¡Gloria a Dios padre/nuestro padre/creador de cielo, tierra, agua, fuego, ríos, mares/lo visible y lo no visible!... Cantaron los coros celestiales cuando el autojuramento y la autoproclamación invadieron el recinto; el congreso, el palacio de gobierno, la sociedad, la vida peruana. ¿Dónde estaba la #OEA, dónde está el #GrupoDeLima? En medio de la tempestad, pregunta un ángel perdido. Mientras los parlamentarios, desubicados, distractores del conflicto, buscan refugio, culpas y responsables en #Venezuela y los cientos, miles de migrantes, antes invitados de honor.
¡Oh Perú! Queriendo dar lecciones de #Democracia, #Libertad, #BuenGobierno, #DerechosHumanos, hoy estas inmerso en tu hora menguada. Los promotores, aupadores, creadores de estados naciones fallidos, te han conducido a la indefensión, indecisión política y social, al descredito, al efecto #AutoJuramentación, #AutoProclamación –de eso se trata la creación e imposición de estados naciones fallidos−, con la que, por mandato imperial, tu gobierno, ese gobierno de hoy inexistente, a través de todos los medios y maneras, quiso someter a Venezuela, nuestra Venezuela Bolivariana.
¡Pobre Perú!, al igual que Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, República Dominicana…, derrotados, conducido a la ignominia de perritos alfombreros, hoy no sabes quién te gobierna. ¿Dónde está tu democracia, quién se la ha llevado? Cuando todos y cada uno de tus presidentes, y sus grupos parlamentarios, empresariales, están señalados, acusados, investigados, o en huida por corrupción, por violación de #DDHH. El destituido, ni siquiera fue electo como mandata la constitución.
Entenderán, reconocerán, propios y extraños, que todo cuanto han intentado contra Venezuela, en complacencia del imperio reinante, es anti natural, anti identidad latinoamericana, Bolivariana, por ambición, envidia, mezquindad política contra la mejor, más auténtica y vigorosa democracia de este continente.
Al final, como dicen; tras de cada derrota de las fuerzas imperiales en su afán contra la Venezuela Bolivariana, parece hacerse realidad aquello de que:
−¡Quien se mete contra Venezuela, y su gente, se seca!