La relevancia de las victorias sobre Washington en lo político interno, 20M, y en lo diplomático internacional, durante la realización de la 48va Asamblea General de la OEA, en el propio corazón del poder y territorio estadounidense, demanda un cambio estratégico, de conducción, de acción. ¡Así lo entiende, lo evalúan, desde el poder estadounidense! ¡Desde el gobierno bolivariano!
El camino a la paz, la reconciliación y prosperidad esbozado desde el gobierno nacional por el presidente Nicolás Maduro tras su reelección para el periodo constitucional 2019-2025 ─en la percepción de quien escribe─, viene enfrentando una silenciosa y muy bien ejecutada campaña interna.
Entre la relativa calma se vislumbra una muy agravada situación política, social y económica, una sociedad anarquizada, de latente y extremadamente peligrosa descomposición social, donde las medidas, planes, acciones de gobierno resultan ineficientes, inefectivas, no tienen la potencialidad y rapidez necesaria. Más allá de la buena fe en opositores, detractores, empresarios…, se necesita con suma urgencia resultados concretos. ¡Definitorios! ¡Que resuelvan el problema fundamental de suministros; medicamentos, alimentos! El desproporcionado e inusual aumento en estos productos básicos; alimentos, medicamentos, hacen imposible su adquisición, subliman la acción gubernamental y predisponen la irrupción social.
Como estrategia contra el gobierno; el desabastecimiento de alimentos, medicamentos, productos básicos esenciales, induce precariedad y delicada situación, ¡peligrosa situación! ¡La paz social y política está en riesgo!, desde la perspectiva económica los empresarios, productores y banca toman control, adverso a las políticas y directrices del gobierno, del interés nacional, parecen una vez más, muy decididos a derrocar al gobierno, la institucionalidad del estado-nación.
Por el momento el gobierno a tomado de buena fe la palabra del sector bancario y ha prorrogado la aplicación de la reconversión monetaria ─para ajustes y pruebas del sistema bancario, situación no bien comprendida─ mientras de manera vertiginosa, en segundos, los precios se elevan a niveles incomprensibles, inimaginados, ¡los anaqueles están vacíos! ─en promedio el precio mínimo de un producto sobrepasa el millón de bolívares─ esta estrategia induce a pensar en una vertiente contra la reconversión monetaria. Anunciada como está, por la subida indiscriminada, criminal, de precios, al momento de su aplicación no surtirá efectos, los precios se mantendrán tan altos como ahora, ¡buscan matar la reconversión antes de nacer!
De nuevo la estrategia anti venezolana, de desconocimiento constitucional, creación del estado fallido, sumisión, esta coordinada, direccionada hacia el estallido social por insatisfacción de necesidades básicas, violatorias de DD.HH., que el pueblo en su conjunto irrumpa contra el estado-nación, desconozca su institucionalidad, legalidad y legitimidad, y sumido en la más grande de las desgracia, ¡hambruna, desnutrición…miseria!, se rinda, solicite de organismo internacionales la tan publicitada ayuda o intervención humanitaria. ¡ ¡a no serán los partidos políticos ni dirigencia opositora!
El escenario hoy, no es la acción abiertamente violenta, insurreccional, confrontacional…, ¡No!, es un escenario entre la delincuencia organizada, común y la no operatividad institucional; la dejadez, no cooperación, brazos caídos…, ¡de paz relativa!, por momentos, tensa, direccionada a sectores o servicios públicos bajo administración y responsabilidad exclusiva del gobierno; agua, luz, gas, combustible, comunicaciones, transporte, educación, salud, como distractores de lo fundamental, ¡la producción y distribución de alimentos, el abastecimiento de mercados, abastos y supermercados, farmacias!
Se crea la masa crítica en el descontento social, para el pretendido estallido social y la consecuente represión gubernamental. ¡Necesaria, imprescindible mediáticamente! ¡El estado violatorio de los derechos humanos!
