1. México tiene 32 estados; unos 20 de ellos tienen gobernadores del PAN y del PRI, los demás son de Morena. El presidente López Obrador, con una gran fuerza y popularidad del 80 por ciento, no solo recorrió durante 15 años, varias veces, todos los estados y municipios del país; ahora en la Presidencia ha continuado esta dinámica con el fin –como dice- de "no perder el contacto con el pueblo y estar directamente enterado de sus problemas". Sin embargo, en sus últimas siete u ocho visitas –ya desde la presentaciones en la tribuna- los gritos, abucheos y repudios de los asistentes al acto central contra muchos gobernadores se han ido repitiendo, viéndose obligado López Obrador a intervenir para pedir y suplicar a los asistente unidad y respeto a todos.
2. Los gobernadores, en vez de tomar los "abucheos y protestas" como una crítica para revisar su gobierno, su relación con sus gobernados, han opinado que "lo mejor" sería que AMLO suspendiera sus giras porque probablemente estén preparadas, manipuladas por su partido Morena, para debilitar a los gobernadores y dominarlos. Los encuestadores de opinión han señalado que los gobernadores gozan de un 30 por ciento de apoyo en promedio mientras que López Obrador goza de un 80 por ciento. ¿Qué es lo que sucede? Que los gobernadores de cada estado tienen oposiciones y enemigos; entre tanto López Obrador –además del buen gobierno que realiza- parece gozar de un enorme respeto por estar cumpliendo con las demandas.
3. Lo que sucede es que los gobernadores del PAN y PRI son políticos que antes –en los años del neoliberalismo- ocuparon cargos y varios están muy desprestigiados; los de Morena son más nuevos y la población aún tiene esperanzas en ellos. El más viejo y experimentado de los gobernadores (Manuel Corral del PAN de Chihuahua) se ha convertido en el líder opositor desde que triunfó AMLO. Antes de ser gobernador, Corral mantuvo un discurso crítico anti Televisa que me causó muchas simpatías, pero al no hacer nada contra el exgobernador ladrón César Duarte y el triangulador de dineros del PRI Alejandro Gutiérrez, Corral me confirmó que como parte del PAN, tranzó como ha sido en la historia, con el gobierno del PRI. Bastaba con rascarle un poco.
4. ¿Qué queda ahora para AMLO? Radicalizar un poco su gobierno llevando a prisión a unos cuantos notables. Los mexicanos saben que todo, absolutamente todo, está podrido en México, y López Obrador lo ha demostrado hasta la saciedad; están enterados de los personajes que son los culpables de los saqueos y asesinatos; pero no ven claro acerca de la devolución de los miles de millones de pesos que se han robado. ¿En dónde han colocado Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña los miles de millones que tiene cada quién? Con todo ese dinero acumulado y escondido en los "paraísos fiscales", en sólo un año se crearían las fuentes de trabajo necesarias. Habría empleo incluso para los paisanos expulsados de EEUU y para unos cuantos migrantes centroamericanos.
5. La realidad es que los gobernadores tendrán que admitir que López Obrador no es el culpable de que los habitantes de los estados o entidades les griten a los gobernadores; son ellos quienes tienen que aprender a gobernar con otros estilos y tratos. López Obrador está enseñando en sus Conferencias mañaneras" y en los mítines en los pueblos que se debe tratar a los auditorios con mucha inteligencia, delicadeza y respeto; pero para ello hay que erradicar cualquier engaño o trampa. Por eso AMLO "cariñosamente" los bautizó como "ternuritas" porque tienen mucho que desaprender, dejar atrás, del neoliberalismo, para acostumbrarse a tratar con el pueblo que también está aprendiendo que no es lacayo o esclavo de nadie. (5/III/19).