AZNAR VA ARECIBIR UN HONORIS CAUSA DE LA UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO. ¡Qué desgracia la nuestra! Ese borrico con cara de…”muchacho sal de ese baño” recibido por la presidenta Bachellet, quien como sabemos es de tendencia socialista y cuyo padre fue torturado por los panas de Aznar el derechista. Pero lo que más tristeza nos da, es que la universidad se llame ANDRÉS BELLO, el insigne venezolano del cual recordamos a nuestros padres cada vez que pronunciábamos mal: ¡Muchacho, Andrés Bello se estará revolcando en su tumba” Entendemos que la señora Bachellet ha tenido cierta conchupancia con el OPUS DEI chileno pero que pena para la Venezuela revolucionaria que ese triste tipejo se lleve algo con el nombre del venezolano que fue a Chile a inaugurar una universidad, a enseñar la nobleza del idioma español, a vivir y a escribir tantas cosas inolvidables.
No perdió la oportunidad este español con cara de acure borracho, para agredir a Chávez con sus mediocres conjeturas. Aznar es un político desfasado. Un infeliz que se cagó en el interior tres mangas cuando aquello de la explosión, achacándole a la ETA la criminal acción en una muestra de irresponsabilidad terrible. Allí murieron más de doscientas personas, Se acobardó aquel día. No supo ni pudo enfrentar la situación desde el ángulo de la política. El rostro de “hombre violado” se le desencajó. Los bigotes de “El tío de las barbas” se les chorrearon, parecían una brocha de pintar miedo, porque éste, el miedo le corría por la cervical, como un huracán de pasiones. Andaba de allá para acá, de aquí para aquí, porque las elecciones que tenía aseguradas, se les escapaban de la mano. Y el pueblo español lo mandó a la mierda votando por Zapatero...
En Chile comparó a Hitler con Bin Laden y dijo que Chávez es una peligro para esta parte del mundo. Pero, ¿qué le pasa a este cura de la Galicia de Franco? Un peligro real para esta América fueron sus antepasados, tuberculosos, enfermos, ladrones, violadores, que masacraron a los verdaderos dueños de estas tierras. Una vez más insisto en que nosotros los latinoamericanos olvidamos la historia. Por antonomasia, por orgullo, por lealtad a la vida, no deberíamos permitir que Aznar tuviera una palabra para venir a ofender a los venezolanos, ni a ningún pueblo de esta geografía.
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