1. Vicente Fox gobernó seis años el país burlándose irresponsablemente de los mexicanos, particularmente de los más miserables. Lo hizo como casi todos los presidentes priístas anteriores que engañaron a la población, pero el cinismo de Fox no tuvo límites. Su enorme ignorancia de la política, la economía y la historia, además de su desprecio por cualquier tipo de lecturas, lo convirtió en un dicharachero que hablaba de manera ocurrente sobre la situación del país repitiendo siempre que todo estaba bien, que nunca había estado mejor el empleo, el bienestar, la justicia y la paz. Como payaso se ganó la simpatía de mucha gente, pero como gobierno concitó el odio de millones de trabajadores que perdieron el empleo, que no lograron conseguir ingreso o que vivieron con un “salario mínimo” de 45 pesos, o sea, cuatro dólares diarios. Lo más grave es que los chistoretes de Fox sirvieron para encubrir su irresponsabilidad en el manejo gubernamental y para que la oposición se ría en lugar de enjuiciarlo políticamente.
2. El pueblo mexicano no tiene la capacidad ni la posibilidad de enjuiciar a sus gobernantes porque: 1. En su inmensa mayoría se le ha mantenido en la ignorancia política; 2. El Estado mexicano ha sabido manejar los instrumentos jurídicos e ideológicos para dominarlo y, 3. No ha contado con organizaciones sociales y políticas que lo ayuden. Partidos políticos tales como el PAN, se pasaron el sexenio apoyando a Fox; el PRI presionando y recibiendo privilegios; el PRD cuestionando, criticando, pero buscando más cargos político-electorales. La realidad es que mucha gente se pregunta cómo pudo gobernar un personaje que en los seis años de su gobierno apenas logró un crecimiento promedio de dos por ciento, sólo mantuvo el mismo número de empleos del año 2000, destruyó la salud y la educación pública, profundizó la privatización, actuó como lacayo de los EEUU y protegió la corrupción de su familia y sus amigos. Por eso muchas gentes piensan que Fox debería estar en la cárcel o en el manicomio.
3. Ese mismo gobierno foxista en los últimos meses reprimió con brutalidad a los obreros mineros, persiguió a su líder e impuso a un nuevo dirigente; reprimió con saña inaudita a los campesinos de San Salvador Atenco, encarcelando a más de una docena de sus líderes; encabezó una campaña electoral fraudulenta para despojar a López Obrador de un triunfo electoral e impuso a Felipe Calderón (FECAL) como presidente usurpador y, por último, está a punto de desalojar a profesores y pueblo de Oaxaca -que durante más de 160 días han venido luchando por demandas populares y la renuncia del gobernador represivo- con un aparato militar de más de cinco mil elementos. Fox ha desatendido, pero también maltratado a la población desde todos los ángulos: económico, político, cultural, en servicios de la salud y de la educación. Pero los partidos políticos, en vez de acusarlo penalmente por graves daños contra los habitantes del país, han preferido reir sarcásticamente de sus bobadas mientras reciben privilegios.
4. En México la única obligación de cada gobierno sexenal, principalmente del presidente de la República, debería ser mejorar la vida del país, en primer lugar la de todos sus habitantes y, en segundo lugar, la de la nación de manera general. No se trata de gobernar como se pueda o como se quiera, sino de solucionar los problemas de enorme comunidad de 106 millones que producen para recibir la recompensa necesaria. Los informes anuales de cada gobierno deberían servir para conocer los avances o retrocesos de la gestión para luego establecer las medidas correctivas necesarias, entre ellas el cambio de los gobernantes. Pero nada de eso sucede, al contrario: la nación crece pero la distribución de la riqueza es cada vez más desigual; se agranda la importación de artículos y se frena la producción; el porcentaje de desempleados aumenta exageradamente al mismo ritmo que la miseria de la población; la riqueza del país se acumula entre poderosos empresarios y altos gobernantes.
