1. En México –así como en la mayoría de países- hay millones de delincuentes producto del brutal, injusto y desigual capitalismo. Entre los mexicanos se conoce a los jefes empresariales, políticos y muchos más, denunciados públicamente, de manera reiterada, por el mismo presidente López Obrador. Muchos de ellos siguen haciendo sus gigantescos negocios, otros por precaución se han frenado o han cambiado de amigos haciéndose seguidores del gobierno en turno.
2. López Obrador insiste a diario en sus "conferencias mañaneras", en que el castigo a la enorme corrupción concentrada en todas las grandes ciudades del país, sí debe tomarse en cuenta, pero que lo esencial no es castigar la inmensa corrupción del pasado que ha hecho más miserables a los mexicanos, sino centrarse en que no vuelva a suceder y la estrategia son sus abiertos consejos cuasi religiosos. Las iglesias llevan miles de años por ese camino de fracasos.
3. Se espera tontamente que el afamado delincuente Lozoya confiese muchas cosas de sus amados colegas en robos y saqueos, de la misma manera que se esperaba de los juzgados en EEUU, García Luna o el Chapo. Pero nada pasará porque la consigna es el "castigo divino" para todos aquellos súper delincuentes de "cuello blanco" que se portan mal en la tierra. Sólo mi conocida Rosario Robles no prefirió darse un "paseíllo" por Europa, para luego entregarse.
4. Y lo más funesto es que todo el gabinete y los lopezobredoristas más cercanos, siguen a López Obrador indiscutiblemente: El fiscal amarrado, el presidente de Morena frenado, los jefes de senadores y diputados silenciados; en tanto muchos problemas del pueblo siguen sin solución. Desde el inicio del gobierno se prometió una consulta para castigar a los expresidentes por sus gigantescos desfalcos, el fin de huachicol, la reducción de altos salarios; todo a medias.
5. El problema grave es que nada importante suceda. Recuerdo que a las pocas semanas del derrocamiento de Allende en 1973 en Chile, todas las leyes de Allende fueron echadas para abajo para acomodarlas por el economista Nobel Freeman y los Chicago Boys. El sistema capitalista no juega con frases religiosas; va al grano eliminando a sus enemigos y sometiendo al pueblo a sus dictados. Espero no ver lágrimas de arrepentimiento ante la restauración neoliberal.
6. Morena, el partido más numeroso y poderoso está a punto de desaparecer porque AMLO lo ha bloqueado, y dado que sus militantes –aunque conozcan muy bien sus labores- no conocen ni el ABC de la política. El futuro de ese partido sólo está en manos de AMLO –el trabajador político incansable- con el silencio de los Taibo, los Bartra y de los muy poquitos que poseen entendederas. Si bien la mafia política no tiene experiencia en golpes de Estado, sabe tragarse a sus enemigos.