La masacre ocurrida el 14 de febrero pasado en una escuela al sur de la Florida con saldo de 17 estudiantes asesinados y alrededor de 20 heridos es otra muestra de la agresividad existente en la sociedad estadounidense y la desidia de las autoridades ante semejantes hechos.
El autor, un ex alumno que había sido despedido de la escuela y cuyo entretenimiento era comprar armas como el fusil automático con el que cometió los asesinatos, fue tildado de loco por el presidente Donald Trump y por su cercano aliado, Marco Rubio.
Entre enero y octubre del año 2017 fallecieron en Estados Unidos 545 menores por disparos, ocurrieron 274 tiroteos masivos, se registraron 46 595 incidentes de violencia con armas de fuego con resultados de 11 652 muertes y 23 516 heridos (sin incluir 22 000 suicidios anuales aproximadamente), según el Gun Violence Archive (Archivo de Violencia Armada).
Pero esas estadísticas no inmutan en lo absoluto al senador republicano Marco Rubio que ha recibido 3,3 millones de dólares de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), organización que impulsa con su poderoso capital la proliferación de armas en toda la Unión.
Una investigación de Univisión Noticias, que refleja el dinero que recibieron algunos representantes y congresistas de parte de la Asociación Nacional del Rifle, demuestra que cuatro de los políticos que obtuvieron mayores cantidades son de La Florida, pues además de Marcos Rubio, también aparecen los republicanos cubanoamericanos Carlos Curbelo, con 75 425 dólares, e Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart con 32 0002 cada uno. (1)
Según el trabajo periodístico de Univisión, el poderosísimo lobby de las armas ha gastado 153 millones de dólares en campañas electorales desde 1990, y la mayoría ha sido destinada a candidatos y políticos del Partido Republicano.
El domingo 2 de octubre de 2017, Stephen Paddock, un jubilado de 64 años, ametralló a una gran concentración de personas que disfrutaban en Las Vegas de un espectáculo de banda country Josh Abbott Band con saldo de 59 muertos y 527 heridos
Para el periodista David Brooks del periódico mexicano La Jornada, la matanza en Las Vegas fue caracterizada como el peor caso de un tiroteo masivo múltiple en la historia moderna de Estados Unidos, pero es un tipo de tragedia que se ha vuelto cada vez más común en los últimos años en este país.
Hace sólo 20 meses, ocurrió otro tiroteo masivo cuando Omar Mateen mató a 49 personas en el club Pulse en Orlando. Antes de ese, el título de sangre y muerte de un tiroteo masivo se había registrado en la universidad Virginia Tech en 2007, donde fueron asesinados 32.
Los casos de homicidio masivo se multiplican con una frecuencia alarmante. Entre los más recordados, además de los tres "peores", incluyen el crimen de odio del joven Dylan Roof en una iglesia afro estadounidense en Charleston, Carolina del Sur, matando a 9, en 2015, el mismo año en que se registró un tiroteo masivo de San Bernardino California, donde murieron 14; el del cine en Aurora, Colorado donde un hombre mató a 12 en 2012, año en que un hombre abatió a 20 niños de primaria y a sus maestras en la escuela Sandy Cook de Newtown, Connecticut y los 13 estudiantes asesinados en la Preparatoria Columbine en Littleton, Colorado (tema del documental famoso de Michael Moore, Bowling for Columbine), entre otros en una lista cada vez más larga.
Desde 1970, han muerto más estadounidenses a causa de armas (incluyendo suicidios, accidentes y homicidios) que el total de los que perdieron sus vidas en todas las guerras en la historia del país, desde la Independencia (1776). Cada día, unos 92 pierden sus vidas por armas de fuego, recordó Nicholas Kristof, columnista del New York Times. (2)
En Estados Unidos, hay aproximadamente 300 millones de armas de fuego en manos privadas -casi suficiente para dar una a cada adulto y niño, y un poco más de una tercio de los hogares en el país reportan tener un arma en casa.
Pero todas estas desgracias y tragedias familiares por el uso indiscriminado de armas de fuego, le son prácticamente indiferentes al senador Marco Rubio, defensor al ultranzas de la posesión de esos peligrosos artefactos en las manos de cualquier individuo, claro, siempre y cuando él reciba abundante dinero para ampliar sus arcas personales.
La NRA se fundó en 1875. En los años sesenta se convirtió en organismo politizado para después, con el paso de las décadas, dedicarse casi de manera exclusiva a bloquear todo tipo de legislación que pretenda limitar la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, la que garantiza el derecho a la portar armas.
En cuanto ocurre una tragedia como la de Pórtland o Las Vegas, el organismo lanza cientos de correos a sus miembros advirtiendo que sus derechos están en peligro y que es el momento de defenderlos a través de donaciones. Esto incrementa sus cuentas bancarias y estimula la llegada de nuevo socios.
Cuando la masacre ocurrida el 2 de diciembre de 2015 en San Bernardino (California), donde murieron 14 personas y otras 21 resultaron heridas, el senador Marco Rubio, entonces aspirante a la carrera presidencial, salió a defender la tenencia de armas.
Rubio declaró a la prensa que "la izquierda a menudo pivota sobre las leyes de armas. Pero la verdad es que estados como California tienen leyes de armas muy estrictas, como en Illinois y en Washington DC, o en muchas otras jurisdicciones que sufren una violencia armada significativa, así que nunca se ha demostrado que estas leyes sobre armas hayan sido efectivas salvo para mantener las armas lejos de las manos de los ciudadanos respetuosos de la ley". (3)
Más adelante, el 14 de enero de 2016, Rubio declaraba a los medios masivos de difusión que la última línea entre los estadounidenses y los terroristas podría ser un arma, y que por ello quiere reforzar los derechos de la 2da enmienda constitucional y no restringir el acceso a armas de fuego.
Rubio afirmó que trabajará para proteger los derechos a la tenencia de armas, y que el presidente Barack Obama "confiscaría toda arma en Estados Unidos" si pudiera. (4).
El diario The New York Times informó el 15 de enero de 2016 que Rubio declaró en un acto de campaña en una fábrica de armas en Nuevo Hampshire: "Fui a comprar una pistola el día 24, en Nochebuena y tanto yo como mi mujer poseemos armas de ese tipo". (5). Este es el mismo senador que apoya un golpe cruento contra el gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro y el incremento del bloqueo económico y financiero contra Cuba.
No solo Marco Rubio, sino también otros tres cubanoamericanos que se han convertido en millonarios como son Carlos Curbelo, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart saben que junto con el dinero que les envía la Asociación Nacional del Rifle, también reciben galones de sangre procedente de las miles de victimas inocentes que son baleadas en las calles, escuelas, comercio y lugares públicos por su apoyo incondicional a la indiscriminada tenencia de armas en Estados Unidos.
(1) El dinero que recibieron algunos representantes y congresistas de la NRA. Univisión Noticias, 2 octubre 2017.
2.- Un tiroteo masivo por día: Bienvenidos a EE.UU., David Brooks, La Jornada, 3 de octubre 2017.
3.- Republicanos y demócratas, polos opuestos sobre la tenencia de armas en EE.UU. Agencia de noticias EFE, 5 diciembre 2015.
4.- Lo último, republicano defienden tenencia de armas. Chicago Tribune, 14 de enero 2016.
5.- Senador Marco Rubio revela que compró una pistola en Nochebuena. The New York Times, 15 de enero 2016.
Nota: Datos tomados del libro del autor: Miami Dinero Sucio que próximamente saldrá una reedición.