1. Dicen los que saben: “En México donde le rasques a cualquier alto político les sale pus, ese líquido acuoso producto de la podredumbre”. No es por enfermedad cancerosa o cualquier otra parecida, sino porque llevan años revolcándose en la basura de la corrupción política estatal o nacional. Emilio Lozoya Austin -el preso que ha comenzado a confesar- declaró ante autoridades federales que dio 52 millones 380 mil pesos en sobornos a legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) para que aprobaran las reformas impulsadas por el acuerdo político, conocido como Pacto por México, aseguró el diario Reforma este viernes. Además, dio a conocer algunos de los nombres de panistas que fueron presuntamente sobornados por los funcionarios. Estamos en espera de nombres del PRI, PRD y demás.
2. El llamado Pacto por México –gran compromiso de gobierno- se firmó por todos los partidos y políticos muy corruptos, al otro día de la toma de posesión de la presidencia por Enrique Peña Nieto (diciembre de 2012). Si a los tres o cuatro directivos del PAN le dieron 52 millones, ¿Igual cantidad habrán recibido los del PRI, PRD y otros más que estuvieron presentes? Como bien dicen los políticos: “Con todo respeto”, pero me los imagino como perritos alrededor de la mesa recogiendo las sobras de la gran corrupción institucional. Obvio, esto de la firma del pacto, con otro nombre, se ha registrado en todos los sexenios. Espero que no suceda nunca con el lópezobradorismo que tuvo una pifia al asistir hace un año a la elegante boda de un fantoche. No debe olvidarse que la prostitución neoliberal se pega.
3. Sin embargo 52 millones o 200 millones son muy poca cosa para el partido panista y sus colegas; apenas para un pequeño gasto para sus directivos firmantes. ¿Por qué no aceptar si todo se hace el más completo silencio? Son sólo un pequeño soborno comparado con lo que reciben los partidos como subsidio en las campañas electorales: pago de locales, compra de vehículos, cientos de pasajes de avión, millones de pesos en propaganda. La realidad es que el Pacto por México no fue importante por todo lo que contenía; sino como símbolo de unidad que sellaba un nuevo compromiso de unidad contra el lópezobradorismo que con ello sufría su segunda derrota presidencial. Por ello esa firma unitaria fue aplaudida con fuerza mientras los gritos de “unidad, unidad” parecían enterrar la incansable oposición.
4. Aplaudo con gran gusto todas las denuncias contra la corrupción y el saqueo; llamaría a gobiernos o funcionarios que silencian la abominable corrupción que son cómplices, que igual deberían ir a prisión; pero a gobiernos y funcionarios que denuncian pero no castigan, los llamo demagogos que deberían cortarse la lengua. Dado que lo que mínimamente se roban los políticos son 50 millones; pediría que el pobre ladronzuelo que roba tres mil pesos, el gobierno le complete a 50 mil, en vez de encarcelarlo. ¿Y los empresarios cuánto se roban? Allá ni idea porque no se dan cifras, pero debe ser cinco veces lo de los políticos por lo menos, porque ellos…como dicen es ganar, ganar. (24/VII/20)