Cuando leemos las declaraciones del señor Rex Tillerson, Secretario de Estado Norteamericano, sobre las tácticas criminales que utiliza su gobierno para someter a los pueblos que se determinan a ser libres y dirigir sus propios destinos, no podemos menos que sentir satisfacción y ganas de felicitar a este enigmático personajes, que al igual que su patrón inquilino de la Casa Blanca, está desquiciado y por eso muestra ante el mundo la verdadera cara del estado "paladín de la democracia, la libertad y la justicia" en el planeta.
La diplomacia del crimen ha sido el fuerte de todos los gobiernos de Estados Unidos de Norteamérica, desde su nacimiento como nación corporativa, producto del poder económico y militar que desde siempre ha designado a los mandatarios de turno, que más que presidentes son agentes de relaciones públicas del sionismo internacional, que es quien ejerce el gobierno político en USA, apoyado en el complejo militar, industrial y comunicacional que pugna por imponer el peso de su bota sobre el orbe. Claro que a diferencia del actual inquilino de la Casa Blanca, descocado, megalómano, misógeno,racista, supremacista y bocaza, que dice todo cuanto piensa sin medir las consecuencias, los anteriores arlequines del pentágono siempre barnizaban sus criminales aventuras en contra de los pueblos del mundo para hacerlos responsables ante la comunidad internacional, de sus desgracias, como eran las invasiones y ocupaciones militares, los atentados terroristas contra la población indefensa, ejecutadas por la CIA y demás intervenciones en contra de sus pueblos.
El actual "Presidente de la EE UU AA, señor Donald Trump, no disfraza sus intenciones sino que las publica en su cuenta personal en las redes sociales y si no lo hacen sus voceros, como esta perla que refriéndose a Corea del Norte lanzó Rex Tillerson, su vocero en la Universidad de Stanfort, según reseña el portal Aporrea:
" Los indicios de hambruna y muerte en Corea del Norte son una señal de que la estrategia de la diplomacia estadounidense funciona, dijo el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, en una charla con la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice, este miércoles en una charla que tuvo lugar en la Universidad de Stanford, en California, según informa el Washington Post.
El objetivo de Estados Unidos es no dejar que Pionyang suscite simpatía en todo el mundo debido a las aflicciones causadas por las sanciones".
"Los japoneses [...] han recibido más de 100 barcos de pesca norcoreanos que han navegado a la deriva hasta aguas japonesas. Dos tercios de las personas que iban en esas embarcaciones han muerto", dijo Tillerson, citando a la delegación japonesa que asistió a principios de esta semana, a una conferencia en Vancouver (Canadá).
: "[Los pescadores] están siendo enviados en pleno invierno a pescar porque hay escasez de alimentos. Y los están enviando a pescar con la cantidad de combustible inadecuada para volver. Así que estamos obteniendo evidencias de que [las sanciones] están empezando a doler".
"Nuestro manual de estrategia es: 'De acuerdo, vamos a empezar nuestra ofensiva de encanto para que el resto del mundo vea que somos como la gente normal, como todos los demás. Vamos a suscitar un poco de simpatía. Vamos a abrir una brecha entre Corea del Sur y sus aliados'".Con estas caricais los gringos esperan que el líder norcoreano Kin Jon un, buscará negociar con Washington para someterse a sus designios.
De acuerdo a las aseveraciones de Tillerson, sus aliados los surcoreanos han asegurado a Estados Unidos que no permitirán pensar que los norcoreanos son seres humanos que merezcan simpatía: "Ayer [pasé] mucho tiempo en la discusión grupal escuchando a la ministra de Exteriores de Corea del Sur, Kang [Kyung-wha], que dice que no permitirán que esto suceda", aseguró el Secretario de Estado.
Y volviendo a lo señalado al principio de este artículo sobre la satisfacción que sentimos con estas aberrantes aseveraciones, es porque esto tumba de plano la conseja de la oposición irracional, manipuladora y de algunos ignorantes seguidores a ciegas que niegan hasta el cansancio la existencia de la guerra económica contra la República Bolivariana de Venezuela y su pueblo. N o negamos que parte de la situación obedece a las equivocadas políticas económicas y monetarias que el gobierno ha ensayado a lo largo de los últimos cuatro años, pero resulta insensato y fuera de toda lógica negar esta realidad.
La receta que Trump y su gobierno está aplicando a Corea del Norte, es la misma que desde hace 50 años ejerce EE.UU, contra la heroica Cuba, ahora contra Nicaragua y Siria. La misma que aplicó a Libia y a Iraq, antes de invadirles y destrozarles como país nación y que ahora está ejerciendo a fondo contra la República Bolivariana de Venezuela y su pueblo, con apoyo de la oligarquía nacional y una franquicia contra la patria denominada MUD, con la única finalidad de preparar el terreno para la agresión militar, que ya conocemos como el puntillazo final de la diplomacia del crimen.