Intereses contra puestos que surgen de caimanes en un mismo pozo. Hace un tiempo atrás el mandatario estadounidense, Donald Trump, calificó a varios medios estadounidenses como "enemigos del pueblo" por "publicar noticias falsas". "Los medios [que publican] las noticias falsas —'fake news', en inglés— (The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mis enemigos, [sino] son los enemigos del pueblo estadounidense", dice el tuit de Trump.
En numerosas ocasiones, Trump ha criticado a los medios norteamericanos por difundir información falsa, y por ser "parciales" y "deshonestos" respecto a él. Esto es un signo de las contradicciones del capitalismo salvaje, de cómo se revierte el bumerang en la tormenta mediática.
En esta guerra mediática, repito enmarcada por los mismo señuelos que controlan el poder mediático, casi la mitad de los estadounidenses sostiene que los principales medios de comunicación de EEUU se inventan las historias que publican sobre el presidente Trump, según se desprende de una encuesta realizada por el diario Político y la compañía Morning Consult.
En particular, el 46% de los encuestados cree que los medios difunden materiales sobre la Casa Blanca basados en datos inventados, mientras que el 37% de los estadounidenses no está de acuerdo con esta opinión.
Los republicanos fueron los más escépticos con los medios (75%) frente a los demócratas que confían más en las publicaciones (65%).
Asimismo, más de la mitad de los encuestados está seguro de que el presidente no debe tener poderes para revocar la licencia a medios que a su parecer publican mentiras sobre él.
La encuesta se llevó a cabo entre el 12 y el 16 de octubre con una participación de 1.991 ciudadanos de EEUU registrados como votantes. El margen de error estadístico se situó en el 2%.
Poder mediático en EEUU decae ante la opinión pública
Más de la mitad de los estadounidenses consideran que los medios de EEUU representan las opiniones de los políticos y de los grandes negocios, reveló la encuesta por a la reconocida compañía de estudios gala IFop.
A los entrevistados les preguntaron cómo, a su juicio, los medios estadounidenses cubren los asuntos nacionales e internacionales: ¿son objetivos o están bajo la influencia de los políticos y las grandes empresas?
La encuesta abarcó a 802 personas mayores de 18 años en EEUU en el período entre el 20 y el 27 de septiembre del año corriente. La audiencia fue representativa según el género, la edad y la geografía, aseguró IFop.
Los resultados han sido contrastados por una encuesta semejante realizada en 2015, antes de las elecciones presidenciales del 2016 y el revuelo mediático que les acompañó.
Resultó que solo un 27% de los encuestados confían en la imparcialidad de los medios mientras la cantidad de los que denuncian la influencia externa en la cobertura creció en un 6% en dos años, alcanzando el 59%.
Al analizar las respuestas, se dio a ver que los partidarios del gobernante Partido Republicano son los que más desconfían de los medios de información: el 78% optaron por la respuesta correspondiente, en comparación con una cantidad considerablemente menor de sus rivales demócratas (44%).
Correspondientemente, los que apoyaron al presidente Donald Trump son mucho más propensos a dudar de la objetividad de los medios (75%) que los partidarios de Hillary Clinton, la candidata demócrata (38%).
La clase media resultó ser la mayor capa de la sociedad que cree en la parcialidad de los medios (74%). Curiosamente, eso es verdad también para los ateos y los protestantes, que demostraron una 'desconfianza' superior que los católicos. Por otro lado, los que consideran como justa la cobertura mediática de los asuntos interiores y exteriores son los ricos con ingresos de más de 100.000 dólares al año (40%), los partidarios del Partido Demócrata (45%) y las personas con formación superior (50%).
Un ejemplo a seguir
Los ataques contra Rusia y sus aliados son una constante en los medios occidentales y en los discursos de los políticos de estos países, quienes hacen lo posible por echar por tierra todos los logros del gigante euroasiático y de sus allegados.
Por tal motivo la directora del grupo mediático Rossiya Segodnya, Margarita Simonián, pidió la colaboración de los medios rusos y chinos para hacer causa común y contrarrestar así las noticias falsas de los grandes medios
"Un ejemplo típico es la historia de Omran (la foto del niño sirio ensangrentado) que se convirtió en símbolo de los medios occidentales dominantes en la lucha contra el llamado régimen de Asad", destacó durante la tercera edición del foro mediático de Rusia y China. La familia del niño, además, "resulta que apoya a Asad", acotó Simonián.
Las organizaciones humanitarias, según relató la familia de Omran, empezaron a fotografiar al niño cubierto de sangre, sin dejar que se le prestase asistencia médica y entregaron las fotos a los periodistas que difundieron esa historia "totalmente falsa". Una cadena sola no puede hacer frente a las decenas de medios que difunden noticias falsas de este tipo, constató. "Solo podemos hacer esto juntos, en este caso, juntos y con la ayuda de los medios chinos", señaló Simonián. "Intercambiamos contenidos regularmente y observamos con placer que los medios chinos los utilizan ampliamente", concluyó.
Para convertir en acción el pedido de su directiva, la agencia rusa Sputnik firmó este martes acuerdos de cooperación con la agencia de noticias china Xinhua y la compañía de radio y televisión de Guandong.