Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acaba de extrenarse como Presidente Constitucional de la Republica de México, un hombre progresista, sencillo y honesto, un político formado, mediante el estudio y su participación activa en la lucha social durante muchos años, no improvisado, se constituye por la fuerza de los hechos en una especie de faro, de luz, para América latina, subcontinente que ha sufrido los embates de la derecha y del populismo que se auto definen de izquierda y socialista pero que en la realidad no lo son, ( por su obra lo reconoceréis dice un precepto bíblico) excepto Cuba y Bolivia.
Enfrentar la corrupción, la violacion de los DDHH y los desaparecidos pasan a ser prioridad en el gobierno de AMLO, conjuntamente con la necesidad de someter y extinguir los carteles de la droga y atender efectivamente el agudo problema fronterizo con los EEUU, todo ello conforma un cuadro aterrador que deberá enfrentar el reciente presidente, solo un hombre como AMLO, con su formación y su sapiencia tiene la posibilidad de salir airoso, de ese cuadro de la realidad mexicana, por supuesto que solo no podrá lograrlo, es imprescindible el acompañamiento del pueblo y el concurso de todas las fuerzas políticas, tanto de las que llevaron a AMLO a la presidencia como las fuerzas opositoras, en particular el PRIN y el PAN, y deberán hacerlo para salvar a la Republica de México que iba en vía al colapso.
De igual manera la alianza de buena parte de los países de América, y de todo el mundo, en especial de los ubicados en el hemisferio occidental, se requiere para salvar a México y conducirlo a ser un país potencia, por tal razón AMLO insiste en mantener la mejor relación con todos los países del mundo, el ejemplo del presidente de Venezuela que vive peleándose con cuanto gobierno foráneo le critica no es el mejor estilo. El intercambio comercial, cultural, deportivo y científico- tecnológico se favorece en la medida del cultivo de las mejores relaciones políticas sin que ello vaya en detrimento de la soberanía y la autodeterminación.
Podríamos decir que durante la segunda década del siglo XXI la derecha ha venido copando espacio político en los gobiernos de la región, Argentina, Brasil, Perú, Ecuador, Republica Dominicana, Costa Rica, además de Colombia, Guyana y otros son ejemplo de lo que afirmamos, seguramente el fracaso del populismo enmascarado con un lenguaje de izquierda y la corrupción de algunos de estos países, tienen mucho que ver con el viraje hacia la derecha, dicho viraje no es la solución, todo lo contrario agudiza los problemas que pretende superar e incluye otros nuevos que se generan de la dependencia de los centros hegemónicos del poder, resucitando el neocolonialismo, Brasil y Argentina son emblemáticos a tal respecto.
Ante esta dramático cuadro insurge el nuevo gobierno de Andrés M López Obrador que luce como un faro, como una luz en el concierto de las naciones latinoamericanas. Renace la esperanza de que un nuevo tipo de sociedad es posible.
