Entre los movimientos emergentes de América Latina está lo que podríamos denominar el PENSAMIENTO CHAVISTA, el cual apenas comienza a mostrar sus primeros efectos en la conciencia y en solidaridad de los pueblos de nuestro continente. Es un pensamiento continuador de la magna obra de Bolívar, anti-oligárquico, antiimperialista y el cual está llamado sobre todas las cosas a lograr la unidad de la Patria Grande.
El concepto del chavismo va más allá de una mera concepción izquierdista, porque ésta ha sido una posición que en los últimos tiempo los enemigos de la patria la han sabido utilizar hasta para confundir y para dividirnos. Por eso, el Comandante Chávez fundamentaba su revolución, que inicia a partir de 1998, sobre el pensamiento y la obra del Libertador Simón Bolívar. Así, nuestra lucha tiene cimiento propio, sentido histórico original, raíces en los pensadores más auténticos y profundos de la América aguerrida, los cuales han tenido una proyección humana, solidaria y social en las causas por la libertad y la dignidad del hombre: además de Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, está Martí, está Dorrego, Sandino Allende, el Che, Fidel, José Eloy Alfaro…; el pensamiento de Mariátegui, Miranda, Sucre, Petión, Prestes, Yupanqui, Rodó, Perón, Irisarri, Belgrano, Busaniche, Artigas, San Martín, …
Es así como tenemos una política que proviene de nuestra historia, que saca sus enseñanzas de los logros y triunfos del pasado. Lo que se debe entender en los movimientos políticos emergentes de América Latina en esta hora de la lucha planteada por el Comandante Chávez es que la libertad y la independencia económica de ningún país podrá darse en cada región o país separadamente. Si no vamos unidos las potencias imperiales tendrán los mecanismos para destruirnos, para someternos a sus dicterios.
La batalla de esta hora es decisiva, hace unas dos décadas el desaliento era total, y sólo Cuba se mantenía erguida frente al monstruo del Norte. Producto de esta nueva conciencia hay dos modelos en América Latina que están en pleno combate, el neoliberal y el revolucionario socialista y bolivariano. El imperio gringo está echando el resto para tratar de contrarrestar el fenómeno de la revolución bolivariana, fortaleciendo sus bases militares y paramilitares junto con la gran podredumbre de la droga en Colombia, Perú, Centroamérica y el Caribe.
Gracias a la conciencia que le ha imprimido la revolución bolivariana a nuestro continente, el imperio euro-gringo ha afinado sus estrategias de dominación, y por asfixia económica, por guerra psicológica, amenazas de sanciones y condenas por "violación de los derechos humanos" están intentando recuperar el terreno perdido.
Aún hay un gran sector del hemisferio todavía gangrenado por las políticas estadounidenses, que constituye para el imperio euro-gringo "la gran esperanza blanca". Es así como han cercado a Venezuela con toda clase de bombardeos mediáticos, paramilitares, guarimbas y sabotajes económicos para que una a una las naciones que se han venido liberando del imperio euro-americano puedan volver al redil de los colonizados, ultrajados y esquilmado.
Venezuela está en batalla, resistirá y ¡Vencerá!