Pese a la enorme destrucción en que quedó Vietnam en abril de 1975 tras derrotar a los invasores estadounidenses que bombardearon indiscriminadamente fábricas, edificios de viviendas, puentes y destruyeron casi toda la infraestructura, los logros de la nación asiática en estos últimos años han sido extraordinarios.
Cierto que después de la indiscriminada guerra en la que Estados Unidos lanzó hasta defoliantes para arrasar con sus campos, los vietnamitas pasaron un período muy duro para comenzar a reconstruir el país que también se agravó al desaparecer la Unión Soviética y los países socialistas que le brindaban ayuda.
Como era un país eminentemente agrícola, debió importar gran parte del arroz para el consumo y ante esa difícil situación, en el VI Congreso del Partido en 1986, se tomó la decisión de llevar a cabo el proceso de renovación.
Conocido como Doimoi, ese sistema consiste en la aplicación de una economía de mercado orientada al socialismo, un proceso de transición que aun está en desarrollo pero que ha cosechado avances en diferentes sectores.
Desde entonces a la fecha ha tenido un rápido crecimiento con promedio del 6,5 % anual para situarlo entre los países de Asia con mayor aumento sostenido de ingresos medios.
Al cumplirse casi 32 años de renovación se ha producido una gran mejoría en la población pues el ingreso percápita aumentó de 150 dólares en 1985 a 2 200 en 2017. El desarrollo tecnológico, unido a una fuerza laboral joven (promedio de 30 años a nivel nacional) ha convertido al país en un campo fértil para el aumento de nuevas empresas tecnológicas.
En ese lapso de tiempo, la pobreza se redujo del 75 % a cerca del 9 % y salieron de la miseria más de 25 millones de personas. El desempleo es uno de los más bajos del mundo que oscila entre 3 y 4 %.
La población tiene acceso gratuito a la salud, educación y otros beneficios sociales y Vietnam es uno de los países que mejor ha cumplido con las Metas del Milenio de la ONU.
La alfabetización alcanza al 95,3 % de la población y la esperanza de vida es de 72 años, una de las más altas de la región.
Una de las esferas a la que el Estado brinda mayor atención es la educación donde el gasto público se sitúa en 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) anual, muy por encima de las cifras medias para el mundo.
Esto permite que la cobertura para el sistema educacional sea buena y se alcancen altos índices de graduados profesionales en las diferentes especialidades.
Para el 2017, aunque el Banco asiático de Desarrollo (BAD) había pronosticado que la expansión económica sería de 6,7 % y con esfuerzo se logró incrementarlo a 6,81 %
En el sector manufacturero, los textiles y las confecciones se han situado en el segundo escalón de las exportaciones (después del petróleo) con 6 234 millones de dólares en 2017 que representan el 14, 6 % de los ingresos nacionales. La nación asiática es el cuarto exportador de calzado mundial con ventas de 3, 690 millones de dólares.
La rama agropecuaria se convirtió en la más importante de la economía nacional y sus principales cultivos son arroz, caña de azúcar, frutas, vegetales, café, melones, mandioca, papas y te.
En el sector energético, desde 1987 hasta 2017 la venta comercial de petróleo totalizó 355 millones de toneladas valoradas en 145 000 millones de dólares.
En las exportaciones también tuvieron un peso importante el complejo agroforestal, pesquero, la construcción y los servicios.
La inversión extranjera directa alcanzó un record de 35 880 millones de dólares en 2017 para un aumento anual del 44,4 %. El Ministerio de Planificación e Inversión anunció que de enero a diciembre de 2017 el país contó con 2 591 nuevos proyectos con un capital de 21 270 millones de dólares y otros 1 188 con inversión adicionada, valorada en 8 410 millones de dólares.
Los sectores que atrajeron mayores inversiones fueron la industria procesadora y manufacturera de calzado con 15 870 millones; la producción y distribución eléctrica, 8 370 millones y el mercado inmobiliario, 3 000 millones. Inversionistas de 115 países colocaron sus capitales en 19 sectores de Vietnam, a la cabeza de la cual se situó Japón, seguida de Corea del Sur y Singapur.
Ya en enero de 2018 se crearon 10 800 empresas, y otras 4 000 que presentaban dificultades reiniciaron sus operaciones.
El intercambio comercial con Asia, alcanza el 66,7 % (China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Indonesia) y el otro tercio con Europa, América y África.
Para este 2018, entre los factores negativos aparecen las limitaciones en la recaudación, los gastos del presupuesto del Estado por encima de lo previsto y cuantiosas pérdidas ocurridas en 2017 por desastres naturales debido al cambio climático como inundaciones y tormentas que afectaron la producción agrícola y la vida de las personas.
Con la laboriosidad de su pueblo y superando todo tipo de dificultades Vietnam se ha transformado en unos pocos años de una nación sumamente pobre a otra con un nivel medio de desarrollo.