1. El pobrecito y hoy muy triste Carlos Slim, que hace unos 20 años era –junto a Bill Gates- el hombre más rico del mundo según la lista de Forbes, se ha enterado que cayó estos días en el lugar 12 superado por los Bezos (con 113 mil millones) y la esposa de éste con una cantidad casi igual. No sé cuántos dólares tocaría a cada uno de los 130 millones de mexicanos si decidiera Slim repartirlos por tristeza y decepción. Pero Slim mantiene el liderazgo entre los mexicanos –Larrea, Bailleres, Arango, Salinas Pliego, Azcárraga, no menos de 50 multimillonarios- que amenazan superarlo en sus negocios y capitales
2. La realidad es que cualquier lloriqueo de gobierno: "no hay dinero para comida de la población, para salud, educación, vivienda", será, blandenguería, cuando todos sabemos que además de los 52 mil millones de Slim, hay más de 500 mil millones de dólares de los otros multimillonarios privados mexicanos. ¿Cuántos empleos podrían crearse en México con esos 500 mil millones de dólares si se suman a los cientos de miles que poseen los políticos ladrones que los guardan en los bancos de los llamados "paraísos fiscales"? Hagan las cuentas y verán que no necesitamos préstamos al extranjero mucho menos pago de intereses.
3. A ninguno de estos millonarios les cayó del cielo sus riquezas; tampoco los obtuvieron por suerte en la lotería nacional; se iniciaron de las herencias que saquearon sus padres y se hicieron más poderosos haciendo negocios: aprovechando el sistema capitalista, explotando el trabajo, comprando y vendiendo, así como tranzando en las finanzas, la política y otros campos. Mientras el pueblo trabajador consume su vida vendiendo sus fuerzas y energías, una minoría usando su habilidad compra la inteligencia de especialistas para que piensen en beneficio de los explotadores que pagan.
4. Las denuncias de López Obrador en "las mañaneras" pueden ser suficientes para exigir que los 1000 (mil) millonarios del país entreguen por lo menos la mitad de sus riquezas. Casi he olvidado que el abogado panista ladrón Fernández de Cevallos debía -por no pagar impuestos de sus propiedades muchos años- unos mil millones de pesos; pagó 12 millones en febrero de 2019 y le perdonaron el 90 por ciento. Como dijeron por ahí los tontos: "le agradecemos a Cevallos pagar aunque nos haya visto la cara de gobierno idiota". Por cierto este personaje gritón, déspota y siempre malcarado, impone miedo o terror en todos los políticos.
5. Ni Lenin, ni Allende, ni Fidel Castro o Hugo Chávez, expropiaron nunca en sus países a los más grandes millonarios que se hicieron poderosos explotando a sus pueblos. Cuando más los presionaron para que ayuden al Estado y gobierno a salir de sus problemas más graves. Nunca ayudaron porque estos millonarios siempre contaron con el apoyo, las amenazas y las acciones del imperialismo norteamericano. Por ello López Obrador tiene mucho cuidado que llega hasta el miedo. Sabe que los gobiernos yanquis nunca juegan, aunque hayan pertenecido a la raza negra como Obama. Cuando los yanquis digan hasta aquí, siempre viene la agresión.