Como se tenía previsto, las encuestas no engañan y la voluntad de un pueblo que está decidido a ser libre, se impuso en un conteo a boca de urna, bastante conservador. Todo apunta a que la candidatura del MAS en este caso presidida por Luis Arce se volvió a imponer en la primera vuelta con un 52.4 % del electorado; seguido por Carlos Mesa con un 31,5% y su más cercano competidor, Luis Camacho con un 14,1%. Ya la presidentica Jeannine Añez, reconoció y felicitó al Sr. Luis Arce. La reciedumbre, el poder de convocatoria y la voluntad de un pueblo de ser libres se impuso nuevamente. Pese a que los encargados de "custodiar" las actas eran los mismos militares y policías que actuaron cuando Evo. Allí estaba el pueblo siguiéndole el curso a los resultados, temerosos que no le hicieran lo mismo a su hermano Evo Morales, pese a las amenazas de factores externos e internos que buscan ansiosamente como voltear los resultados. Dentro de esa gama de parcialidades esta la supremacía blanca, la ultraderecha, el fanatismo religioso, el Departamento de Estado con la OEA, el inefable Luis Almagro y Trump a la cabeza Allí también persiste, una fuerte influencia de esas fuerzas armadas formada en la Escuela de las Américas y que todavía prevalece en su seno y que Jeannne Añez ha venido pujando por mantenerla oxigenada y que no tuvo empacho en homenajear el pasado 8 de octubre a los militares que asesinaron al legendario y mítico luchador comandante Ernesto Che Guevara.
Estos resultados implican un revés para las elecciones gringas del próximo 4 de noviembre, fundamentalmente para su competidor Donald Trump, que está perdiendo a un fuerte aliado, junto al grupo del cártel de lima. A Luis Almagro (OEA), ese personajillo gris y oscuro que ampara y se da el tupe de participar en golpes de Estado y amparar gobiernos déspotas que se arrodillan al imperio gringo.
Ante este cuadro triunfal y avasallante del pueblo boliviano, hay que estar mosca; por cualquier lado puede saltar la liebre; existen precedentes. Allí se está dando una lucha a brazo partido con fuerzas inescrupulosas. Echarse a dormir con un enemigo como este es fatal. El pueblo en estos cruciales momentos debe mantenerse en las calles; atentos ante cualquier iniciativa de fuerza para defender su victoria. Trump y sus aliados no van a permitir un triunfo que tuerza su afán de mantener su hegemonía, porque eso sería un revés a sus ansias presidencialistas. Estas horas son cruciales, dormirse en los laureles es peligroso. Ya existen voces en el mundo que están alertando movimientos raros en pro de un golpe de Estado, la presencia de paramilitares, de la OEA, que aunque en minusvalía en estos momentos, mantiene sus cuotas de poder, de sus conjurados en el país. Al gobierno de facto no le sirvió de nada militarizar al país, desatar una cacería contra veedores a los que tildaban de izquierdistas; ni contra dirigentes del MAS que perseguían con saña y encarcela. Ahora va a actuar como una fiera en acecho y ahí es cuando puede dar su zarpazo. Arce tiene un enorme reto por delante; abrirse paso frente a un enemigo que puede repetir la experiencia del hermano Evo y salir adelante por el rescate de un país dejado en la debacle por una dictadura rapaz y ladrona. Evo Morales, ya se pronunció: "Lucho (Luis Arce) será vuelto presidente. Felicito a lucho a la distancia".