1. La Constitución de 1917, vigente, fue presentada en Querétaro para su reforma y posteriormente su promulgación, por la fracción carrancista/derechista de la Revolución Mexicana. Incluso se vetó como diputados constituyentes a las fracciones revolucionarias de Zapata, Villa, Flores Magón, por radicales y "facinerosos". Los pocos artículos: el tercero, de educación; el 27 sobre las tierras, el 123 sobre el trabajo y el 130 sobre religión, se dice que son los más avanzados porque la fracción obregonista –menos derechista- las discutió y logró hacerlas aprobar. Pero Obregón –que peleó en la Revolución junto a Carranza- no era un gran revolucionario, sólo menos derechista que el neoporfirista Carranza. ¿Qué Constitución fue aprobada entonces en 1917 si los pobres diputados sólo veían a los EEUU?
2. Esa Constitución derechista/burguesa es la que impusieron a México para beneficiar a las clases adineradas. Ningún gobierno de México, desde Carranza en 1917-20 hasta el de Peña Nieto (2012-18), dejó de decir y repetir hasta la saciedad, que "su gobierno es de irrestricto respeto de la Constitución", aunque también todos esos gobiernos burgueses (18 aproximadamente) cambiaron artículos constitucionales para acomodarlos a su personal administración. ¿Qué ha pasado con la Constitución y sus leyes? Pues simplemente en lo que llaman "estirar y aflojar" las han interpretado y aplicado como los gobiernos han querido. Pero, si ha habido peor demagogia, peor mentira o engaño, es el repetir que todos gobiernan de acuerdo a la Constitución. Hubo un gobierno que cambió a todos los jueces de un jalón.
3.El pobrecito presidente López Obrador, con su posición política centrista, se ha pasado dos años y medio en el gobierno sin poder gobernar en serio porque está muerto de miedo ante los millonarios y los viejos políticos ladrones y asesinos. La corrupción capitalista es profunda en México porque todos los políticos y empresarios han saqueado el país por lo menos en los últimos 100 años; por ello también el 80 por ciento de la población vive en la pobreza o la miseria. AMLO se pasa repitiendo que respeta la Constitución, que no es vengativo, que no va a castigar a nadie, que todos son libres de actuar como quieran; por ello deja que los jueces de la Suprema Corte y los árbitros electorales actúen como les dé la gana, también en nombre de la Constitución. Al parecer está actuando –aunque lo niegue- con mucha complicidad.
4. Cuando las leyes perjudican deben cambiarse y cuando los poderosos funcionarios, jueces, árbitros electorales actúan de manera descarada al servicio de los millonarios, pues obvio, también deben cambiarse. Esto de "primero los pobres" se convirtió en una vil demagogia porque los millonarios -a pesar de la pandemia o del covid- siguen acumulando más riquezas o capitales. Obvio al pueblo pobre y explotado, que sólo busca asegurar su alimentación para hoy y mañana, le vale un carajo lo que sucede. De preferencia no saldría a votar porque la política se la pasa por el "arco del triunfo", pero como los políticos derrochan miles de millones del presupuesto público en campañas políticas y regalos, pues tienen que salir a votar porque se sienten obligados con quien les da dinero a cambio de su voto.
5. En conclusión: la Constitución es una basura burguesa por donde se le vea. Sin embargo esa Constitución que se estira y se afloja según el gusto de la autoridad o esa piltrafa –como decía el revolucionario zapatista Soto y Gama de la bandera- es la que se usa para beneficiar a los amigos y perseguir a los enemigos. Nunca la Constitución ha estado ni estará al servicio del pueblo pobre y explotado porque fue hecha y es aplicada por los gobiernos al servicio de los millonarios. Espero que el presidente López Obrador se sacuda la cabeza y se dé cuenta que hay que poner en práctica lo mucho que denuncia en la Mañaneras y la tribuna. Si los panistas, priístas, en un golpe de timón reasumen el gobierno en una semana –con las manos en la cintura- tiran en el caño de la basura lo poquísimo que AMLO ha logrado.
