Que en medio de la que probablemente sea la peor crisis política, económica y social por la que ha pasado Venezuela en su historia republicana se pretenda buscar como salvavidas, sintiendo el agua al cuello, al propietario de uno de los conglomerados económicos activo más grande en nuestro territorio, como lo es Empresas Polar, es en primer término un desprecio por la gente en su papel de personificación del trabajo y por otro lado es el razonamiento delirante y febril de quienes conciben la conciencia de los individuos cual deposito endeble, al que ser dominado por abstracciones es su destino y por tanto siempre necesitará de un mesías para que pueda liberarnos de tantas penurias a las que hemos llegado y ya "ni sabemos cómo". Esto lo experimenta y lo expresa un sector crítico antimadurista que terriblemente termina coincidiendo con el madurismo en lo primero y en lo segundo también.
Maduro, Cabello y compañía, han sido incapaces de asumir un mínimo de responsabilidad desde el gobierno central respecto a la situación que se ha venido agudizando estrepitosamente desde el año 2013. Por el contrario se rebuscaron una explicación en la "guerra económica" que es algo que no resiste la más elemental refutación y a todas luces queda retratada su responsabilidad en cuestiones como que son el gobierno, toman ellos las decisiones más importantes y además se han negado en todo momento a abrir investigaciones serias y de frente al país ante denuncias del tamaño del desfalco a la nación, la corrupción en PDVSA (ahora la están usando para pasarse factura en la disputa interburocratica), la quiebra de miles de empresas administradas por el Estado (entre ellas las expropiadas), la deuda externa, etc.
Por el contrario el PSUV/Gobierno apostó por la entrega del 12% del territorio nacional con el decreto del Arco Minero del Orinoco, redujo hasta más del 60% de las importaciones en medicinas y alimentos y ha destinado miles y miles de millones de dólares para seguir pagando una deuda sospechosa de ser fraudulenta, negándose a auditarla. Creó vía ley habilitante las zonas económicas especiales, además de los grandes contratos de la faja petrolífera, más los llamados 15 motores de la economía productiva, que no son otra cosa que una entrega total al capital financiero internacional, siendo todo eso en su conjunto el paquete de un de absoluto desmontaje del proceso bolivariano, con la aplicación de una política autoritaria y antidemocrática que va desde la proscripción de organizaciones políticas, la persecución a la crítica, la violación sistemática de la constitución de la república, la sujeción de los demás poderes al ejecutivo, incluyendo al CNE y el TSJ, y por supuesto la instalación a trocha y mocha de lo que ellos llaman Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Ante el rumbo entreguista escogido por la cúpula "Maduro-cabellista" lo correcto era y sigue siendo tener una política de ruptura con quienes dicen ser una dirección revolucionaria y socialista y eso debía ser acompañado con unas propuestas o tareas que apuntasen a conectarse con quienes han sido el motor fundamental del proceso bolivariano. Obvio que hablamos de la mayoría de los trabajadores y sectores populares, porque más allá de los acomodos teóricos, la contradicción fundamental sigue siendo capital vs trabajo y nosotros apostaremos siempre por este último, esencial para poder construir un programa emancipador. Eso es lo que nos define realmente, e incluso lo hemos dicho en el marco de la presente campaña electoral municipal que el cuento de "juntarnos todos contra el monstruo autoritario" es una táctica irresponsable y rompe cualquier limite impidiendo que podamos ser parte de ella quienes claramente hemos dicho y demostrado que para quienes vivimos de nuestros salarios no hay salida ni con el PSUV/Gobierno, ni con la oposición clásica que hasta hace poco se juntaba en la MUD.
El debate presidencial cada vez agarra más fuerza y Lorenzo Mendoza se yergue como salvador inmaculado ante el desastre con su aureola de hombre que si produce, comprometido y eficiente. Y en gran medida ese "logro" también se le debe a Maduro y su gobierno que no puede demostrar las implicaciones de Empresas Polar en el desfalco contra el patrimonio de todos los venezolanos y por ende su responsabilidad en la crisis, pues nadie del sector privado podía, ni puede, acceder a dólar alguno vía asignación desde los distintos mecanismos de control, sin tener un cómplice en la estructura del gobierno y del Estado. La Polar a través de sus distintas empresas, entre los años 2004 y 2012, pudo acceder a las siguientes cifras de dólares vía CADIVI: PROVENCENSA 1.898.316.767, CERVECERIAS POLAR 595.215.302, PEPSI-COLA VENEZUELA C.A. 265.124.173 y ALIMENTOS POLAR COMERCIAL C.A. 263.809.627. Eso da un total de 3.022.465.869, que es la bicoca de la renta nacional a la cual Don Lorenzo le pudo colocar las manos en un lapso de 8 años y nunca hubo forma de que rindiese las cuentas al país de lo que hizo con ese dinero y por otro lado también es el mismo tiempo en donde Lorenzo abrió fuertes inversiones en países como Estados Unidos o Colombia.
Quienes ven a Mendoza o a cualquier otro ajeno a los intereses de la mayoría de la población como una opción, contemplan siempre soluciones mágicas y mesiánicas a la grave crisis y le termina dando la razón a la tesis de que lo que ha pasado se debe a la falta de gerencia y poca preparación en un gobierno incapaz y no que se debe a un tema de decisiones políticas, donde, insistimos, empresas como la Polar se han visto favorecidas y es también la negación de las mayorías como sujeto transformador y que nunca podrán levantar un programa emancipador, que son eternamente simple masa a la que hay que decirle por donde tienen que andar porque para eso hay gente que si sabe y ser guías es su papel histórico. Es la perversa conclusión que inspira la necesidad de un Macri o un Trump venezolano, con loas hacia el mito de la "eficiencia" como si ésta misma estuviese desprovista de intereses a quien servir.
En medio de criterios esquizoides, no falta quien conciba la libertad como el derecho a escoger quien nos friega o aferrarse al menos malo y en la situación actual en Venezuela el ogro mayor a enfrentar es el totalitarismo del gobierno y vale apostar por quien al parecer represente una posibilidad real de cambio sin importar lo que venga luego, que ni es tan real y más bien sigue siendo parte del juego que tanto favor le hace a las cúpulas corruptas.
Obviamente que hay que pelear contra el autoritarismo que representa el PSUV/Gobierno, pero lo hacemos desde un llamado a todos los sectores dispuestos a que nos juntemos a construir un referente político de lucha en favor de quienes vivimos de nuestros salarios y los más desposeídos. Un referente que sea capaz de construir con la gente para recuperar la democracia, para defender la constitución, que apunte por la recuperación de los sindicatos como instrumento genuino de los trabajadores, que le hable a la juventud sin demagogia sabiendo de la importancia que tienen como sector social, que levante las banderas por los derechos de la mujeres, de los sexo diverso y en general para encaminar la pelea y salir de la crisis desde las perspectivas nuestras, dando sentido al tipo de oposición de la que queremos ser parte, que no admita categorías ni definiciones vacías, sin contenido o con gazapos.