1. Al generalote Cienfuegos lo vigilaba y seguía la DEA, desde muchos meses antes que sea detenido en los EEUU. Las autoridades yanquis ya poseen muchos años vigilando su gigantesca participación dentro de la misma mafia de generales. En México no se sabía nada como nunca se sabe de los robos, fraudes, asesinatos cometidos por clases altas amigas, parientes y contemporáneas. Por el contrario, los alrededor de cinco mil gringos de la CIA, DEA, FBI, que desde hace un siglo son coordinados por la embajada yanqui en el país, saben todo porque todos los funcionarios y empresarios de México son sus amigos.
2. Hoy, tanto el presidente centrista López Obrador, como el derechista canciller Ebrard, se enredan en sus declaraciones buscando justificar los terribles arreglos a que llegaron los dos gobiernos (de EEUU y México) para liberar al generalote. Pero hoy ha surgido otro invento del derechista canciller: entregar al jefe narco El Mayo Zambada o quizá a otro jefe menos importante, a cambio del generalote que hoy duerme placenteramente en su domicilio particular. En cada declaración falsa –como señala Anabel Hernández- la más importante investigadora mexicana: el circo y el teatro del traslado se les derrumba.
3. Los partidos, empresarios, toda la derecha facha, están contentos o guardan silencio porque apoyar al ejército y a sus generalotes, siempre traerá ganancias políticas; sin embargo la izquierda radical (casi inexistente) siente que con estas "movidas políticas" el entreguismo a los EEUU se agranda, oportunidad que el presidente electo Biden – ante el entreguismo del gobierno de AMLO- aprovechará de mil maneras. ¿Cuántos años o décadas hay que esperar para que los trabajadores –eso que es el verdadero pueblo- salga a las calles a reclamar sus derechos- esos que todos los políticos hablan pero ninguno los defiende de verdad?