La "espantosa" dolarización en Ecuador

¿Puede ocurrir en Venezuela? Si según los economistas consultados, técnicamente ya en nuestro país hay hiperinflación ¿Qué viene después? Desde algunos sectores se clama por ir a una dolarización de la economía, ¿pero esto conviene? ¿Una dolarización terminaría con nuestros problemas? El preludio de ese proceso en Ecuador fue el alza desmedida en los precios de bienes y servicios, la devaluación de la moneda, la falta de efectivo en los bancos todo ello unido a políticas erradas del gobierno de Jamil Mahuad, quien asumió el poder el 10 de agosto de 1998 y el 9 de enero del año 2000 (se cumplen 17 años) tomó la decisión de dolarizar la economía lo cual aceleró su salida del gobierno.

En 2012 pidió perdón a los ecuatorianos y dijo que prefirió "cortar el brazo para salvar la vida"

¿Qué pasó con la gente, que al fin y al cabo es lo que nos interesa?

Les invitamos a leer el relato de una buena amiga ecuatoriana, periodista, a quien solo identificaremos con el nombre de Alicia. Una historia que recuerda con tristeza al igual que miles de sus compatriotas.

¿Cómo comenzó todo?
– Lo que nos pasó en aquella época fue espantoso. Las cosas fueron subiendo de precio sin control. Teníamos entonces nuestra propia moneda, pero el tipo de cambio fue cambiando de la noche a la mañana de un modo tan brutal, que había sitios como las grandes cadenas de farmacias y supermercados que empezaron a cobrar en dólares en caja. Para intentar conservar liquidez los bancos llegaron a ofrecer hasta 50% de interés anual por ahorros en sucres (nuestra moneda) y 8% por ahorros en dólares. Para entonces hubo también la opción de hacer préstamos bancarios en sucres o en dólares, siendo las tasas de interés en sucres bastante menores que en dólares. Sin embargo, un buen observador notaría que, dada la inestabilidad de nuestra moneda por la altísima inflación y las aceleradas devaluaciones, lo mejor era endeudarse en dólares y no en sucres, aun a costa de un interés mayor

Alicia refiere que "también los dueños de casas, departamentos y oficinas empezaron a cobrar las rentas en dólares, pero los dólares eran cada vez más difíciles de conseguir y se encarecían día a día. En ese punto era imposible contar con un presupuesto familiar porque todo, desde productos de la canasta básica, medicamentos, gasolina, etc., etc., cambiaban de precio constantemente. Un buen día, sin previo aviso, el gobierno ordenó el "feriado bancario", es decir, el bloqueo del acceso de los ciudadanos a sus cuentas corrientes y de ahorros. Los bancos sencillamente cerraron sus cuentas por una semana".

El "feriado bancario" al cual alude Alicia fue lo que vivimos en Venezuela durante la crisis financiera de 1994 en el segundo gobierno de Rafael Caldera, cuando varios bancos cayeron en fila comenzando con el popular Banco Latino. Por aquellos días la gente, en su mayoría de tercera edad, se agolpaba a las puertas de la entidad financiera para reclamar su dinero. Los bancos ofrecían altísimos intereses. Luego vinieron los "auxilios financieros" que muchos banqueros tomaron para sí, burlando a los ahorristas y al propio Estado. Una situación parecida se registró en el gobierno de Hugo Chávez, pero la intervención de varios bancos se hizo a puertas abiertas, para no afectar a los cuentahabientes, y luego fueron nacionalizados.

Pero sigamos con el relato de Alicia:

– Eso significó que, a menos que tuvieras una buena cantidad de efectivo en tu casa para sobrevivir por una semana, era imposible que pudieras comprar pan, leche o huevos en la tienda a menos que el dueño te fiara esos productos. También implicó que no pudieras pagar pensiones en los colegios, salarios en las empresas, la renta de departamentos, la hipoteca de tu vivienda, la gasolina para tu carro… en fin, ¡que nos dejaran con una mano adelante y otra atrás!

