1. Obvio, para responder a la pregunta de arriba diré: en tanto vivamos en un país capitalista los dueños del dinero serán siempre los dueños del gobierno, del ejército, de la iglesia, la escuela, de los medios de información. Al mismo tiempo, mientras los trabajadores y desempleados sigan respirando la misma ideología dominante -aunque seamos la inmensa mayoría de la población- la liberación jamás surgirá. En "Servidumbre Voluntaria" hace unos 400 años escribió De la Boitié: ¿Por qué nos sometemos?, ¿de dónde toma fuerza el miedo que nos hace amar nuestras cadenas? La servidumbre solo puede ser voluntaria cuando el tirano representa algo que colma los deseos de la sociedad (del pueblo, diría él) que somete. Al fin y al cabo, ¿qué quiere la gente…? ¿La libertad?, ¿o lo que les promete la publicidad… dominar a otros tal y como ellos mismos son dominados?
2. Etienne de la Boitie en otro texto –que ahora no tengo en mano- decía no entender como un 90 por ciento de la población –que es la inmensa mayoría- se deja apabullar por el dos por ciento de ricos. Mi respuesta fue siempre: sean grandes políticos o empresarios, cuentan con la fuerza de las armas, pero mucho más con el dominio total de la conciencia. Reflexionaba de México: ¿Cómo sometieron en 1959 a la huelga nacional ferrocarrilera; cómo sometieron las gran batalla de los médicos; cómo aplastaron al movimiento estudiantil de 1968, como asesinaron en 1973 la guerrilla urbana, cómo impulsaron en 1977 el electoralismo, cómo aprobaron el Tratado de Libre comercio, cómo pararon y luego confinaron al EZLN, cómo derrotaron en elecciones tres veces a Cuauhtémoc Cárdenas y dos veces a López Obrador? En fin.
3. En 60 años de activista he participado en el 90 por ciento de los movimientos de los oprimidos de manera directa y reflexionando con posición crítica: todos han sido derrotados por la burguesía. Con pretexto, por "angas o por mangas", la burguesía siempre ha ganado y los trabajadores hemos sido derrotados. Además no debo olvidar que siempre gritamos que el pueblo nos apoyaba, que nuestras demandas son del pueblo, cuando ni se enteraba de los sucesos porque estaba disfrutando el futbol junto a unas cuantas cervezas, viendo en TV una novela o en un servicio religioso. Cuando Marx planteó que el proletariado (los obreros) haría una revolución cansados de tanta explotación y desigualdad, todavía los medios de información no se desarrollaban y la conciencia de los trabajadores no era futbolera o novelera.
4. Esa es la respuesta al filósofo De la Boitie que preguntaba: ¿Por qué el 90 por ciento de la población se deja oprimir, muere de miseria y hambre, cuando fácilmente podría acabar con solo mover un dedo, con el dos por ciento de ricos que los explota y oprime? Sin embargo la realidad es que aunque la gente sufra con las fuertes cadenas invisibles que arrastra, en medio de la jaula adornada con papel dorado engañador, la gente muerta de miedo prefiere vivir del engaño y evitar conocer su vergonzosa verdad. Hemos sido engañados y derrotados aunque muchas veces quisiéramos disfrazar de triunfadoras nuestras luchas escondiendo las causas por las que la clase dominante (la burguesía) ha mantenido el poder por lo menos los últimos 100 años. Me conclusión: no perdamos el tiempo en luchitas y organicemos el asalto del poder en serio.