A comienzos del año 1954 en el Hotel Bilderberg situado en la campiña de Oosterbeck al norte de Holanda, se reunió un selecto grupo invitado por el Príncipe Bernardo de Holanda, y financiada por los Rockeffeller, cuyos invitados conformaban la flor y nata de la política de aquella época, representantes de los estamentos empresariales, financieros y de la alta política de los países de mayor desarrollo del mundo occidental, así nació el llamado Club Bilderberg, CB, y desde entonces
La meta final es la creación de un gobierno mundial único, con su propio ejército, moneda, y hasta de ser posible su propia religión, los propietarios de medios como New York Times, Washington Post, Le Monde, Wall Street, Journal y de las cadenas ABC, NBC, CBS, BBC son asiduos asistentes a las reuniones del CB, es muy poco lo que sale publicado en estos medios sobre las incidencias y conclusiones a las cuales arriban, el CB se reserva el derecho de aplicar sanciones disciplinarias a cualquier miembro que violente las normas de privacidad y confidencialidad del selecto Club.
El caso de la crisis de Venezuela seguramente será materia a tratar en la venidera reunión del próximo mes de Mayo en el CB, por estar involucrada en la confrontación de las potencias mundiales, ya que estando geográficamente enclavada en el geoespacio de influencia norteamericano según el diseño de los tiempos de la guerra fría después de la Segunda Guerra Mundial, y de la aplicación de la vetusta Doctrina Monroe, la Federación Rusa, y la República Popular de China, se han venido pronunciando en contra de la injerencia norte americana, y aportando apoyo en los aspectos económico y militar, dichas potencias poseen importantes inversiones económicas en el suelo patrio venezolano, su defensa es por razones geopolíticas, por ser la puerta de la entrada al subcontinente sur americano y naturalmente por razones también de carácter económico, dicho subcontinente es apetecible por las grandes potencias debido a las exuberantes riquezas naturales: fósil, minera, hídrica, y de biodiversidad, recursos que necesitan las grandes potencias para la satisfacción de sus altos niveles de consumo, en todo caso Venezuela está en el ojo del huracán, le reedición de la guerra fría, aparece como una posibilidad cierta, y corre pareja con la multipolaridad, hoy más que ayer la incertidumbre y la complejidad para que las potencias planetarias intenten resolver sus conflictos de intereses, ya no ideológicos, sino absolutamente pragmáticos, son el marco de referencia que explican el porque en esa encrucijada seguramente hará que la crisis venezolana sea uno de los puntos de agenda en la precitada reunión del Club Bilderbeng