Colombia; ¡Oh, pobreza en Colombia de Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez!

Durante y desde el último fin de semana, muchas han sido las informaciones y comentarios sobre el proceso electoral para legislaturas y primarias presidenciales colombianas. El fraude electoral, la trampa, la compra de votos… desde sectores del uribismo como del partido gobernante de Santos, ¡nada nuevo! ¡materias viejas, pendientes, de arrastre en la política colombiana! Esa Colombia a merced de Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe Vélez y toda la camarilla que los secunda, que los apoya y defiende ante el mundo, la del 92% de la cocaína consumida en Estados Unidos, el mayor consumidor, su protector incondicional.

El gobierno se apresura, habla, declara el mismísimo Santos, ante las cámaras, para el mundo, expresa la satisfacción desde el gobierno por la pulcritud y buen desarrollo del evento electoral, quiere, a toda costa y desde su palabra, restar importancia, ocultar, los desatinos, la materia pendiente, los señalamientos de fraude, de compra de votos, de mala organización... ¡Busca en sus declaraciones ocultar la frustrante realidad de la democracia representativa, la incapacidad de su gobierno y la institucionalidad colombiana para garantizar unas justas, equilibradas y bien organizadas elecciones, de amplias garantías electorales! ¡Quiere mostrar al mundo una lección de honestidad que no tienen!

La acusación de un evento fraudulento es ya materia no sólo pendiente de larga data, ¡es razón de cursos especiales para su aprobación!, es parte importante, recurrente y común en la vida política e institucional de los últimos 20 años en la sociedad colombiana. ¡No, esas y otras denuncias ya no son relevantes! En la Colombia Santos-Uribe, enclave estadounidense-OTAN, el evento electoral es una mera formalidad. Lo verdaderamente relevante, la guinda, la fresa, la cereza, el arándano, la papaya…, en esta torta electoral colombiana es la inocultable incapacidad gubernamental para la realización de tal evento. Siendo un evento previsto en la legislación, ¡no sobrevenido!, sorprende, a propios y extraños, que el Estado y el gobierno colombiano, nos digan, le digan al mundo, que Colombia, la de Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez, no tenia presupuesto, recursos económicos, para la realización del evento electoral previsto. ¿Dónde quedó la buena, eficiente y sana administración de la economía colombiana? La prosperidad y progreso, del que y con el que tanto nos quieren dar lecciones, ¿dónde está? ¿Por qué Colombia no tiene presupuesto ni recursos económicos para la realización de sus elecciones? ¿Será que ya no quieren hacer elecciones? ¿Qué dirán en Estados Unidos? ¿Qué lecciones democráticas, de DD.HH., sociales, políticos, económicos, puede dar una nación, un Estado, un gobierno que diga al mundo que no tiene presupuesto, recursos económicos, para la realización de sus elecciones y continuidad de la democracia, de la institucionalidad ¿Será que ahora votar no es elegir?

¿Cómo es posible que el gobierno de Juan Manuel Santos y la institucionalidad colombiana nos digan, le digan al mundo, que en las recientes elecciones los ciudadanos que quieran ejercer su voto deben imprimir o fotocopiar la boleta electoral porque no cuentan con los recursos económicos? ¡Caramba, y tan presto Juan Manuel Santos para ir por el mundo buscando, solicitando, 60 mil millones de dólares como ayuda humanitaria para Venezuela! ¡Claro, él, Juan Manuel Santos, será el administrador y encargado plenipotenciario de la gobernanza en Venezuela por mandato estadounidense y a despecho de la inoperante, inepta, dirigencia opositora!



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Felipe Marcano


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