1. Hoy he decidido –con base a la experiencia de Lozoya y Rosario Robles- declararme "testigo colaborador" dispuesto a decir todo. Dado que mucha gente ha pedido que todos los expresidentes vayamos a prisión, quiero ser categórico; los mexicanos olvidan o ignoran la terrible dependencia de México hacia EEUU en todos los campos; no se mueve nuestro país si los gobiernos y los grandes capitales (yanquis, como lo califican) de esa gran nación no nos ayudan.
2. Todo el mundo lo sabe –dice Calderón- que por lo menos después de la segunda guerra y la creación de la ONU en 1945, los EEUU se convirtieron en los amos del mundo, o como han dicho por ahí: en el policía mundial. Ante esa realidad, ¿cree algún iluso que los gobiernos mexicanos pueden hacer lo que deseen? Yo como presidente de México –sabiendo los EEUU que soy de derecha- no me dejaron margen para actuar solo, cada minuto me decían qué hacer.
3. Tuve que obedecer al presidente Bush (2001-08) en mis primeros años y al presidente Obama (2008-17) en mis últimos años. Mantuve a sus representantes consejeros, así como a la embajada de EEUU, tras mí a diario. Incluso cuando me acusan de haber "golpeado y roto el avispero sin ton ni son", no olvido que de la Casa Blanca vino el consejo, así como mis declaraciones permanentes de que "esta es una guerra contra el narcotráfico". Así que los cientos de miles de muertos no son mi culpa.
4. Que robé muchos millones y los deposité en bancos de los paraísos fiscales; eso es verdad, pero los Bush y los Obama me dijeron que en México es común hacerlo; que se sabe que todos los gobiernos de la llamada revolución mexicana lo han hecho y yo –si no me investigan- podría vivir muy bien haciendo inversiones que es lo que necesita todo gobierno. De nada pueden acusarme porque yo sólo recibí órdenes de quienes realmente mandan en México: los EEUU. Pienso incluso que es lo que deben declarar los demás presidentes desde Salinas.
5. Me acusan de haber cometido fraude en las elecciones presidenciales de 2006 porque dilapidé mucho miles de millones y porque me negué a que se cuenten los votos otra vez. La realidad es que no soy culpable de nada; fue el IFE el que contó los votos y fueron los medios de información los que abiertamente demostraron que yo gané y no debería ceder ni un ápice. ¿Qué no los pueden contar hoy porque mi compadre Diego Fernández de Cevallos mandó incinerarlos? Ese es un problema de él y del PAN, que mi esposa y yo hemos abandonado. ¿Algo más debo declarar?
6. Por cierto entre unos días deben declarar la aceptación de mi poderoso partido político: "México Libre". Será un partido de la derecha real, de todos aquellos empresarios y políticos dispuestos a luchar de verdad contra el comunismo, el estatismo, que busca imponerse en México. Muchos miembros del PAN y delas organizaciones empresariales se sumarán cuando vean a Margarita (mi esposa) y a mí, agitando en lo más alto la bandera de triunfo. No iré a prisión porque me he declarado "testigo colaborador" y pacíficamente me he presentado a declarar.