¿Qué hacía el gobierno?
– Según las explicaciones oficiales, el feriado bancario fue una medida desesperada para evitar que todo el sistema financiero colapsara puesto que los bancos fueron quebrando uno tras otro. Según recuerdo, en cuestión de días el tipo de cambio pasó de 6 mil a 25 mil sucres por dólar. Al final del feriado bancario esa fue la cifra con la cual se implantó la dolarización en mi país. Poco antes de la debacle el gobierno había creado una Agencia de Garantía de Depósitos (AGD)* que tenía el propósito de proteger a los depositantes de la banca en caso de emergencia. Aquellos que no se dejaron seducir por las altísimas tasas de interés que ofrecían los bancos por los ahorros en moneda local, y en su lugar ahorraron en dólares, o cobraban salarios o rentas en dólares, sufrieron muchísimo menos las consecuencias de la dolarización. De la noche a la mañana la gente se quedó sin nada, porque sus cuentas de ahorros en sucres, sus casas y departamentos, en fin, pasaron a valer migajas. La cuestión fue tan tremenda que incluso la gente entendida en finanzas, que guardaba su dinero en diferentes bancos para no perder mucho en caso de la quiebra de uno de esos bancos, se fue a la bancarrota porque quebraron muchos. Mi abuelo tenía los ahorros de toda su vida en cuatro bancos diferentes; ¡todos quebraron!

Alicia, por previsión, tenía ahorros en dólares ya que laboraba para un ente internacional y aunque ganaba en sucres los viáticos se los cancelaban en dólares.

Ella califica de "espantosa" la dolarización especialmente para quienes habían comprado vivienda mediante créditos hipotecarios en sucres ya que cada mes subían la tasa de interés según se iban agravando las cosas, y en el momento de la dolarización, la mensualidad por hipotecas doblaba los salarios transformando esas deudas en "impagables". Mucha gente perdió los inmuebles. Algunos debieron recurrir a la ayuda de amigos y familiares en el exterior para solicitar préstamos y capear la situación.

En su caso, el haber tenido los ahorros en dólares fue un gran acierto porque la AGD fue devolviendo paulatinamente el dinero a los cuentaahorristas, pero sin un centavo de interés. Quienes tuvieron sus ahorros en sucres perdieron de un modo incalculable puesto que lo que un día para ellos fueron millones en sucres, al día siguiente eran unos pocos cientos o miles de dólares.

– Dos años después –cuenta Alicia- yo recibí todo el dinero ahorrado en dólares, mientras otros recibieron migajas de lo que un día tuvieron, transformado en moneda americana al tipo de cambio oficial y final de 25 mil sucres por dólar. Según entiendo, desgraciadamente hay gente que nunca recuperó lo que perdió. Mucha gente se suicidó, en especial personas de la tercera edad que vivían de rentar casas o departamentos que habían comprado con su jubilación. O personas como mi abuelo que confiaron en que al diversificar sus ahorros en diferentes bancos nunca pensaron que todos quebrarían.

EEUU cerró sus puertas
Alicia narra que "millones de personas emigraron a España e Italia porque Estados Unidos nos cerró las puertas debido al volumen de personas que intentaron entrar. Años después resultó ser que esos emigrantes, con sus remesas mensuales para sostener a sus familias en el Ecuador, pasaron a constituir uno de los rubros de ingresos más altos del país. Sus familias sobrevivieron, pero el costo humano fue terrible. Las familias se rompieron; los hijos, al no contar con uno o ambos de sus padres se descarrilaron, cayeron en drogas y libertinaje; muchos padres o madres separados por las circunstancias se emparejaron con otros aquí o allá. Las historias son muchas y muy tristes y a veces terroríficas. En conclusión, el mal manejo de la economía del país trajo consecuencias nefastas".

Nuestra amiga recomienda ahorrar en dólares y guardarlos en efectivo o en un banco fuera del país. En cuanto a los depósitos bancarios, no es mala idea tener el dinero en diferentes entidades. En Ecuador éstos cayeron "como piezas de dominó" y el resultado fue terrible.

Por último, sobre las limitaciones que ahora en Venezuela hay para obtener dinero en efectivo, Alicia refiere que: "en mi país ese fue el preludio del feriado bancario. No había liquidez en el sistema financiero"

* En Venezuela el presidente Jaime Lusinchi creó el Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) en 1985



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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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