El proteccionismo económico implementado por Donald Trump, la escalada del petróleo, la inestabilidad financiera de EEUU y la posibilidad de un Brexit traumático podría provocar que la crisis sistémica acabe lastrando la incipiente y frágil recuperación económica mundial y desemboque en escenarios de estancamiento económico secular (secular stangantion), ya que el fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos.
¿Hacia un Golpe de mano en Argentina?
La contracción de la demanda mundial de materias provocará el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas debido a la fortaleza del dólar, lo que se traducirá en aumentos de los costes de producción, pérdida de competitividad, tasas de inflación desbocadas e incrementos espectaculares de la Deuda Exterior. Así, según la Directora Gerente del FMI, Lagarde, "la fortaleza del dólar junto con la debilidad de los precios de los productos crea riesgos para los balances y financiación de los países deudores en dólares", de lo que se deduce que la economía argentina estará más expuesta a una posible apreciación del dólar y la reversión de los flujos de capital al estar hipotecada por vencimientos de Deuda para el 2019 estimados en cerca de 25.000 millones $.
Ello, aunado con la posible subida del crudo hasta los 80$ debido a factores geopolíticos hará que la inflación en Argentina alcance niveles ionosféricos (superior al 30% en el 2019 ), lo que provocará la pérdida de competitividad de los productos argentinos con la consiguiente constricción en las exportaciones e incremento del déficit comercial. Igualmente, una inflación descontrolada conlleva la pérdida de poder adquisitivo de trabajadores y pensionistas, la contracción del consumo interno y la desincentivación del ahorro y búsqueda de rentas fuera de las actividades productivas, lo que podría provocar en un futuro mediato una desertización productiva que fuera incapaz de satisfacer la demanda de productos básicos y la posterior estanflación. Se entiende por estanflación la suma de una inflación desbocada (superior al 30% en el 2019) y un escenario de recesión económica ( crecimiento negativo del PIB del 1,8% en el 2019) en el caso argentino y se trata de una de las más peligrosas combinaciones para la economía ya que ambos elementos distorsionan el mercado y la terapia de choque para combatir el estancamiento económico tiene como efecto secundario el incremento de la inflación.
Así, para incentivar el consumo y salir de la recesión se requieren terapias basadas en la expansión fiscal y monetaria, medidas que a su vez generan más inflación lo que al final deviene en un círculo explosivo (estancamiento secular) que tendrá como efectos colaterales la agudización de la fractura social y un sensible recorte de las libertades democráticas, emergiendo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) como punta de lanza de la revolución popular contra la dictadura del FMI y sus postulados neoliberales, no siendo descartable un posterior golpe de mano militar que contará con las bendiciones de EE.UU. y que implementará una severa represión contra los movimientos refractarios a los dictados de la autocracia militar.