Me enseñaron que nunca se debe vivir de donativos o limosnas; organizarse para luchar con dignidad

1. Me da mucha vergüenza vivir en un país –como México y otros 200, incluso los no registrados por la ONU- donde la gente viva arrodillada ante los millonarios o ante el imperio yanqui. Me enseñaron desde 1959, con teorías revolucionarias (el marxismo radical y el anarquismo) que el 80 por ciento de los pueblos del mundo vive en la pobreza y la miseria porque una minoría de millonarios y gobiernos los explotan, los roban, los saquean; pero siempre me reiteraron que esto no se remedia con limosnas, pidiendo caridad, donaciones, ayudas o con ruegos religiosos. Que irremediablemente tiene que organizarse una revolución de los oprimidos para liberarse definitivamente.

2. En México se repite a diario que nuestros trabajadores (los llamábamos "braceros") en los EEUU –donde trabajan "como bestias", sufriendo fuerte discriminación racial- envían a sus familiares una cantidad de dinero anual, superior a cualquier rama productiva del país. Lo gritan como un triunfo cuando es una vergüenza que deberían cargar todos los gobiernos incapaces de expropiar a los multimillonarios para crear empleos en México. Hoy se discute algo más vergonzoso: que se deben ampliar las limosnas, los donativos –por consigna del clero y la derecha reaccionaria- para que "caritativos" atiendan enfermedades de todo tipo sustituyendo una obligación que tiene que cumplir el gobierno.

3. Se dice que de aprobarse la reforma en la Cámara de Diputados -aún falta que pase al Senado- "los que viven o trabajan con donaciones sufrirán un duro golpe" como organizaciones de la sociedad civil y su capacidad de operación, especialmente para las organizaciones más pequeñas que trabajan en las comunidades más alejadas y marginadas, donde hay poca o nula presencia del Estado. Veamos: en vez de salir a la calle para exigir, –mediante plantones, bloqueos y tomas de edificios- obligar a los gobiernos a cumplir con la población, sustituyen la educación crítica y activa de lucha que necesita un pueblo digno. ¡Nunca enseñar al pueblo a vivir de limosnas y de rodilla!

4. Dicen los caritativos: "Mucha gente piensa que detrás de las donatarias hay corporativos enormes y donativos estratosféricos, y eso no es cierto. Hay muchas organizaciones que, si no recibimos donativos, no podemos trabajar. Es así de sencillo: no podemos existir"; además se asegura que otro punto que les preocupa mucho "es el tono, el ambiente, y lo que se está argumentando en torno a las donatarias". Es indudablemente una confrontación entre la derecha impulsada por el empresariado que no paga impuestos disfrazándolo de donaciones y un Estado obligado a resolver los problemas de la población, pero que tiene un miedo terrorífico a conseguir el dinero necesario de las arcas millonarias que los tienen de a montones.

5. Dice acertadamente el gobierno que "sobre la devolución de impuestos a los ricos para que donen a particulares no estamos de acuerdo. ¿Cómo se le va a devolver impuestos a una gran empresa bajo el supuesto de que ellos van a invertir en beneficio de la gente, en obras sociales, en filantropía, en fomento de la cultura? No, esa no es la función de la empresa, la función de la empresa básica es invertir, producir, crear empleo y pagar sus contribuciones". Esta función no la cumple, pero que tampoco el gobierno de López Obrador, los obligará a cumplir. Espero que la mediocridad de este gobierno no continúe para que al final se ponga a llorar porque no pudo con el enemigo.



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Pedro Echeverría


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