1. Es indudable que México mantuvo algunas ventajas de crecimiento y desarrollo por ser vecino de los EEUU, sobre todo en sus cinco estados que hacen frontera con él; pero en el resto del país –en los otros 27 estados que van del norte al sur- esa vecindad con del país imperialista ha impedido nuestro desarrollo en todos los campos porque hemos sido su “patio trasero”, su centro de experimentos, su lugar privilegiado de saqueos, pero sobre todo donde han expandido su “modelo cultural yanqui de vida”.
2. La revoluciones en Rusia, China, Cuba, así como los gobiernos de Chile (1970-73), Venezuela, Bolivia, sí fueron de izquierda y proclamaron ser antimperialistas, e incluso voluntariosamente buscaron construir un socialismo que no consiguieron porque el bloque de países capitalistas, encabezados por los EEUU, se los impidió. Pero en México –así como hoy el gobierno de López Obrador- ningún régimen ha tenido siquiera un menor enfrentamiento con algún gobierno de Norteamérica porque su dependencia económica, de migrantes y comercial, es gigantesca.
3. EEUU intervino en 1913 en el golpe de Estado al presidente Madero; al siguiente año EEUU intervino para obligar al carrancismo y obregonismo para no radicalizar la revolución; en 1920 EEUU so opuso a reconocer al presidente Obregón si no se aceptaban los Tratados de Bucareli. Luego vinieron los gobiernos de Calles, de Cárdenas, el fin de la segunda guerra mundial y el dominio mundial de los EEUU. De aquí en adelante todos los gobiernos mexicanos no han podido oponerse a la política intervencionista, de bombardeos y guerras de EEUU en el mundo.
4. La actitud dócil, en cierta manera entreguista de López Obrador hacia EEUU, como antiguo militante izquierdista me parece condenable por el papel imperialista que ha mantenido EEUU en el mundo; pero he pensado en la “maldita vecindad”, sobre todo en la enorme dependencia que tenemos desde hace un siglo por lo menos. Cuba está también a unas cuantas millas marítimas, enfrentó gallardamente a EEUU, pero tuvo que sufrir un bloqueo desde 1962, hace más de 60 años. ¿Qué hacer ante esa realidad como izquierdistas que durante 60 años hemos protestado?
5. Pienso que hay que mantener un apoyo, pero muy, muy crítico, frente al gobierno de centro/izquierda o socialdemócrata de López Obrador. Todos los gobiernos anteriores del PRI y mucho más del PAN, fueron gobiernos empresariales de derecha, absolutamente enemigos del pueblo. AMLO es una esperanza para un cambio verdadero si la izquierda radical ayuda a impulsar movilizaciones combativas contra la explotación, la opresión y el capital. Si continúa AMLO denunciando a los enemigos, ladrones y asesinos sin castigar, entonces será simple demagogia.
