Cisnes blancos es el sobre-nombre que dan en Rusia por su alungado fuselaje a los TU-160, el bombardero estratégico mas grande y rápido del mundo. Hace un par de dias un par de esos cisnes aterrizó en el Aeropuerto Simón Bolívar de Caracas, después de un viaje de 10.000 kms. El propósito oficial del viaje es de realizar ejercicios de entrenamiento con la fuerza aérea de Venezuela. En realidad se trata de una advertencia del Kremlin a Washington, porque la OTAN realizó recientemente ejercicios militares de entrenamiento en el Mar Báltico y al borde de la frontera rusa en que participaron docenas de aviones y barcos de guerra; también el gesto ruso puede interpretarse como hecho en reciprocidad con el ejercicio de Cielos Abiertos y Libre circulación aérea en que se empeñaron pocos días antes un centenar de aviones de guerra de Estados Unidos sobre el cielo de Ucrania, justo después de un incidente en el estrecho de Kerch cuando la marina rusa apresó 3 barcos de la marina de la marina de guerra ucraniana que violaron aguas territoriales rusas. Desde el colapso de la Unión Soviética la OTAN ha incorporado a todos los países que fueron parte del Pacto de Varsovia, que fue su adversario durante la Guerra Fría, de tal modo que a pesar de las promesas de no expanderse la OTAN, tiene ahora bases y tropas al otro lado de la frontera de Rusia y realiza con frecuencia maniobras en que el polvo que levantan sus tanques invade el aire de los pueblos rusos al otro lado de la frontera. El largo vuelo de los cisnes blancos es otra demostración de reciprocidad en cuanto a Cielos Abiertos y libre circulación aérea sobre el Océano Atlántico. De Caracas hasta Miami al sur de los Estados Unidos hay mas de 2000kms., mientras que poner un centenar de aviones de guerra en el espacio aéreo de Ucrania que, limita con el espacio aéreo de Rusia,puede ser visto como una amenaza y una provocación; en efecto Rusia suele dar una respuesta mesurada y apropiada a cada provocación de la OTAN.
Está claro en este caso que la política internacional provoca muy extrañas asociaciones; la causa es sin duda el principio de que:el enemigo de mi enemigo es mi amigo. El vuelo de los cisnes blancos señala una de esas extrañas asociaciones. Por un lado Vladimir Putin, quien me parece el único Hombre de Estado, entre la tribu de mediocres figuran tres en el escenario mundial. El hombre que sacó a Rusia del desastre económico y social en que la sumió el gobierno de Boris Yeltsin la marioneta alcohólica instalada por Washington en el Kremlin, después de un golpe de estado en que se cañoneó la sede del Parlamento ruso,la época en que se liquidó a precio vil las empresas del Estado a los futuros oligarcas salidos de la nada como Mihail Kodor Kovsky, dueño de la petrolera Yukos, también época de la rebelión islamo- secesionista de Chechenia, sostenida desde Londres. En cinco años Putin acabó la guerra en Chechenia y devolvió la estabilidad económica, recuperó la solvencia internacional de Rusia, reorganizó sus fuerzas armadas y hoy dia gracias e Putin, Rusia es una de las primeras economías del mundo y la única Gran Potencia europea independiente. También fue gracias a la ayuda de Putin que se impidió el triunfo en Siria del salafismo terrorista apoyado por Arabia Saudita,Estados Unidos e Israel. Al otro extremo del vuelo de los cisnes blancos, está Nicolás Maduro, el hombre que el carismático Hugo Chávez designó para sucederlo al timón de un gobierno que ha sumido en la hiperinflación, la inseguridad y la miseria al país que gracias a su riqueza petrolera llegó a ser el más próspero de la América Latina. El fracaso y el desastre creado por Nicolás Maduro en Venezuela es tan evidente, que hasta antiguos admiradores y asesores españoles de Maduro Del partido Podemos , como Pablo Iglesias y Monedero ahora lo critican y lo reniegan. Esa asociación entre Putin y Maduro,puede que haga a los Estados Unidos mas prudentes con Rusia en Europa pero ojalá no llegué a afrontar una prueba bélica que sería el el daño que le falta a Maduro por hacerle a su país.