El proceso revolucionario mundial ha entrado en una fase de deterioro. Ésto se debe, entre otras cosas, a las intensas presiones que, desde los espacios de poder económico, político, mediático la derecha fascista ha ejercido sobre los gobiernos que han intentado romper las estructuras capitalistas, por una parte, y por la otra la construcción de una inmensa y potente maquinaria a través de la cual imponen las ideas fascistas, en especial, aquellas que estimulan la supremacía de la raza blanca, el consumo, el confort, la riqueza material y una ética basada en el individualismo en contra del colectivismo y el bien común.
Ése poderoso ejército ideológico, esta maquinaria de dominación política imperial está constituido por las organizaciones políticas que dominan al mundo, léase ONU, OEA, UE, B.M. FMI, Iglesia, entre otros y son ellas las que imponen vía la fuerza el orden imperial, tal como ha ocurrido con Libia, Irak, Brasil, Argentina, Honduras, Grecia, Portugal, España, Francia, Ucrania y un sinfín de naciones que han intentado transformar las estructuras capitalistas, y que en los actuales momentos intentan construir sociedades independientes, soberanas tal como Cuba, Irán, Siria, Venezuela y son agredidas, invadidas, bombardeadas, amedrentadas para evitar su independencia.
Se debe igualmente a las debilidades de los gobernantes que han asumido el poder en muchas de estas naciones pero que han sido timoratos a la hora de hacer trasformaciones radicales sobre todo desde el punto de vista económico, político, filosófico, quedando entrampados por el reformismo, situación que, añadida la guerra psicológica, económica, política, obligan a líderes políticos y sociales revisar sus propuestas revolucionarias y plegarse a la agenda capitalista y neoliberal para poder satisfacer demandas de la población, apegándose a los lineamientos de la derecha, revisando sus propias ideas y postulados. Hablamos de Chile, Honduras, durante las últimas décadas.
En otros casos, revisiones de los postulados revolucionarios hechas por los líderes, que revierten los logros revolucionarios, casos tales como Ecuador, Uruguay, Paraguay, entre otros.
En el caso venezolano, concretamente, mucho de los logros hechos durante el gobierno del Comandante Chávez han sido revisados y revertidos a través de medidas que debilitan el proceso revolucionario. Estas medidas se deben entre otras causas, a la guerra asimétrica de IV generación a que ha sido sometido el país, pero también al deterioro ético que ha sufrido el gobierno nacional debido a la corrupción, nepotismo, sabotaje, incapacidad, ineficiencia desde sus instancias más elevadas hasta los niveles medios y bajos, lo que se ha traducido en la percepción por parte del pueblo de una incapacidad para gobernar y resolver los problemas más ingentes de la población, todo esto a pesar de las medidas que se han tomado para enfrentar el ataque por parte de la derecha. Otra situación es que dichas medidas no atacan las causas sino que se han convertido en negociaciones con los empresarios, militares, enchufados para mantener cuotas de poder y negocios a costilla del tesoro nacional y engrosar sus bienes propios, afectando permanentemente el poder adquisitivo de los venezolanos y con ello el confort y felicidad familiar, comunitaria y nacional.
Pero lo peor de todo esto son los efectos negativos que han afectado a la visión revolucionaria y socialista que orienta los cambios políticos, sociales, educativos del modelo socialista bolivariano.
Por una parte, el discurso de los miembros del alto gobierno (Presidente, Vicepresidentes, Ministros, Directores de Despacho, etc.) así como los representantes políticos han caído en una retórica de corte pragmática, populista y rentística muy alejada de los principios revolucionarios socialistas del Comandante Eterno y del proyecto revolucionario que lo llevó a gobierno.
Por la otra, muchos de quienes se oponen, que otrora fueron críticos desde la izquierda, se han enrolado en las posiciones de derecha, militando con los guarimberos, convertidos en mercenarios pagados por el Departamento de Estado, pidiendo la intervención y la invasión armada por parte de los E.U. "y que para "rescatar el legado de Chávez" convirtiéndose en la peor "astilla" que tiene clavado el corazón de la revolución ya que produce confusión a quienes confiaron en ellos y los vieron como revolucionarios en su momento.
Hoy, muchos de aquellos que entonaron con honor el himno de los proletarios "La Internacional", de aquellos que cantaron el "Oh bella ciao", que empuñaron las armas contra los gobiernos de la IV República, que fueron perseguidos, apresados, torturados por el "puntofijismo" cantan sin ningún tipo de desparpajo las estrofas de los himnos del fascismo tales como "Cara al sol con la camisa nueva" entonado por las falanges españolas o el "SS marschiert in feindesland" himno de la SS hitlerianas. Más aún, los veremos empuñar las armas contra el pueblo que saldrá a defender los logros que la revolución bolivariana socialista conquistó, sirviéndoles de guía, de persecutores a las fuerzas de ocupación que vendrán a "restituir la democracia" en nuestra querida patria, de la misma manera que hoy se arrastran implorándole a Almagro una reunión para llegar a acuerdos, o a Trump rogándoles hacer reuniones para coordinar la invasión, o a Duque participación en la avanzada militar que penetrará por Colombia cuando se decidan a hacernos la guerra.
Ellos saben quiénes son y el pueblo los reconoce
La lucha sigue siendo larga. Preparémonos para el combate.