus pueblos habitan un territorio en el que se encuentra también el 25 % de los bosques y el 40 % de la biodiversidad del globo. Es la zona que más oxígeno provee (40 % del oxígeno del mundo) y la que absorbe una mayor cantidad de dióxido de carbono, por eso, y con sobrados méritos, se le denomina el "pulmón del planeta".
Nuestraamérica no es poca cosa en la lucha mundial por los recursos y de allí la prioridad estratégica de EEUU por asegurar su control, cosa que se le ha complicado por los gobiernos revolucionarios que configuran lo que los ideólogos de Washington denominan el "eje del mal", o "el arco de la inestabilidad regional".
Como parte de la guerra planetaria por los recursos naturales EEUU reforzó su presencia militar con el establecimiento de siete bases militares en Colombia. Nunca antes un territorio sudamericano había alcanzado tal grado de injerencia militar ni siquiera en plena Guerra Fría. En las próximas dos décadas EEUU requerirá 31 % más de producción de petróleo y 62 % más de gas natural y, Nuestraamérica es líder mundial energético con sus vastas reservas petroleras y gas. La guerra contra Venezuela empezó hace tiempo, y es de "cuarta generación", "quinta, y sexta generación". El objetivo prioritario de EEUU es Venezuela.
Las reservas probadas de crudo en Venezuela rayan en los 300 mil millones de barriles de petróleo. Sólo en el bloque Junín de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez hay más 90 mil 600 millones de barriles de crudo extraíble, cifra que triplica las reservas estadounidenses y mexicanas que combinadas, representan más de 31 mil millones de barriles de petróleo. La cifra de reservas de ese bloque (la Faja está dividida en cuatro) dobla el total de las reservas de las cuencas de la inmensa zona delineada como Asía-Pacífico, donde las reservas probadas están en más de 44 mil millones de barriles.
Todo parece indicar que la guerra (boicot, acaparamiento, "la salida", especulación desmedida, etcétera) en Venezuela no es por Venezuela, es una guerra por el apoderamiento del petróleo. Antes de la Revolución Bolivariana las reservas venezolanas se encontraban "aseguradas" a la explotación, aprovechamiento y consumo, casi exclusivo de EEUU. Luego, con la llegada del Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, al poder, comenzó la diversificación de la política petrolera, la cual le cortó el chorro de petróleo al imperio amparado por una maraña indescifrable de corrupción que enriqueció ilícitamente a una muy buena cantidad de criollas y criollos. ¡Venezuela es indestructible!