Hubo un tiempo, siendo presidente, que Luiz Inácio Lula Da Silva era visto o lo dejaban ver en el ámbito de la derecha, como mal menor. Creo que en algunos momentos, estuvo como de vedette e importantes eventos internacionales, diciéndole al mundo cosas. Era como el contrapeso de Chávez.
Los medios hoy recogen y destacan la noticia, que Lula está a punto de pisar la cárcel. La magistrada y jefa del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Carmen Lúcia Antunes, negó un hábeas corpus. Fue leal a su tesis de no necesitar pruebas para cosas como estas, porque "así se lo permite literatura jurídica".
Por supuesto, este es un caso que atañe muy particularmente a la justicia en Brasil, pero no podemos verlo, como un hecho estrictamente de este país. Hay lecturas y una de las principales que podemos hacer, es efectivamente esta que nos sugiere la frase que es muy común en Venezuela: así, así, así es como se gobierna. Un objetivo y se desarrolla toda un conjunto de acciones para alcanzarlo.
Una lectura adicional, que no es tan adicional, es reconocer que si algo específico desarrolló Lula durante sus momentos como presidente, fue el de coquetear a lo lindo con los que finalmente en el ámbito nacional e internacional se cuadraron para casi tenerlo a unos pasos y día de la cárcel. Pienso, no estoy muy seguro de esta afirmación, que jurídicamente Lula y su dirección política dejó intacta la administración de justicia, pensando tal vez, que el aparato de justicia es políticamente ciego.
Otra lectura que surge de este proceso, es que la derecha sin escándalos, sin cumbres burocráticas de ALBA, UNASUR, CELAC, calcula sus acciones y va tras sus objetivos. Si hay que "moler" a una figura política la muele y ya. Antes la sacaba con golpes fuertes y hasta con los pies por delante, hoy no hay tanta necesidad de dejar ver la violencia. Igual la usa, pero más sofisticadamente.
No sería exagerado pensar, que hoy Luz Inácio Lula Da Silva esté pensando que así, así, es como se gobierna y Temer lo hace bien.
Este plan de la derecha de Brasil y de la derecha internacional, seguramente incluye el silencio de la OEA, ONU, CELAC, UNASUR, Grupo de Lima. Eso es parte del plan. Así es como se gobierna. Aquí se se preservara el derecho de estas instituciones para no meterse en asuntos internos.