5. En la lista de los hombres más acaudalados del mundo, según la revista Forbes, figuran algunos mexicanos, entre ellos Carlos Slim –dueño de Teléfonos de México y alto magnate en Televisa, de empresas de América Latina, así como en cadenas de restaurantes como Sanborns, etcétera- con más de 30 mil millones de dólares. Mientras tanto en la lista de los países con peor distribución de la riqueza figura México. con 60 millones de mexicanos con ingresos promedio de cuatro dólares al día. Esta es una nación de unos cuantos multimillonarios y de decenas de millones de pobres y miserables que durante varias décadas, en particular desde la implantación del neoliberalismo hace 24 años, han venido construyendo los grandes empresarios y políticos. Pero lo más grave es que ese pueblo explotado y miserable sigue demostrando su impotencia enajenado y avasallado por los medios de información, particularmente la TV y la radio. Y lo peor es que no se vislumbra que esta dominación pueda acabarse.
6. Si el casi iletrado Fox gobernó seis años al servicio de los poderosos empresarios, ¿qué le puede impedir a Felipe Calderón hacerlo con los mismos aliados? Los medios de información, encabezados por Televisa, se han encargado durante casi dos meses de borrar de todas las noticias y de las entrevistas a López Obrador y su movimiento, mientras tanto esos mismos medios han dedicado muchas horas para ensalzar las declaraciones, los discursos y las gestiones de FECAL. Al parecer, internacionalmente, Calderón obtendrá el reconocimiento de todos los gobiernos, quizá con la sola excepción muy digna de Venezuela y Cuba. En México Calderón ha sido reconocido por 28 gobernadores priístas y panistas y sólo cuatro perredistas aún no le han declarado su apoyo. ¿Qué se podría esperar de un movimiento social como el lópezobradorista, el oaxaqueño, el de Atenco, el de los mineros, el de la presa La Parota, el de la CNTE, el del EZLN, el de IMSS y los electricistas, y otros pequeñísimos que no alcanzan consolidarse o, por lo menos, coordinarse?
7. No se puede despreciar el “espontaneísmo” o el surgimiento de movimientos no contemplados en los análisis políticos, tal como sucedió hace casi un siglo, cuando el régimen dictatorial porfiriano, en medio de fastuosos festejos, celebraba su fortaleza y se decía que vendrían muchos más años de dominación feudal-burguesa. Pero tampoco los oprimidos pueden cifrar sus esperanzas en que las cosas cambien en su beneficio en algo no previsto, en un movimiento social que aún no se vislumbra, a pesar de la enorme cantidad de datos con los que hoy se cuentan para conocer con precisión nuestra realidad. A pesar de los cantos de sirena de “analistas e intelectuales” al servicio del poder y de los medios de información –defensores de las buenas maneras y del respeto al llamado “Estado de derecho”- las luchas sociales –aunque débiles y muy golpeadas- siguen resistiendo. No se sabe hasta cuando cambiará la coyuntura, pero, al parecer, siempre habrá luchadores sociales que no dejarán de empujar.
8. Fox se retirará muy contento de la Presidencia entre un mes, el 30 de noviembre, después acrecentar la miseria económica de dos quintas partes de mexicanos y que su familia y sus amigos, mediante la corrupción, acrecentaron sus negocios. Pero por otro lado, con una tremenda patología que le nubla la mente –que al parecer le impide darse cuenta de realidad- seguirá repitiendo que ha sido el mejor presidente de la República de la historia porque, según él, resolvió la producción, el desempleo, los servicios de salud y educativos, así como el problema indígena encabezado por el EZLN. Al parecer Fox, en sus seis años, fue solamente un payaso que buscaba agradar con sus chistoretes a la concurrencia, pero mientras construía en su mente loca una buena manera de agradar, abandonó sus responsabilidades como primer mandatario y hundió más al país en la miseria y la desesperación. ¿Si Fox pudo mantenerse en el poder durante todo un sexenio, porque no FECAL o cualquier otro? Al parecer el pueblo es muy aguantador.