Buitres financieros merodean el cielo hemisférico

Los fondos buitres hacen dinero, sin crear riqueza, ni empleo, ni valor alguno para la economía real, aprovechándose de países en dificultades, como los denominados Países Pobres Altamente Endeudados (HIPCs según sus siglas en inglés) para comprar su deuda a bajo precio. Así pues, los buitres esperan el momento oportuno para obligarles a devolverlos a un precio más alto vía judicial incluyendo intereses de demora y costas judiciales.

Especulan tanto con deudas privadas como con deudas públicas. No les interesan los mercados, sino más bien las acciones judiciales que bajo la cuestionable jurisdicción de países afines, en demasiadas ocasiones actúan a su favor obligando a los estados a priorizar el pago a los usureros por delante de los gastos sociales. Según datos de la ONG Jubilee Debt Campaing, en los últimos años los fondos buitre han iniciado alrededor de 54 procesos judiciales por un total de 1.500 millones de dólares en 12 de los países más pobres del mundo. Asistimos a la encarnizada lucha entre los fondos buitre y los pueblos pobres, a la que una bandada de buitres ha intentado abocar al "default", cuentan con la complicidad de la justicia estadounidense.

Del resultado de la batalla que libran los pueblos contra los buitres y quienes les amparan, dependerá el futuro de los países atrapados por la deuda y que son pasto de los buitres por todo el mundo, como los del estado español, por ejemplo. La fuerza extorsiva de las de las deudas y el apoyo decidido del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), y el Club de París, son concluyentes.

El objetivo de los fondos buitres, también conocidos como fondos distressed o holdouts, tienen como objetivo la compra de activos con el menor precio posible y que en el momento de la venta, en un periodo corto (medio plazo), se pueda vender a otros inversores para alcanzar unas altas rentabilidades.

Una explicación fácil de qué son fondos buitres puede ser las sociedades creadas con el propósito concreto de buscar compañías o gobiernos en situaciones económicas delicadas, que puedan comprarse a precios muy bajos. Consisten en inversiones de muy elevado riesgo, donde una vez que adquirido el activo tratan de reavivarlo para una posterior venta.

A diferencia de otros tipos de fondos de inversión, los buitres manejan por lo general patrimonios muy elevados. Pese a que su origen está localizado en Estados Unidos, su verdadera eclosión surge en Europa a partir de 2007 con la aparición de la crisis.

Un fondo buitre se ocupa de comprar empresas o bonos de Estados cercanos a la quiebra, a un porcentaje muy inferior al de su valor nominal. Este tipo de sociedades, una vez que compraron el activo en situación delicada, tienen dos posibilidades. Por un lado acudir a foros internacionales para intentar cobrar el valor de los bonos en su totalidad o intentar reflotar la compañía con ánimo de venderla en el futuro.

Síntesis de los fondos buitres

1. Los holdouts o fondos buitre son instrumentos dedicados a comprar en el mercado financiero bonos de deuda de países, empresas y/o sociedades que están al borde del default o la quiebra.

2. Una vez adquiridos estos bonos, estos fondos inician un proceso judicial en cortes internacionales para forzar el pago del préstamo inicial y obtener ganancias exorbitantes.

4. Por lo general, los fallos a favor les permiten a los bonistas cobrar el capital original más lo acumulado por intereses, más las multas por moratoria, más gastos legales, es decir, los acreedores, logran cobrar los bonos que adquirieron a precios irrisorios con intereses que superan más del mil por ciento.

5. Los fondos buitre no crean fuentes de trabajo, no invierten para ayudar en las asociaciones en las que invirtieron y se basan en la especulación financiera.

6. En esta práctica del mercado financiero, el dinero es utilizado no como un medio de inversión, sino como un instrumento de poder, de control y de especulación sobre los países más vulnerables.

Hay que elaborar una legislación internacional. Se trata también de un paso importante hacia más ética financiera, una ley constituye una señal fuerte a los fondos de inversión poco escrupulosos que especulan de manera innoble. Que represente una victoria contra los buitres de las finanzas. Una ley que permita contener las presiones de los representantes de la finanza estadounidense y de bufetes de negocios presentes en Europa que defienden los intereses de los buitres. Debemos repudiar la especulación financiera, que castiga el trabajo y la producción, y esperamos que el caso de los pueblos que están siendo castigados injustamente por los criminales de las finanzas sirva como ejemplo para evitar estas situaciones que comprometen el futuro de los países emergentes.

La volatilidad de los mercados financieros en las dos últimas décadas ha tenido consecuencias muy graves para algunos países forzándolos a reestructurar sus compromisos externos. Esta situación hace imprescindible la necesidad de crear mecanismos internacionales de renegociación de deudas soberanas a fin de alcanzar un acuerdo definitivo con los acreedores externos, para evitar que la avidez de grupos minúsculos de especuladores se interponga en las posibilidades de recuperación y comprometa el desarrollo y bienestar de los ciudadanos.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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