Siempre se ha dicho "desgraciado del perro que muerde la mano de quien le brinda cobijo", ni más ni menos se puede decir del Peronismo representado por el binomio Fernández-Fernández: Alberto y Cristina, la viuda de Néstor Kirchner. Piensen el grado sentimiento y frustración en el Chavismo que, hasta amigos militantes de la Oposición han expresado su condena a la traición, aunque manifestaron alegría por la derrota del Chavismo del Sur con la canallesca infidelidad a costosas muestras de amistad que, ahora se comprueba dio ingenuamente el Presidente Chávez al binomio Kirchner- Fernández en la Presidencia de la Argentina, cuando luego de lanzarles "jugosos salvavidas", les creó todo el andamiaje para que pudieran recuperarse del desastre económico-social en el cual habían encontrado las finanzas argentinas, luego de que: de diciembre del año 1999 a mayo del año 2003 habían tenido 4 presidentes: últilmo año de Menem, Fernando de la Rua, Alfonso Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde, para iniciar con Kirchner la recuperación Argentina sólo posible de la mano amiga y desinteresada de ese panamericanista, gran creyente en la Patria Grande : Hugo Chávez Frías, que con su apoyo incondicional les libró de las garras del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y sin esa pesada carga, en sólo dos lustros había recuperado la economía, sin compromisos internacionales acuciantes, que por su apremio hubieran obligado al Gobierno de los Kirchner-Fernández a grandes sacrificios económicos afectando especialmente al pueblo llano y poder atender las obligaciones internacionales contraídas, bonanza y recuperación, que echó por la borda la desastrosa administración de Mauricio Macri que, contrajo prestamos con el FMI por decenas de miles de millones de dólares que comprometen a la economía argentina hasta por 100 años.
Algunos allegados "escuálidos" comentan que no podía esperarse un comportamiento diferente de unos "chavistas extraterritoriales" como el par Alberto-Cristina, y en su , crítica anuncian que llegarán a la 5ª paila porque "de malagradecidos está el infierno lleno". Creo que el binomio de gobierno argentino, no podrá presumir de muchas cualidades vigentes en nuestras costumbres y practicas sociales, porque la función de primera dama la ejerce la barragana del Presidente Alberto Fernández, aunque fue recibida por el propio Papa Francisco en el Vaticano, (cosas veredes Sancho) creo que por ser argentina y recuerdo como crucificaron al ¨Presidente Lusinchi, cuando Blanca Ibáñez recibió en Caracas, Venezuela, a Juan Pablo II.
Por otro lado el gobierno venezolano no sabría que esperar de la nueva administración Platense, porque los traicionados por los que han sido sus amigos fraternos, saben que la amistad rota no es fácilmente reparable, porque la profunda herida moral infringida sólo sanará con el tiempo y por no existir ningún vestigio de base, y carecer de explicación lógica que pudiera justificar al menos en parte y circunstancialmente los injustificables hechos, mantiene la suspicacia y cuando hay desconfianza, no puede haber reconciliación sincera, por lo que creo que esa consentida del Chavismo, que ha sido Cristina Fernández de Kirchner, pasará como sombra despreciada por declaraciones falaces y consecuentes acciones impúdicamente aplicadas, sin consideración de ningún tipo y con absoluto desprecio a un país al que sólo tendrían que agradecer acciones francamente amistosas, por las buenas relaciones internacionales, mucho más cuando han existido lazos de fraternal amistad entre quiénes creyeron como Hugo Chávez en la honorabilidad de los otros, al punto de que el Comandante, resolvió designar uno de los salones de Miraflores como el Salón Nestor Kirchner, en honor a la amistad de ese personaje que imagino, que si resucitara, caería de nuevo muerto por los acciones vergonzantes e inamistosas de su viuda, Cristina Fernández y su copartidario del Peronismo, Alberto Fernández, con un País que tendió su mano amiga sin esperar favores a cambio.
El gobierno venezolano ante las dificultades que estamos pasando para adquirir alimentos seguramente pensó que superada la etapa Macri, Argentina sería un proveedor de algunos de los productos alimenticios que importamos en su condición de país con una importante actividad agropecuaria, y que esta vía serviría para ir recaudando saldos que pudieran quedar pendientes de operaciones anteriores, cuando Venezuela cooperó largamente en la solución de los problemas que afrontaba la economía argentina, pero la muestra que recientemente dieron el Presidente Alberto Fernández y la Vicepresidenta Cristina Fernández, con sus destempladas declaraciones, afirman una fehaciente manifestación de alejamiento de Venezuela y su Gobierno y probablemente por presión imperial directa o a través de terceros, tratarán de no comerciar con nuestro país, para aliviar la compulsión a la cual pudieran estar siendo sometidos; pero la obligación moral de agradecimiento y honorable reciprocidad, no deben estar por detrás de los intereses presentes en la actualidad de Argentina, porque me niego a pensar que ese anómalo comportamiento anti venezolano sea espontáneo y sin ninguna presión y se trata del real sentimiento de los sucesores de Macri frente a su fraternal Venezuela, sentimiento de hermandad profundamente demostrado con hecho y no simples palabras.
Cuál sería el grado de cercanía entre Venezuela y Argentina, hoy deslealmente agredida por quienes representan la máxima autoridad en la jerarquía Ríoplatense, que la oposición venezolana aprovechándose de esa muy buena relación bilateral, hablaba con sorna injuriosamente premeditada, luego de la muerte de Néstor Kirchner en octubre de 2010, sobre una presunta relación sentimental entre Cristina Fernández viuda de Kirchner y Hugo Chávez, para como en las monarquías antiguas, sellar compromisos entre estados por matrimonios de conveniencia política, que fortalecerían las relaciones entre los dos países.
Para darle un resquicio de justificación a la magna ingratitud contenida en la acción política gubernamental, del binomio Alberto-Cristina, queremos pensar que los poderes facticos que controlan al Fondo Monetario Internacional, presionan al nuevo gobierno argentino, para que manifiesta su enemistad con la democracia venezolana y falazmente la califique de dictadura, que se desprovea de esos alardes de superioridad con que se maneja el ego del pueblo argentino y se pliegue a Washington como los otros perritos falderos moviendo la cola en la alfonbra, según versión del creador del Grupo de Lima, Pedro Pablo Kuczinski, lo que sería requisito para un refinanciamiento y ablandar las condiciones de pago de las obligaciones contraídas por el anterior gobierno de Mauricio Macri, multimillonarias sumas desaparecidas, ya que sus destinos nunca fueron suficientemente aclarados y se comenta sin mucha confidencialidad, que gran parte de los préstamos de FMI fueron a cuentas cifradas en paraísos fiscales.